Capítulo 12 🐲

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Daemon fue a hablar con Jacaerys como le había comentado a su mujer pues creía que podría ayudar a su hijastra a solucionar el conflicto que tenía con su hermano y por el que sabía que sufría pues era bastante notorio en sus cartas, el joven estaba fuera apoyado en un muro mientras veía a moondancer volar con Tyraxes bastante pensativo, aunque por lo que había sabido por Baela no llevaba bien su distanciamiento con su hermana pero a la vez no quería disculparse porque seguía pensando igual.

-Jace. - Llamó su atención. - ¿Qué te tiene tan pensativo?

-Baena. - Suspiró. - No me gusta que esté con Aemond.

-Sé que la quieres proteger, todos deseamos hacerlo pero es su marido y no podemos hacer nada. - Palmeó su hombro. - Ella es fuerte y nos dirá si pasa algo malo y mi espada buscará venganza.

-Está enamorada de él, me lo dijo ella misma y que era desde que era pequeña.

-¿Y cuál es el problema de eso? Los sentimientos no es algo que podamos elegir, simplemente surgen y estoy seguro de que ella no quería que le pasase pero los dioses son caprichosos y al final quien está perdiendo el tiempo con Baena eres tú. Aemond está con ella mientras que tú la alejas de ti cuando ambos queréis seguir siendo tan unidos como siempre.

-¿Qué debo hacer ahora? - Le miró buscando algún consejo para al final volver a estar bien con su hermana.

-Podrías ir a verla y a hablar con ella, estoy seguro que se alegrará de verte.

-Si mañana debería ir. - Sonrió.

-Es muy buena idea. - Sonrió también para irse juntos con los demás.

Baela estaba muy contenta de que su padre le hubiera hecho ver a su prometido que debía arreglar las cosas porque por mucho que él quisiera Baena no se iba a alejar de su marido y simplemente debía apoyarla, sabía lo contentos que volverían a estar ambos al volverse a reunir como hacían antes y así también podía asegurarse de que nada le pasaba con los Hightower cerca aunque como Daemon también deseaba que Aemond la protegiera de su familia, que no dudaba que podría atentar contra ella si la llegaban a ver como un peligro.

Por su parte Baena estuvo con los niños mientras Aemond entrenaba y luego se fueron a dar un paseo con sus dragones, Jaehaera con Baena sobre Vermithor y Jaehaerys con Aemond sobre Vhagar surcando Desembarco del Rey durante un buen rato consiguiendo que se divirtieran y las grandes bestias fueran admiradas por el pueblo. Al llegar fueron a ver a Helaena con quien estuvieron un rato y luego cuando se hizo de noche los acostaron para ir ellos también a hacerlo por lo cansados que estaban, sin duda los niños tenían mucha energía que les costaban aguantar por lo que durmieron plácidamente sabiendo que algún día vivirían eso pero con sus propios hijos.
Al día siguiente por la mañana Baena fue la primera en despertarse y miraba a Aemond mientras este dormía tranquilamente con el zafiro llamando su atención, no podía dejar de mirarle ya que le parecía un hombre tan atractivo que se sentía cautivada por él y le alegraba que fuera su esposo además de que aparentemente solo fuera para ella, eso la hacía sentir especial porque su actitud buena y cariñosa solo la tenía con ella cuando estaban a solas.

-Deja de mirarme. - Dijo somnoliento mientras estaba bocabajo.

-¿Te molesta?

-No. - Se sonrojó un poco al mirarla.

-¿Aemond Targaryen se sonroja porque le mire? - Dijo mientras se subía sobre la espalda de este para hacerle cosquillas.

-Para. -Pidió pero no fue escuchado. - No me dejas más opción. - Se levantó para tumbarla en la cama y colocarse sobre ella agarrando sus manos.

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