El atardecer dorado bañaba el jardín del Palacio Real en el Reino Oculto con una luz cálida y suave. Samuel y Sara se encontraban en un rincón apartado, rodeados de flores que brillaban con un resplandor mágico. La reciente restauración del equilibrio y el trabajo en el Consejo de los Tres Reinos les había dado un respiro, y el momento parecía perfecto para un instante de intimidad.
Con el mundo a sus pies, Samuel miró a Sara con cariño. "Nunca pensé que estaríamos aquí, en paz y con un futuro tan prometedor por delante," dijo, su voz cargada de emoción.
Sara sonrió, su rostro iluminado por la luz del atardecer. "Es increíble cómo hemos llegado tan lejos. A veces, es difícil creerlo."
Samuel se acercó y, sin dejar de mirarla, la besó suavemente. El beso era tierno y lleno de amor, una expresión de todo lo que habían pasado juntos y de la esperanza que compartían para el futuro. Sara respondió con el mismo sentimiento, sus brazos envolviendo a Samuel mientras el mundo exterior parecía desvanecerse.
En el mundo humano, mientras tanto, una nueva historia comenzaba a tomar forma. Tomás, quien había sido un valiente guerrero en los reinos y una pieza clave en la restauración del equilibrio, se encontraba en una pequeña aldea cerca de las montañas.
La vida en la Tierra había cambiado para él y los demás tras los eventos recientes. Tomás se dedicaba a ayudar a los habitantes a adaptarse a la nueva realidad, enseñando sobre magia y la integración de los reinos. Aunque estaba comprometido con su trabajo, había algo en su corazón que sentía una falta de conexión y una curiosidad por la vida humana que aún no había explorado completamente.
Un día, mientras recorría el mercado local en busca de ingredientes para una poción, Tomás se encontró con una joven alta, de cabello negro y ojos verdes. Su piel no era tan blanca como la de los demás habitantes de la aldea, y su presencia tenía un aire de misterio y encanto. Ella estaba vendiendo flores frescas, su risa contagiosa y su mirada amistosa atrajeron la atención de Tomás.
"Hola," dijo la joven con una sonrisa cálida. "¿Buscas algo en particular?"
Tomás, sorprendido por la calidez de su saludo, respondió. "Solo buscando algunas flores para una poción. Pero tus flores parecen especiales."
La joven sonrió y le mostró su selección. "Estas son las mejores flores de la región. Cada una tiene su propia historia."
Tomás escuchó, fascinado por las historias que contaba. Mientras ella hablaba sobre los diferentes tipos de flores y sus propiedades mágicas, Tomás no pudo evitar sentirse atraído por su conocimiento y pasión. Las conversaciones entre ellos se volvieron más frecuentes, y cada encuentro revelaba nuevas facetas de su carácter.
Un día, después de una larga charla sobre las propiedades de las flores, Tomás y la joven decidieron dar un paseo por un sendero cercano al mercado. La conversación fluía con naturalidad, y Tomás se dio cuenta de lo fácil que era hablar con ella. Había una conexión que parecía ir más allá de la simple amistad.
Mientras paseaban, la joven tomó la mano de Tomás de manera casual. "Hay algo en ti que me hace sentir como si te conociera desde siempre," dijo con una mirada profunda y sincera.
Tomás sintió su corazón acelerar. "Yo también siento algo especial contigo. Como si nuestra conexión fuera más antigua de lo que puedo recordar."
Se detuvieron en un claro rodeado de árboles en flor, donde la atmósfera estaba llena de una magia sutil y encantadora. El sol comenzaba a ocultarse, tiñendo el cielo con tonos anaranjados y rosados. La joven miró a Tomás, sus ojos verdes llenos de ternura y calidez.
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Reinos ocultos el renacer de la magia
RandomSamuel y Sara A. se embarcan en una nueva aventura a través de los Reinos Ocultos, enfrentando desafíos inimaginables y desentrañando secretos antiguos. Con la magia renacida y reinos en guerra, el destino del mundo pende de un hilo. ¿Podrán nuestro...