¿Esto es amor? [Solarhumans] ~♡Venus×Tierra♡~

5: "Confianza no merecida"

— Es un día tranquilo, ¿No crees?

El más pequeño asintió sin ánimo.

—... Sé que quieres salir, pero tú padre me mataría si te dejo. Lo lamento...

— ¿Por qué no me deja salir y a el si? Solo quiero divertirme...

— El tiene sus razones... No te preocupes, algún día te dejará salir— Acarició la cabeza del contrario con cariño— Mejor juguemos algo, ¿Vale?

— Mhm... Vale…

Ambos se alejaron lentamente de la ventana.

"Sabes que eres muy bella, ¿Verdad?"

"¿Por qué no hago nada?"
"Me siento sucio."
"¿Por qué confíe en el?"
"Sigue siendo mi amigo..."
"¿Por qué me hace esto?"
"Es mi culpa."

— ¡AH!

Se levantó de la cama. Su sudor era frío.

— ¿Uh...? ¿Cariño...?— El peliazul despertó desorientado— ¿Qué pasó? ¿Estás bien?

— Ah...— Suspiro al ver a su esposo a su lado— No... no te preocupes, estoy bien. Sólo fué una pesadilla...

— Ugh... Vale...— Bostezó— Si hay otra cosa más, recuerda que puedes contarmelo...

Se volvió a acostar. Durmiendose casi al instante.

El pelirrojo suspiró y se levantó de la cama lentamente, cuidando de no despertar a su esposo.

Se dirigió a la cocina y se sirvió un vaso de agua.

— Agh... Otra vez ese sueño...— Apoyó ambas manos en la mesa— Cómo lo odio...

Pasó algunos minutos en la soledad de la cocina, pensando. Después de un rato decidió volver a su habitación nuevamente.
Se acostó al lado de su esposo, tratando de conciliar el sueño.

— Me alegra que hayas vuelto...— Lo abrazó— Sabes que no me gusta dormir solo.

Le dió una media sonrisa.

— Sí, ya lo sé. Ahora duerme...

— Mhm...— sonrió y apoyó la cabeza del pelirrojo en su pecho— Venus...

— Dime...

— ¿Sabes que te amo, verdad?

Sonrió.

—... Sí, lo sé.

El silencio reinó después de ese pequeño intercambio de palabras y, finalmente, ambos se quedaron profundamente dormidos...

°•♥•°

— Venus... Querido...

— Mgh... Estoy cansado, dame unas horas más...— Se envolvió entre las sábanas.

El peliazul soltó una pequeña risita.

— Ja... Mi amor, tienes que ir al trabajo. Ya hice el desayuno.

— No quiero.

—... Vale, tu me obligas a hacer esto.

Sonrió para si mismo y levantó al pelirrojo de la cama con cuidado; lo cargó hasta la cocina y lo hizo sentarse en uno de los asientos.

— Creí haberte dicho que no quería levantarme— Dijo con un tono burlón.

— Si fuera por mi te hubiera dejado dormir, querido— Sonrió y se sentó a su lado.