La luz de luna blanca abandonada[Dong Shi Niang].

ℝ𝕠𝕞𝕡𝕖𝕔𝕒𝕞𝕡𝕒𝕟𝕒𝕤 | Capítulo 57.

Capítulo 57. Vio dos serpientes muertas y ensangrentadas enredadas.

Después de decir esto, Huo Youqing dejó el cuaderno y regresó al dormitorio, sin mirar la reacción de Dai Yixin. Se duchó nuevamente y, como ya no tenía energía para trabajar, se acostó a dormir.

No durmió bien. En sus sueños, fragmentos discontinuos de su pasado con Dai Yixin, o algunos sueños extraños y fragmentados, lo perturbaban. Se despertó sobresaltado en medio de la noche, empapado en sudor frío.

Miró el techo oscuro por un momento y luego giró lentamente la cabeza. La mitad de la cama estaba vacía. La persona que siempre se esforzaba por dormir a su lado no estaba.

Parpadeó cansado. El sueño que acababa de tener era increíblemente real: soñó que Dai Yixin lo mataba.

Más precisamente, Dai Yixin lo abrazaba mientras caían juntos desde una ventana panorámica.

El vidrio cortaba la cara de Dai Yixin mientras seguían cayendo, el viento rugía en sus oídos y él no podía luchar. Solo podía ver las gotas de sangre carmesí entrar en sus ojos, tiñendo sus globos oculares.

El vidrio roto cortaba la cara de Dai Yixin, y la sangre brotaba desesperadamente de su piel pálida. Luego, la piel de su rostro comenzó a desprenderse, revelando una cabeza de serpiente.

Antes de que pudiera asustarse, descubrió que en el sueño extendía la mano hacia la cabeza de la serpiente.

No, eso no era una mano.

Era una raíz de planta.

La raíz se enroscaba alrededor de la serpiente, apretándola cada vez más, mientras caían juntos, hasta que finalmente se estrellaron contra el suelo con un fuerte golpe.

El siguiente punto de vista era desde una perspectiva divina: vio dos serpientes muertas y ensangrentadas enredadas.

Cuando Huo Youqing abrió los ojos de nuevo, el escenario había cambiado.

Había regresado al tiempo cuando tenía dieciocho años.

Debido a que su tío y tía habían regresado al país, Huo Youqing durmió en casa esa noche. Por la mañana, ni siquiera tuvo tiempo de sentarse a desayunar antes de tener que apresurarse a tomar el autobús hacia la escuela.

En el camino de regreso a la escuela, revisó su teléfono. Su conversación con Dai Yixin del tiempo cuando tenía dieciocho años se había detenido en la noche anterior.

Dai Yixin le había dicho buenas noches con reticencia y, esa mañana, aún no le había enviado ningún mensaje. Huo Youqing lo encontró extraño, ya que normalmente, Dai Yixin lo molestaba desde temprano.

No pudo evitar recordar la llamada de Dai Yuan, quien le había pedido que fuera al país M.

Después de que terminaron las clases de la mañana, Dai Yixin todavía no había enviado ningún mensaje, así que Huo Youqing le llamó. Al escuchar que el teléfono estaba apagado, supo de inmediato que algo había pasado.

Entonces llamó a Dai Yuan, quien contestó rápidamente.

"¿Compraste el boleto?", Dai Yuan tenía un tono relajado.

Huo Youqing le preguntó: "¿Dónde está Dai Yixin?"

"¿Cómo voy a saberlo? ¿No está contigo?"

"No quiero andar con rodeos. Si no quieres decir la verdad, colgaré esta llamada."