Los 10 años en que más te ame

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El agua caída fluidamente de el grifo sobre sus manos echas hueco para luego echarse el líquido en la cara, tallando se un poco está misma para estar mejor despierto, se miro al espejo durante unos segundos con ojos inexpresivos. Tomo una toalla y se seco el rostro, la dejo en un cesto y salió a su habitación para comenzar a vestirse.
Salió a la sala, tomando el saco de color azul y colocarse lo lentamente, cuando su celular comenzó a vibrar, lo tomo entre sus manos, mirando el nombre de la persona quien llamaba.

"Doctor Degel"

Observó el nombre de su doctor con seriedad, luego contesto.

-Doctor Degel.- saludo mientras se acomodaba el saco.

-Kardia, ¿Tomaste una decisión sobre el tratamiento?- pregunto la voz al otro lado de la línea. -Cuanto antes lo comencemos mejor.

-Gracias, dame un poco más de tiempo para considerarlo.

Luego de colgar la llamada soltó un suspiro, acomodando sus cosas, salió de su departamento y camino con la nieve como compañera, hasta llegar a un puesto de comida casera, dos hombres gemelos ancianos lo saludaron con una sonrisa.

-Kardia.- saludo el gemelo de coleta -Hacia tiempo que no te veíamos por aquí.

-Eh estado algo ocupado... Después de mudarme, eh dejado de disfrutar caminar por el barrio.- dijo mientras saludaba a ambos con un asentamiento de cabeza y se sentaba en uno de los bancos de plástico junto a la mesa de el mismo material.

-Hijo, ¿Has trabajado mucho, verdad?- pregunto el gemelo con cabello suelto mientras le ponía un plato con Musaka -Mira que delgado estás.

Kardia sonríe amablemente de lo dicho por el mayor, regreso su mirada al platillo provocando que los recuerdos regresarán a su mente.

★†★

Dos hombres estaban sentados en un mesa fuera de ese pequeño puesto de comida casera, en medio de está había un plato con Musaka. Kardia sonreía mientras observaba el platillo aunque estaba más feliz por quien lo acompañaba en ese momento.

-Comamos.- Dijo mientras miraba a su pareja con una sonrisa.

-Come tú... Yo no tengo hambre.- respondió el contrario con una mirada perdida hacia otro lado.

Aún así, Kardia soltó una rosita.

-Disculpe, ¿Podría traerme otro plato de Musaka?- pregunto mirando al gemelo de coleta con suavidad.

-Ahora mismo.- respondió el hombre mayor. Qué en unos pocos minutos había traído el plato de aquella comida.

–Comamos juntos.– dijo Kardia mientras le acercaba el plato recién dado y lo colocaba frente a Aspros. –No tendremos suficientes fuerzas para conseguir dinero si no comemos.

Sus palabras habían salido con ternura, aunque la expresión de su pareja no fue la esperaba, pues Aspros lo miro por unos segundos para bajar la cabeza con una expresión... ¿Triste?, ¿Angustiada quizás?

–Por lo que me queda de vida...– Salió de los labios de Aspros mientras observaba como las lágrimas comenzaban a correr por sus mejillas. –Jamas te decepcionaré, Kardia...

★†★

Regreso a la realidad mientras tomaba un tenedor y comía aquella comida con carne, aquellos recuerdos del pasado le dolían en el corazón pero solo quiso ignorarlos. Se llevó un trozo a la boca y lo degusto con melancolía.

"Tiene menos carne. Y su tamaño es más pequeño."  Pensó mientras se limpiaba la comisura de los labios, mirando a la nada.

Quería... Añoraba con regresar a ese pasado que le sonreía, regresar a su felicidad junto a su amorosa pareja, vivir la vida tranquila que se habían prometido, pero desde que se dio lo de su enfermada todo, todo se había ido por el caño.

"Igual que nuestro amor."

Continuará...

Nota: Se que es corto, pero eh andado un poco ocupado... En fin, espero y la siguiente parte de esta historia sea larga, los quiero mucho mis especialitos, ¡Nos vemos!