Haciendo una búsqueda exhaustiva en el infinito mundo del internet me encontré con un par de artículos escritos por alguna persona exageradamente supersticiosa que decía que "un gato negro es de mala suerte". Que tenías que huir en dirección contraria si es que pretendías mantener tu trasero a salvo.
Lo puedo recordar perfectamente.
Me reí por lo ridículo y absurdo que me pareció en aquel entonces.
Hasta que las cosas se salieron de control...
Siempre tuve la fiel creencia de que cada persona forjaba su propio destino y creaba su propia suerte, ya sea buena o mala, cada persona era responsable de cómo le iba en esta vida.
La mía era muy buena. Buenas notas -y no, no es que sea uno de esos nerds que se pasan el día entero con el trasero pegado a una silla en la biblioteca y la cabeza metida entre las páginas de los libros polvorientos -, unos padres que siempre me daban todo lo que quería -sin llegar a convertirme en uno de esos Juniors despilfarradores de dinero-, una novia preciosa -porque, aceptémoslo, Jinha es la chica más hermosa de toda la escuela-, una mejor amiga totalmente leal -y tengo que decir que realmente le doy gracias a Dios por poner a Dabin en mi camino, ella es ese tipo de amiga a la que le puedes decir que asesinaste a alguien y, en lugar de huir, se quedaría contigo para esconder el cadáver-, en pocas palabras: una buena vida.
Hasta que, por supuesto, las cosas se complicaron...
...
-¿Por qué no, Sunghoon? Será una fiesta espectacular... ¡Toda la escuela va a estar allí! Por Dios, ¡Es una fiesta de Lee Hanna! -se quejó Jinha a través de la bocina de su teléfono celular y yo negué con la cabeza, aunque ella no pudiese verme.
-No tengo ganas de salir, bebé. Además, esta mañana en la escuela te dije que no iría porque mañana tengo examen de literatura... es la calificación final, y si la llego a reprobar, te prometo que mi madre ahora sí que me deshereda-dije apretando con fuerza el celular contra mi oído-Y como si eso no fuese ya lo suficientemente malo, todavía tengo que terminar el estúpido ensayo sobre esas ridículas supersticiones que nos envió la señora Choi...
-¡Vaya mierda! -dijo con fastidio-Entonces... supongo que iré sola-asentí rendido. -Enserio que odio que a veces actúes como un maldito nerd, Park Sunghoon...-murmuró antes de dar por terminada nuestra llamada.
Me reí un poco dejando el teléfono de lado y volviendo mi atención a la pantalla de mi computadora portátil para "seguir con mi investigación". Jinha claramente no tenía ni la menor idea de la sorpresa que estaba a punto de darle...
Deslicé el cursor por encima de la fotografía de Dabin que, gracias a Dios, aún estaba en línea, y automáticamente su rostro sonriente apareció en mi pantalla.
-¡Hola, Dab! -saludé devolviéndole la sonrisa.
-Déjame adivinar, ¿tienes algún problema con la investigación de la señora Choi? -fue lo primero que dijo, y de inmediato le dediqué una mala mirada.
-¡Me ofendes, Dabin!
-¿Qué es lo que pasa entonces, Sunghoon?
-Bueno... La verdad es que sí tengo un pequeño problemita, pero no quiero que me ayudes con eso. Es más bien otra cosa...-dije jugueteando nerviosamente con el bolígrafo rojo entre mis dedos.
-¿Sobre qué tema es tu investigación?
-Sobre la mala suerte -respondí tratando de no reírme por lo ridículo del tema-Y... ¿por qué las personas se empeñan en decir que la mala suerte es cosa del destino y no por culpa de ellos mismos?
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𝗠 𝗢 𝗠 , 𝗜 𝗔 𝗠 𝗔 𝗖 𝗔 𝗧 ! ! ! || 𝗣𝗮𝗿𝗸 𝗦𝘂𝗻𝗴𝗵𝗼𝗼𝗻
Short StoryCuando veas un gato negro tienes que huir en dirección contraria si es que pretendes mantener tu trasero a salvo. ¡De verdad tienes que hacerlo! ¡Corre y sálvate! Antes de que sea demasiado tarde...