𝐂.𝟎𝟎𝟐

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Ojos marrones, pelaje gris, orejas puntiagudas, una larga y peluda cola y cuatro patas... ese era yo.

¡No!

¡Ese claramente no podía ser yo!

¡¿Qué demonios era lo que estaba pasando?!

Tenía que estar soñando, porque claramente aquello no era posible...

-¡Sunghoon, arriba! ¡Se te hace tarde para la escuela! -exclamó mi madre entrando en mi habitación. Me quedé completamente quieto, contemplándola, y su ceño se frunció apenas se dio cuenta de mi presencia. -¡Hola, precioso! ¿Qué haces aquí? -cuestionó con una voz exageradamente aguda mientras tomaba mi forma gatuna entre sus brazos.

-¡Mamá, soy yo! ¡Soy un gato! -le grité, pero ella solo sonrió frotando mi cabeza con una de sus manos, y tengo que admitir que eso se sintió condenadamente bien. ¡Pero ese no era el punto!

-¡Sunghoon! -me llamó de nuevo, sin soltarme, avanzando hasta la puerta del baño. La golpeó un par de veces.

-¡Mamá! -grité de nuevo, pero ella solo suspiró.

-Tranquilo, pequeño. ¿Tienes hambre? -cuestionó sosteniéndome entre sus manos y colocándome a la altura de sus ojos. -¿Hoon, fuiste tú quién trajo este gatito gris a casa? ¡Es muy lindo! -exclamó en dirección a la puerta del baño.

-¡Mamá, por favor! ¡Soy yo! ¿Es que no te das cuenta? -reclamé con desesperación y, cuando su mano derecha comenzó a rascar detrás de mis orejas, solté un ronroneo. -¡Deja de hacer eso, por Dios!

-Bueno, parece ser que Sunghoon se fue temprano a la escuela, y ya que tú eres el nuevo integrante de la familia... ¡Vayamos a desayunar! -sonrió mamá y yo negué con brusquedad.

-¡Mamá! -le grité otra vez y ella se rio.

-¿Y ese maullido? ¡Debes estar hambriento!

- ¡AHHHHH! -grité lleno de frustración-Perdóname por esto, mami. De verdad que no quiero hacerlo, pero realmente no tengo otra opción-murmuré antes de clavarle las uñas en la palma de la mano.

Mamá soltó un chillido de dolor y me dejó caer de golpe al suelo. Lo raro del asunto es que el golpe no dolió. Ni siquiera lo sentí.

Supongo que, después de todo, tener cuatro patas servía para algo.

"Piensa rápido, Sunghoon. ¿Qué vas a hacer ahora?" me pregunté a mí mismo. Hasta que por supuesto, la mejor idea posible llegó a mi cabeza.

(...)

Conocía el camino a la perfección, pero, para ser completamente sincero, era mucho más práctico cuando ibas dentro de un auto... Caminar -aunque fuese en cuatro patas- era demasiado cansado.

Me quedé completamente quieto observando la casa de Dabin, primero tendría que pensar en cómo demonios iba a comunicarme con ella, porque, gracias a mi maldita suerte, ahora soy un estúpido gato y nadie puede entenderme. Pero ese es el menor de todos mis problemas -por el momento-.

Lo que realmente me preocupa ahora es cómo demonios voy a subir hasta la habitación de Dabin. Me senté lentamente, sintiéndome totalmente raro, me gustaba más la forma tradicional, con la silla incluida quiero decir, no con el trasero en el suelo.

Me concentré en el enorme tronco del altísimo árbol frente a su ventana, recordando la vez que lo había escalado para infiltrarme de contrabando en la habitación de mi mejor amiga. Aunque, claro, era mucho más practico cuando podía utilizar las piernas y las manos.

-No puede ser tan malo...-me alenté a mí mismo antes de comenzar a caminar hacia el árbol.

Y en realidad no lo fue. De hecho, fue totalmente sencillo escalar el árbol.

𝗠 𝗢 𝗠 ,  𝗜  𝗔 𝗠   𝗔   𝗖 𝗔 𝗧 ! ! !  || 𝗣𝗮𝗿𝗸 𝗦𝘂𝗻𝗴𝗵𝗼𝗼𝗻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora