Naruto - ¡El increíble Gato Infernal del Dragón y el Sabio!

6 - Diplomacia y autodescubrimiento

Naruto observó a su alumna y a sus compañeros con cierta perplejidad. Kiba, cuyo nombre evocaba ciertos recuerdos, afortunadamente había sobrevivido a la acción disciplinaria, incluida la indignidad asociada.

"Si te sientes avergonzado, debo informarte de que el primer Kiba que conocí fue objeto de un incidente bastante desafortunado durante nuestro primer partido oficiado. Debido a una flatulencia inesperada e involuntaria, quedó incapacitado para continuar el combate. Me atrevería a decir que ser disciplinado por tu oficial superior es una experiencia menos humillante que ésa. Te aconsejo que lo tengas en cuenta", le había dicho al muchacho.

Posteriormente, regresó junto a Pahaliah y Balduino, que habían iniciado conversaciones con Sona sobre las inminentes formalidades. Afortunadamente, los tres estaban absortos en sus propias discusiones, lo que brindó a Naruto la oportunidad de observar.

Era una escena extraordinaria. Xenovia parecía haberse marchado algo aturdida, pero los demás individuos compensaban con creces su ausencia. Las payasadas de Issei eran especialmente notables. Su muestra de emoción por la oportunidad perdida de recibir una remuneración fue bastante divertida. Akeno, una mujer con la que Naruto no había interactuado anteriormente, también parecía encontrar divertida la situación. Rias mostró una combinación de exasperación y alivio, al igual que Koneko. Asia, por su parte,

"¿Lord Pahaliah?", preguntó.

Su llegada pasó bastante desapercibida. Si era así de discreta en todo momento, su capacidad para sobrevivir a futuras situaciones de combate era probablemente mayor de lo que podría parecer.

El Ángel preguntó por la naturaleza del asunto.

Asia bajó la mirada antes de preguntar: "¿Es exacto concluir que Dios ha fallecido?".

Pahaliah emitió un breve zumbido y luego respondió: "A efectos de esta discusión, me veo obligado a confirmar que la información es exacta."

La muchacha se echó a llorar. Estaba sorprendida por la noticia. Al propio Naruto no le agradó la revelación. Le habría gustado preguntar al padre de los Ángeles sobre sus métodos de sellado. Sin embargo, él no era un seguidor y podía procesar la información con más facilidad que Asia. Parecía inconsolable.

"Esto no debe considerarse un resultado negativo", declaró Pahaliah. "Es preferible considerarlo como el gran sacrificio inicial, siendo éste un segundo caso de tal acontecimiento".

"¿Un segundo?" preguntó Asia, con los ojos enrojecidos.

La expresión seria del Ángel cambió a una más suave. "Explícame, por favor", dijo, "de qué se compone la Santísima Trinidad".

Asia respondió con prontitud: "El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo".

"Correcto. Ahora, considera esto: ¿lloraste por la muerte del Hijo?", preguntó Pahaliah.

Ella le miró con sorpresa. Sus ojos se abrieron de par en par al responder: "No. Jesús murió por nuestros pecados. Me enseñaron que no debía entristecerme por ello. Sin embargo, siento tristeza por las circunstancias de su muerte".

"Tu amabilidad es digna de elogio", dijo el Ángel. "Sin embargo, tienes razón en tu apreciación. El Hijo murió para absolver a la humanidad de sus pecados. El Padre ha renovado este sacrificio, y tengo la firme convicción de que murió para absolver los pecados de todos los seres."

"Eso no concuerda precisamente con las normas que suelen observarse en la Iglesia o en el Cielo, ¿verdad?", inquirió Naruto.

"Me temo que no lo entiendo", dijo Asia. "¿En qué te basas para hacer esa suposición?".