Capítulo 7 🐲

9 2 0
                                    

-Mi pequeña. - La abrazó. - Nos vemos pronto.

-Si madre. - Sonrió.

-Envíame un cuervo si pasa algo.

-Gracias.

Después de eso subieron a los carruajes que los llevarían a Pozo Dragón para marcharse a su hogar de nuevo a pesar de que deseaban llevársela con ellos pero no podían ahora pues su lugar era junto a su marido, que se encontraba a su izquierda y el rey a la derecha que se marchó a cumplir con sus obligaciones en el consejo mientras Baena seguía allí viendo por donde se había ido su familia, no quería estar allí con los Hightower pero debía seguir con toda aquella farsa.

-¿Estás bien?

-Si. - Suspiró.

-No lo parece.

-Se me pasará - Se dio la vuelta para irse.

-Espera. - Pidió. - ¿Damos un paseo en nuestros dragones?

-Está bien. - Sonrió.

Ambos se desplazaron a Pozo Dragón donde fueron a buscar a Vhagar y Vermithor para pasear durante un largo rato consiguiendo que Baena se distrajera y pasara un buen momento con él, Aemond por su parte quería animarla pues con lo que había dicho Helaena sabía que ahora ella se sentiría sola sin su madre ahí, también sabía que la cercanía con ella traería reproches por parte de Alicent pero sobre todo su abuelo que ya le había advertido que era lo mejor para él, aunque la noche anterior después de su conversación con ella decidió que haría lo que quería sin importar lo que pensasen los demás. Aemond quería tener buena relación con ella aunque tenía bastante miedo, nunca había podido experimentar el amor de su padre que lo rechazaba, ni el de su madre que solo tenía atención para Aegon y cariño para Helaena pero esta lo rechazaba siempre y su abuelo no era un hombre cariñoso sin embargo, en pocos días había mostrado más cariño Baena que su familia incluso ella esperaba darle hijos algo que nunca se había imaginado pero que a la vez le gustaba, empezó a pensar en hablar con la princesa con la intención de tener al menos un hijo juntos en un tiempo porque en ese momento le parecía muy pronto, primero debía sentirse más cómodo en la intimidad por lo que iría a ver a Sylvi para intentar solucionarlo y tratar de concebir un hijo con su esposa.
Por los pasillos caminaba la reina buscando al pequeño de sus hijos que no había vuelto a ver desde que Rhaenyra se fue y se había quedado con Baena.

-¿Dónde puede estar? -Preguntó Alicent.

-Puede que el príncipe Aegon lo sepa majestad. -Contestó Cole.

-Eso espero, Aemond desaparece sin avisar.

-Puede que haya salido a montar.

Alicent entró en el dormitorio de Aegon y Helaena encontrándose al príncipe manteniendo relaciones sexuales con una de las damas de su esposa a la vez que hermana, la reina pegó el grito en el cielo y expulsó a la joven que se encontraba desnuda al pasillo donde Ser Criston la despidió sin permitirle vestirse obligado a que la muchacha pasease por toda la Fortaleza Roja completamente desnuda a la vista de todos.

-¡Aegon! - Lo abofeteó con fuerza. - ¿¡Qué se supone que haces!? Eres un hombre casado.

-No dirá nada además es mejor que...

-¡Cállate! Me das vergüenza. -Sintió asco por su propio hijo.

-¿Por qué no me quieres? -Hizo una mueca de tristeza.

-Eres imbécil. ¿Dónde está Aemond?

-No lo sé, no lo he visto. Tu padre va a enterarse de esto y le va a dar algo.

Quédate conmigo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora