𝑪𝒂𝒑𝒊́𝒕𝒖𝒍𝒐 𝟑

672 35 4
                                    

Los días iban pasando, Samantha y Abril se veían casi todos los días, habían formado una gran amistad que era imposible de separar, a donde iba Samantha iba Abril y al contrario, sus padres también se llevaban muy bien, sobre todo Adriana con Rosario y que cuando las niñas se iban a jugar, ellas se quedaban hablando por horas hasta que se daban cuenta de que era tarde y se tenían que ir.

Abelardo y Homero no se veían tanto pero a veces se juntaban y platicaban un rato, hoy, por ejemplo, Abelardo había invitado a la familia Rivera a su casa, era una de las más grandes y lujosas del pueblo, al contrario que la casa de los Rivera.

Abril estaba súper emocionada, ella había ido a la casa de Samantha pero Samantha nunca había ido a la suya, el invierno estaba acabando y las clases estaban por empezar pero eso no las iba a separar, sus padres habían acordado de apuntarlas juntas a la escuela del pueblo, por lo menos hasta que cumplieran 12.

El sonido del timbre llamó la atención de Abril que bajo tan rápido como pudo y abrió la puerta, al ver a la chica de ojos claros sonrió y se abalanzó sobre sus brazos y empezó a besar su mejilla repetidas veces, Samantha río y correspondió el abrazo mientras los padres de ella entraban a saludar a los de Abril.

Se separaron del abrazo, Abril agarró su mano y sin decirle nada subió lo más rápido que pudo a su habitación, llevando a Samantha a rastras.

-¡Mira! Este es mi cuarto, esta muuy bien decorado y tengo muchos juguetes, ¿ves?. -Dijo una Abril realmente emocionada. -

-Tu cuarto te muy bonito, el mío... Bueno, no lo es tanto. -Samantha rascó su nuca algo avergonzada, se sentía de menos, veía a Abril con tantos juguetes... Tantas cosas... Y ella, ella no tenía apenas nada, pero sus padres le habían enseñado a ser agradecida y ella estaba bien con lo que tenía, aunque no fuera mucho. -

-¿Qué dices? !Tu cuarto es tan bonito como el mio! Así que no digas eso... Ven, vamos a jugar, luego alomejor viene mi hermana a jugar con nosotras. -

Samantha conocía a Amairani, la había visto varias veces, sabía que rea la hermana mayor de Abril, era alta y bastante linda, para Samantha era buena amiga más, aunque sólo hubieran hablado un par de veces.

Las chicas se sentaron a jugar, Samantha no, se encontraba muy bien, su familia estaba en crisis, hace poco ella se había enterado que su padre había sido, despedido del trabajo por motivos que no le han querido decir y ahora mismo apenas tenían dinero para mantener a la familia, su padre estaba buscando trabajo pero lo más probable es que no le dieran ninguno ya que él no tenía mucho estudios.

Eso se repetía en la cabeza de Samantha, a pesar de ser una niña pequeña desde que era una bebé había aprendido a enfrentar los problemas, eso hacia que ella fuera una chica bastante madura para su edad.

Dejando a un lado ese tema Samantha estaba bien, se la pasó el resto de la mañana jugando con Abril mientras sus padres preparaban la comida.

-Oye Ari... ¿Prometes que te quedaras para siempre? . -Preguntó Samantha no tan segura de lo que iba a decir. -

-Claro, ¿por qué?... -Abril acarició su mejilla mientras sonreía. -

-Verás... -Antes de empezar Samantha se arrepintió y la miró. -Bueno... Déjalo. -

-Eyyy, ¿qué pasó? ¡Cuéntame!. -Abril agarró sus hombros y empezó a sacudir los con suavidad. -

-No es nada Ari, lo prometo. -Sonrió y abrazó a la pequeña. -

Abril decidió hacerle caso, no iba a insistir porque sabía que Samantha no se lo iba a decir. Sus padres las llamaron para comer, ellas fueron lo más rápido posible y se sentaron en la mesa, la perrita de Ari, Nicki, daba vueltas por todo el patio y de vez en cuando se quedaba debajo de la mesa para ver si le caía algo de comida.

𝑨 𝒏𝒆𝒘 𝒃𝒆𝒈𝒊𝒏𝒏𝒊𝒏𝒈 (𝑹𝒊𝒗𝒂𝒓𝒊) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora