Koneko estaba insatisfecha, a pesar de que las circunstancias justificaban una respuesta positiva. La amenaza inminente para su amo y para ella misma, que se había evitado dos días antes, no había provocado el nivel de satisfacción esperado. La situación se había resuelto con éxito, y todo parecía estar en orden. Sin embargo, Koneko era incapaz de expresar plenamente su satisfacción por el resultado.
Para comprender su estado de ánimo actual, es necesario examinar las circunstancias que la han llevado hasta este punto. Koneko era un demonio. No había nacido Diablo; de hecho, había nacido Nekoshou, una raza rara y casi extinguida de Nekomata. Se había convertido en Diablo mediante el uso de una Pieza Maligna, un dispositivo que funciona de forma similar a una pieza de ajedrez. Las Piezas Malignas permiten al Diablo de Alta Clase que las posee reencarnar -y, en ocasiones, incluso resucitar- a otros en su Par como sus sirvientes. El antiguo amo de Koneko, Rias Gremory, la había reencarnado y acogido en su casa tras haberlo perdido todo. Sin embargo, la propia Rias también tenía mucho en juego. Estaba prometida a Riser Phenex, un hombre que le desagradaba mucho por la opinión que tenía de ella. Recientemente, el compromiso se había puesto en entredicho en una partida de clasificación entre los pares. Koneko había sido eliminada al principio, y Rias había perdido la partida. Sólo la intervención del hermano mayor de Rias e Issei Hyoudou, un pervertido consumado y compañero de servicio de Rias, había conseguido romper finalmente el compromiso. Era un resultado positivo, pero Koneko estaba disgustada con su propio papel en el calvario.
"Debo mejorar mis capacidades. Actualmente, soy el miembro menos competente de la Camarilla", declaró.
Se resistía a admitirlo, pero era la verdad. A excepción de Asia, a la que no se podía considerar una colaboradora, los demás habían tenido más impacto en la lucha. Issei, el segundo miembro más nuevo de la Camarilla, que había sido considerado el eslabón débil, había conseguido lo que los demás no habían logrado. Esto fue un duro recordatorio para ella de que debía mejorar si quería mantenerse a la altura.
Esta reflexión la acompañó durante los días siguientes de trabajo contractual. Aparte de la formación, el cumplimiento de los contratos para los clientes era el principal medio de reforzar las propias capacidades como Diablesa. Para muchos, ésta era la única forma de fortalecerse, ya que muchos Demonios, sobre todo los de sangre pura, eran demasiado laxos en su entrenamiento. Incluso Rias entraba en esta categoría; su entrenamiento durante el periodo preparatorio antes del Juego de Clasificación había consistido en elaborar estrategias. Esto ponía de manifiesto la importancia de desarrollar la fuerza. Koneko sólo deseaba poder hacerlo más rápidamente. Los contratos progresaban lentamente, y el entrenamiento daba resultados inferiores sin un instructor.
Había contemplado la posibilidad de adquirir uno en varias ocasiones, pero se encontró con obstáculos para hacerlo. El primer problema era que Rias no tenía acceso a un instructor con los conocimientos de combate adecuados. Contratar a un tutor ajeno a la amplia familia Gremory tampoco era una opción viable debido a los costes asociados. También estaba la cuestión de si un tutor la aceptaría. Las acciones de su hermana habían afectado negativamente a la reputación de los Nekomata en el Inframundo. Si se enteraban de que Koneko era la hermana de Kuroka, probablemente rechazarían el contrato. Por lo tanto, sólo le quedaban dos opciones: el entrenamiento autodidacta y los contratos de los Demonios.
Al menos podía centrarse en esos contratos sin interrupciones. El trabajo no era especialmente glamuroso, ya que su papel se limitaba en gran medida a disfrazarse y mantener un cierto nivel de atractivo visual. Había una incidencia sorprendentemente baja de solicitantes inadecuadas entre quienes le pedían un contrato. Los que deseaban participar en fantasías inapropiadas con ella eran rechazados por Rias o apartados físicamente por Koneko. Cabe señalar que los Diablos son libres de rechazar un contrato si así lo desean. La mayoría de sus clientes eran agradables. Algunos buscaban expresarse con un público comprensivo, mientras que otros simplemente deseaban prodigarle atenciones. Incluso la habían contratado como modelo para la portada de un libro de cuentos infantiles. Sin embargo, las muertes causadas por Freed, un individuo trastornado que había asesinado a algunos de sus clientes, ensombrecieron toda la empresa. Posteriormente, el autor desapareció tras la batalla en la iglesia abandonada. Ahora las cosas estaban relativamente tranquilas.
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Naruto - ¡El increíble Gato Infernal del Dragón y el Sabio!
De TodoTras la derrota de Riser, Koneko se cuestiona su valor para el Peerage. Mientras realiza un contrato con el Diablo, se encuentra con un mentor misterioso y, sin que ella lo sepa, de otro mundo. A medida que se cuestionan sus nociones preconcebidas s...