¿Amores Imposibles o Amores Verdaderos?

Capítulo 5

Eloy

-Joder Pol, se ha reventado la llanta-digo mientras la reviso, el thánato al que buscamos se ha pirado de Polis, y ahora se encuentra en Lígo un pueblo pequeño que también se encuentra en Estados Unidos, por tanto el trayecto es un poco largo.

-Espera, creo que traigo una goma de repuesto en el maletero-dice este mientras va rumbo a abrirlo pero para nuestra mala suerte no hay nada.

-Mierda y aquí no hay gasolineras ni mecánicos cerca-me rasco la cabeza mientras pienso pero no doy con nada.

-¿Y si llamamos a mi padre?

-No lo creo estamos a 45.5 millas de Polis les tomará tres horas traernos la estúpida goma-me recuesto al carro y cierro los ojos.

-Eh, Ly-me toca el brazo-allí hay un carro que según mi intuición creo que nos vigila-me giro a donde está señalando y está en lo correcto-¿crees que sea un thánato?.

-No lo creo, espera, déjame ver quién está dentro-siento cómo mis ojos cambian de color y activo mi habilidad secreta, siento cómo mis pupilas se dilatan al hacer el esfuerzo de mejorar mi visión, cada eído tiene una habilidad secreta, la de Pol es la velocidad: lo hace ser más rápido o más lento, la de Adriana es el sigilo: le permite tomar cosas sin que la vean y estar alrededor sin que la sientan, la de Renato es la tecnología: le cede el control de los objetos tecnológicos, incluso hacer programaciones en el aire, claro aunque esas cosas solo las ve él y la mía la de visión aguda: me permite ver las cosas de cerca cuando están a una gran distancia, obvio que no podemos usarla mucho porque nos expondría.

-¿Y? ¿a quiénes ves?-termino de usar mi habilidad y siento una gran molestia por saber quienes son.

-Son Vera y su amiga, creo que nos han estado siguiendo.

-¿Qué? Es malo muy malo, pero en estos momentos es bueno muy bueno-lo miro con confusión-creo que podemos pedirles una goma nueva o que nos lleven hacia nuestro destino para terminar de completar la misión.

-¿Tío se te ha ido la pinza? Son personas, no podemos meterlas en esto, lo sabes, está prohibido.

-Ya lo se Eloy pero dime si hay otra solución, les diremos alguna mentira para que nos lleven donde queremos y de ahí les diremos que se piren-camina en dirección a ellas y yo lo alcanzo una vez que llega al auto de Nattaly.

-Hola almendra, que tal rizitos-dice Pol asomándose a la ventana del coche-verán esta es la situación, sabemos que nos han estado siguiendo todo el trayecto y se nos ha ponchado la goma del auto por tanto no podemos llegar hasta donde queremos ir, pero como ustedes se tomaron la molestia de seguirnos hasta aquí, entonces nos harán el favor de llevarnos hasta donde necesitamos ir, ¿verdad?-pone una sonrisita de inocente falsa mientras espera la respuesta.

-Vale pero tendrán que contestar algunas preguntas que queremos hacerles-le responde Nattaly con suspicacia.

-Claro ¿pero puede ser en las dos horas restantes del viaje?, no quiero que nos tome la noche aquí-Pol abre la puerta trasera del auto y me invita a pasar, pero cuando me acerco, al final decide pasar él primero.

-Idiota-Farfullo.

Nos acomodamos en la parte trasera del coche, este arranca y Nattaly carraspea preparándose para hacernos el cuestionario.

-¿Qué son los thánatos?-Carajo ¿cómo ella escuchó ese nombre?, miro a Pol y se ha quedado igual de estupefacto que yo, no se esperaba ese tipo de pregunta.

-¿De dónde has oído eso?-me atrevo a preguntar yo.

-Escuchamos todo cuando salieron del edificio que queda frente a la cafetería en la que Vera y yo nos encontrábamos, ahora responde.

-Dinos todo lo que escuchaste para poder explicarte mejor las cosas-dice Pol pensando en qué mentira decir para cuando termine de hablar Nattaly sobre lo hablado por nosotros.

-Bien, oímos que están detrás de un thánato para matarlo, pero que hay otros y por ahora sólo saben donde está uno, que ellos han asesinado a personas y el deber de ustedes es acabar con sus vidas antes de que sigan matando a más gente y que Garu fue el que envió a alguien para dar con la ubicación del thánato al que van a asesinar cuando lleguen al lugar que quieren que los llevemos, ¿me equivoco en algo?.

