El Apocalipsis Zombie, completamente irreal, personas desmembrando a otras mientras se los comen, es divertido si lo piensan. Pero mucho más divertido para Mariana Quintero.— ¡HIJO DE TU BOMBA MADRE!
Si, divertido.
Tan divertido que ahora estoy hablando en tercera persona.
Clavé mi machete en la cabeza del zombie, me tenía hasta la madre.
Estos días han sido lo mismo, andar de casa en casa, entrar a supermercados y casi morir en el intento, intentar depilarme con mi cuchillo - por eso las marcas en mis piernas - y correr como el correcaminos. He hecho mas cardio en el Apocalipsis que cuando iba al gimnasio con mi tío. Lo extraño, no mentiré, se lo tragó el zombie de una de sus mujeres, merecido si me lo preguntan.
¿Ven eso de ahí? Es donde me estoy quedando ahora. Si, lo sé, es una cabaña medio vieja pero es lo que hay.
Se los juro por Dios Santo que estaba a nada de entrar a mi casa cuando escucho un llanto, uno que parecía de un niño. Sinceramente, iba a ignorarlo, en serio. Pero sentí una mirada juzgadora, y no la de ustedes, mi sentido arácnido dice que fue la mirada de Dios. O bueno, mi sentido marianacnido. Ya he huido cuando escucho personas en peligro, soy medio cula lo sé, pero en el Apocalipsis debes preocuparte por ti mismo. — ¡Ouch! — ¿Es en serio? ¿Una rama cayó en mi cabeza? ¿Es lo mejor que tienes? — ¡Tu puta madre! ¿Mierda de pájaro? Prefería un zombie.
Y sí, caminé hacia el sonido.
Era eso o que ahora Dios me mandara un panal de abejas, si lo creo capaz.
Lo que vi casi me partía el corazón, es broma, soy medio dramática. Pero si sentí algo de lástima. Era un niño, traía un sombrero de vaquerito y también traía su cara de pendejo. Supongo que se perdió ya que estaba sentado en un árbol mientras lloraba. — Sentado debajo de un árbol, debajo de un árbol de mangos. — cantaba mientras me acercaba al niño, el me vió y levantó su arma.
Ay we, se me hizo agua el culo.
— Oye, tranquilo viejo. — me río internamente por mi referencia, extraño cuando me desvelaba viendo Drake y Josh. Sinceramente, extraño todo antes de que esta mierda saliera. Y eso que antes rezaba en el baño para que las mierdas salieran de mi ano, soy demasiado estreñida. ¿Pueden creer que no he cagado en todo lo que lleva el Apocalipsis? Estoy segura que son dos meses y medio, ¡dos meses y medio sin cagar! Ah, lo siento, el niño. — No te hare daño, vengo a ayudarte.
— No necesito tu puta ayuda.
Que huevos.
— ¿Ah, no? — inclino levemente mi cabeza hacia la izquierda, logro intimidarlo un poco ya que se acomoda en su lugar nervioso. Puedes ser culero mijo, pero yo soy más. — En unos minutos viene una horda gigante de mis amigazos esos sin cerebro, si te quedas aquí te comerán vivo, en cambio, si vienes conmigo, estarás a salvo.
Wow Mariana, que buena lógica, no lo había pensado. Pero ey, funcionó, el niño bajó su arma. — Está bien... — dijo derrotado. — ¿Tienes donde quedarte?
Pues si wey no mames.
No dije nada porque si hablaba le mentaba la madre, así que empecé a caminar. Él fue inteligente y me siguió. Llegamos a mi cabaña. — Hogar dulce hogar. — volteo a ver al niño y tenía una mueca de asco. — ¿Qué?
— ¿Aquí te estás quedando? — pregunta con cara de niño mimado.
Este es el momento en el que me pregunto, ¿Que hubieran hecho ustedes?
¿Entendieron la referencia? ¿No? Aguafiestas.
Volviendo con el niño, que ganotas de partirle la jeta, ni para que lo salve. Me le quedo viendo sin parpadear. — ¿Qué?
— ¿Que querías? ¿Una mansión con aire acondicionado y todo?
El niño tiene cara que le iba al PRI y al PAN.
— Que mal humor tienes, ¿estás en tus días? — que HUEVOS tiene este niño. Seguro se dió cuenta que no me gustó el comentario por la jetota que traigo así que se disculpó. — Lo siento, pero mamá siempre se ponía así cuando estaba en sus días.
Es cierto, sus padres.
— ¿Niño, estás solo?
— Pues tu que te crees.
Ya está. Lo voy a matar.
— Me refiero a que si en donde chingados están tus padres. — el niño frunció el ceño, seguro por la palabra que ha sido expulsada de mi boca, lo siento, intento buscar palabras más interesantes para narrarles la historia, como sea; casi me olvido que aquí son todos gringos pendejos. El pequeño baja la mirada, supuse que algo muy malo había pasado. — ¿Están... muertos?
— ¡No! No, claro que no. — habló rápidamente y yo solté el aire que no sabía que estaba guardando. — Bueno... eso espero. La granja en la que vivíamos se incendió y los caminantes se adueñaron de ella.
Caminantes, que mamadas dice este wey.
— Estaba con mi padre, pero de un momento a otro estaba solo y corrí hacia el bosque y tuve la suerte de conocerte. — dijo y yo solo rodeé los ojos. Si, usó sarcasmo al final, lo sé.
— ¿Cómo te llamas? — el se saca de onda. — Digo, te salve, estás en mi casa, estamos platicando como personas civilizadas. No se, creo que merezco saber tu nombre.
— ¿Y tú cómo te llamas?
— Yo pregunté primero, cabrón.
— Eres muy malhumorada, sabes.
— Eres muy pendejo, sabes.
— ¿No eres de por aquí, cierto?
— ¿Tu estás medio pendejo, cierto?
— No te entendí, sabes.
— No me interesaba, sabes.
Y así siguieron, estuvieron tanto tiempo actuando así que la verdad me dio hueva narrarlo para ustedes. Pero una pregunta ronda por mi mente, el porqué Mariana salvó a este niño. Tal vez sean sus cuentas con Dios, o tal vez el destino que puso al pequeño en su camino. Tal vez por fin algo bueno se avecina para ella.
Lo estoy haciendo de nuevo, estoy hablando en tercera persona, ¿Acaso es el tiempo que llevo sola? ¿O es el hecho de que estoy rompiendo la cuarta pared más que Deadpool? O bueno, no creo que más que él, tampoco estoy tan ondeada.
Eso no importa, volvamos a lo que dijo mi conciencia que habla en tercera persona antes, ¿Acaso dijo... destino?
PUAGH.
¡Que risa! ¿¡Escuchas mi risa!? ¡Ese estuvo bueno! ¿Destino? ¡JA! Como si esas cosas pasaran. ¿Entendieron la referencia? Bueno, no importa. Sólo se que por algo me detuve y salvé a este mocoso. La curiosidad mató al gato.
Pero murió sabiendo.
Sólo espero no arrepentirme en un futuro.
HANNAH's NOTE !!!
Hello everyone, como están??? Como pueden ver, esta historia es muuuuyyy irreal, tiene muchas cosas de humor y en algunos momentos puede ser hasta enfadoso. Pero esperen, que todo lo bueno tiene su final. xoxo.
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THE FOURTH WALL | Rick Grimes
Fanfiction¡El Apocalipsis Zombie iba de maravilla, lo juro! O bueno, así era hasta que me encontré a un niño con sombrero (y también con cara de pendejo que seguro fue mimado por sus papis) perdido en el bosque y como tengo unas deudas con el señor Jesucristo...