𝐂.𝟎𝟎𝟔

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Abrí los ojos lentamente tratando de adaptarme a la luz que llenaba el espacio de la habitación. Parpadeé un par de veces y solté un largo suspiro antes de que el sonido de una pequeña risita llenara el aire y el olor a antisépticos inundara mis fosas nasales.

-¿Cómo está mi gato favorito? -cuestionó Dabin acercándose hasta mí antes de pasar su mano por mi frente.

-Me duele todo el cuerpo...-murmuré y ella rio en voz baja.

-No es para menos, Sunghoon. Estuviste a punto de convertirte en un gato real para siempre.

-¿Qué?

-Amori Digatto estuvo aquí hace un par de horas.

-¿De verdad? ¿A qué vino?

-Quería tener la certeza de que estuvieses bien-respondió. -Tu madre también estuvo aquí, pero justo ahora fue a tu casa para darse un baño y descansar un poco, estuvo todo el día preocupada porque no aparecías por ningún lado, así que, bueno... estaba al borde de una crisis nerviosa.

-Pero ella está bien, ¿verdad?

-Sí, no te preocupes.

-¿Y qué fue lo que me pasó?

-Bueno... Los doctores lo llamaron taquicardia, Digatto lo llamó amore feles... Pero algo pasó contigo cuando tuviste tu acto de amor verdadero con Jinha. Comenzaste a decir incoherencias y a tambalearte hasta que terminaste fulminado encima del sofá. Después tú estabas... ahí, desnudo... Jinha y yo te vestimos, y con la ayuda de Jaesung... su nuevo novio, te trajimos al hospital...

-Qué ironía, ¿no?

-Un poco, sí. -rio-Pero ya, hablando en serio, me da mucho gusto que por fin seas un chico de nuevo... tengo que admitir que de gato te veías realmente lindo y tierno, pero aun así me seguías provocando alergia.

-Me gusta más ser un chico... Porque siendo un gato no podría besarte-comenté y automáticamente ella se rio.

-Sigues sin poder hacerlo, de hecho. -se burló. -Y puede que te ofendas, pero para mí siempre vas a ser un feles...

-¿Un feles?

-Sí... Creo que deberías comenzar a Tomar clases de latín.

-¡Muy graciosa!

(...)

-¡Sunghoon, por Dios! ¡Date prisa! ¡Estamos llegando tarde! -exclamó Dabin desde la puerta de mi habitación.

Me reí en voz baja y me alboroté el cabello antes de ponerme un poco de loción e ir hasta el encuentro de mi ahora novia. Apenas nuestros ojos se encontraron me ofreció una cálida sonrisa que hizo que mi piel se estremeciera, me acerqué seductoramente hasta ella y la abracé por la cintura un momento antes de unir nuestros labios.

-Ya estoy aquí-susurré en su oído y ella suspiró-Me veo igual de bien que todos los días, ¿cierto? -cuestioné y ella rio.

-Tienes un ligero problema de ego, ¿verdad? -se burló y yo negué.

-Sólo estoy diciendo la verdad-dije y ella se echó a reír.

-¡Vamos, Sunghoon! Dejemos de perder el tiempo de una vez que vamos tarde-protestó apartándose de mí.

-Oye, antes de que nos vayamos a la fiesta y todo lo demás, tengo algo para ti-dije tomando su mano delicadamente. -Es algo muy sencillo que encontré en el centro comercial, pero que cuando lo vi de inmediato pensé en ti... bueno, en realidad en nosotros, pero esto es algo para ti...

-¿Qué estamos celebrando?

-Nada. -respondí-El solo hecho de estar juntos... yo creo que ese es un motivo realmente poderoso para celebrar todo el año ¿no lo crees? -Dabin me observó un momento y una amplia sonrisa se extendió por su rostro.

-Tampoco exageres-volvió a reír un instante antes de que nuestros labios se volviesen a unir para compartir un pequeño pero tierno beso.

-Lo digo muy en serio-sonreí-Dame un momento...-pedí. Me adentré nuevamente en mi habitación para ir hasta el cajón de la mesita de noche, sintiendo como mi corazón comenzaba a acelerarse de a pocos. Inspiré profundamente y cuando volví a su lado nuestras miradas se encontraron. Le tendí una pequeña cajita negra de terciopelo bastante similar a la de un anillo de compromiso y sus ojos se desenfocaron un momento. -No es un anillo de compromiso si eso es lo que estás pensando-aclaré-Ábrelo...

Dabin me observó en completo silencio un par de segundos antes de tomar de mi mano la cajita. La contempló unos segundos más y luego la abrió. Una risita divertida brotó de sus labios y se quedó así unos segundos, sin apartar sus ojos de su nuevo regalo.

-¡Es un gato! -exclamó con emoción lanzándose a mis brazos. -¡Es precioso!

-¿De verdad lo crees?

-Claro. Es muy lindo... y es algo simbólico en nuestra relación sí lo piensas mejor...-respondió y ambos reímos-¡Benditos sean los gatos!

-¡Gracias por joderme la vida, Bastet! -exclamé y ella soltó una carcajada.

-¿Te dije ya que eres mi gato favorito? -cuestionó con una risita burlona.

-No. Pero creo que podrías comenzar a decírmelo...

Sus ojos se desviaron un poco hasta la ventana de mi habitación. Seguí la dirección de sus lindos ojos y solté una carcajada contemplando al gato negro que descansaba sentado en el alfeizar de mi ventaba observándonos fijamente.

-¿Sabías que hay personas que creen que ver un gato negro es de mala suerte? -pregunté en medio de una risa divertida y me giré para mirarla un momento. -Dicen que augura desgracias y esas cosas...

-¿En serio? -cuestionó cruzando sus brazos por encima de su pecho. Asentí un par de veces antes de atraerla de nuevo hasta mí. Me miró directamente a los ojos y depositó un pequeño beso sobre mis labios. -¿Sigues creyendo que las personas se buscan su propia suerte? ¿Que son las responsables de todo lo que les pasa o les deja de pasar? ¿Y que esto no es cuestión de suerte? -añadió y yo me eché a reír.

-¿Sabes qué es lo que yo creo, Young Dabin? -ella negó. -Yo creo que te amo... eso es lo que yo creo.

-También te amo, tonto-rio-Tengo una pregunta más para ti... ¿Sigues teniendo ganas de patear un gato? -cuestionó con esa sonrisa que tanto me encantaba.

-¿Y hacer enojar a una diosa griega? -me mofé.

-¡Era egipcia! -corrigió.

-¡Es lo mismo! ¡Y no, no gracias!

-Creo que ahora que todo ha pasado deberías comenzar a escribir tu guía para sobrevivir siendo un chico gato-bromeó y yo negué.

-Tú podrías escribir uno llamado ¡Mamá, mi novio es un gato! -exclamé y ella se carcajeó.

-Te amo. -dijo acariciando mis mejillas.

-¿Juntos por el resto de nuestra vidas, Young Dabin?

-Juntos por el resto de tus siete vidas, Park Sunghoon.

F I N.

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𝗠 𝗢 𝗠 ,  𝗜  𝗔 𝗠   𝗔   𝗖 𝗔 𝗧 ! ! !  || 𝗣𝗮𝗿𝗸 𝗦𝘂𝗻𝗴𝗵𝗼𝗼𝗻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora