Participacion en la One Piece Week 2024
Conjunto de One Shots en su mayoria sentimentales sobre distintos personajes de One piece, algunos intentos de comedia y mucho cariño. Centrado principalmente en los distintos aspectos de los corazones de las...
Tres niños conocidos como Ace, Sabo y Luffy, siembran caos con sus travesuras. Aunque siempre peleando entre sí, muestran una hermandad inquebrantable. Cuando planean infiltrarse en una fiesta real, lo que empieza como un juego se convierte en una serie de eventos que pondrán a prueba su ingenio, valentía y el fuerte lazo que los une.
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En el reino de Goa era bien sabido de sobre tres diablos con forma de niños que robaban y se peleaban con la gente. Era común verlos en Grey Terminal revolcando entre la basura, siempre gritando y peleando entre sí. Pese a que parecen odiarse es mejor no ponerles un dedo encima a ninguno, en especial al mas pequeño y escuálido. Como alguien hozara tomar así sea el más mínimo cabello del mocoso los otros dos desatarían toda su ira contra el pobre diablo que se aventuró a intentarlo.
Con el tiempo la gente empezó a crear historias sobre los tres muchachos, intentando descifrar el porque de su actitud y salvajismo. Algunos decían que eran de la peor calaña de demonios que fueron expulsados del mismo infierno. Otros susurraban entre si que eran criminales buscados por el gobierno disfrazados para no ser encontrados. Las ancianas pensaban que eran niños abandonados que crecieron en el bosque criados por los osos. Y los más jóvenes se aventuraban a decir que eran miembros de los bandidos del Monte Corvo que se a las negaciones de los adultos por lo absurdo de la idea.
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— No es justo por que ustedes pueden ir y yo no — rezongo inflando los cachetes como si de dos globos se trataran.
— Porque hoy ahí invitados reales en el palacio Luffy — con toda la paciencia que poseía trato de explicárselo por decima vez.
— Y eso que tiene que ver con que no pueda ir — siguió insistiendo tan cabezón como solo él es.
— Que hoy abra el triple de guardias — se puso a la altura de su hermanito con una sonrisa tranquila quitándose el sombrero — Y tú no eres el mas discreto, si llamas la atención esta vez no podremos escapar — no pudo evitar jalarle los cachetes.
— Pero es que yo quiero ir — terco como mula no pensaba cambiar de idea.
— Ya cállate bebe llorón — amaba mucho a su hermano, mas que a cualquiera en este mndo pero simplemente lo saca de sus casillas.