¿Qué coño? Ahora no nos queda de otra que decirles la verdad y asegurarnos de que no se les vaya la lengua y vayan diciéndolo por ahí, tenemos que explicarle todo y advertirles que como lo saben tarde o temprano los otros eídos se enterarán y ellas estarán en peligro, lo que quería evitar ahora está pasando, Pol tenía razón cuando me dijo que la curiosidad de Vera la acabaría metiendo en mi mundo por mucho que yo la ahuyentara.

Pol a mi lado respira hondo y procede a hablar.

-Bien, por favor no se asusten y solo escuchen lo que les diré-Nattaly y Vera se miran y luego Vera mira a Pol esperando a que hable-Nosotros no somos humanos, somos seres de otro mundo, nuestro mundo desapareció dejando un portal consigo para no extinguirnos y salvarnos, así que algunas de las criaturas que vivían allí incluyéndonos cruzaron el portal, nosotros somos eídos, seres paranormales como los licántropos, vampiros, híbridos, hadas, gnomos, elfos y otros.

-Los eídos se separaron en dos grupos: Dikés y Thánatos, buenos y malos, si se habrán dado cuenta los thánatos son los eídos malos-continué yo-se dedican a matar cualquier tipo de criaturas, pero como ahora viven en la tierra se dedican a cazar personas.

-¿Esos son los Sicarius no?-pregunta Vera con los ojos queriéndose salir de su hermosa cara.

-Si, aquí les llaman Sicarius, todos los eídos somos asesinos por naturaleza, lo que los dikés luchan contra ella y no se dejan consumir por su sed de sangre como los thánatos-esta vez respondió Pol-Todos los de nuestra especie tienen una marca en el brazo-Pol se sube la manga de su camisa y la enseña, luego se baja la manga de nuevo-nos sale cuando matamos a nuestra primera víctima.

-¿Y qué hay del color de sus ojos?-Pregunta Vera de nuevo y le respondo yo.

-Es natural en nosotros, nacemos así, cuando utilizamos nuestras habilidades secretas, cuando no controlamos bien nuestro carácter y emociones o cuando activamos el modo asesino con el que vinimos al mundo nuestros ojos se tornan de color violeta.

-¿Cómo sabemos que ustedes son los buenos? ¿Quién es Garu? ¿Adriana y Renato también son como ustedes?-nos acribilla Nattaly con su curiosidad.

-Eh rizitos suave que no soy un robot para memorizar todas las preguntas que sueltas-se queja Pol y yo me fijo en que ya casi estamos llegando-no las hemos matado en todos estos años y les estamos soltando la verdad, suficiente para que salgas de esa dudita moralista, Garu es mi papá y el jefe de todos los Dikés como nosotros y si, Adriana y Renato también son de nuestra especie y trabajan con nosotros, ¿ya no hay más encuestas?.

-Si, hay una más, ¿ahora qué pasará con nosotras ya que sabemos todo esto?-Vera esta vez me mira a mi, pero yo paso de su mirada porque me da rabia esta situación así que dejo que Pol sea el que le responda.

-Pues se lo contamos a Garu en cuanto retornemos y que él decida qué hacer con ustedes, deben guardar el secreto y no digan ni una sola palabra a nadie, porque ahora que tienen información peligrosa, ambas tienen que tener el doble de cuidado, no les pasará nada porque nos encargaremos de cuidarlas ya que se han metido en la boca del lobo, aunque ahora que ya saben la verdad, los eídos se enterarán con el tiempo, tarde o temprano lo harán, porque ahora han entrado a nuestro mundo.

Nos quedamos callados el trayecto faltante y cuando llegamos a Lígo le digo a Nattaly que se desvíe de la carretera y que se adentre en el pueblo, les dejamos claro que cuando Pol y yo nos bajemos es necesario que se queden en el auto y que no salgan pase lo que pase.

El auto choca con algo bruscamente obligando a la castaña a frenar y todos nos bajamos pensando que fue una llanta ponchada, pero nos encontramos con un cadáver sin gota de sangre y sin piel en la zona del pecho, miro a Vera y a su amiga y a ambas se les fue el color al mirar la escena y tienen plasmadas en la cara una mirada de horror, me fijo esta vez en Pol y este se cruza de brazos y se gira hacia nosotros.

-Bueno damas y caballeros creo que nuestro amiguito nos ha dado la bienvenida-dice con una sonrisa torcida en los labios.