La luz de luna blanca abandonada[Dong Shi Niang].

ℝ𝕠𝕞𝕡𝕖𝕔𝕒𝕞𝕡𝕒𝕟𝕒𝕤 | Capítulo 54.

Capítulo 54. Hola, primo.

¿Cómo se descubrió finalmente esta farsa de fingir que ambos se amaban?

Huo Youqing por lo general olvidaba los detalles en asuntos importantes, pero ese día quedó muy grabado en su memoria.

Todavía recuerda que era un día de tifón. El viento no era fuerte, solo llovía mucho. La fecha del concierto de música clásica se había fijado hace tiempo y el intérprete era un maestro que a Huo Youqing le gustaba mucho, así que, a pesar de recibir la advertencia meteorológica, decidió salir.

Cuando salió de casa solo llovía un poco, pero luego la lluvia se intensificó. Antes de que comenzara el concierto, recibió una llamada de Dai Yixin.

El otro hablaba con voz suave, preguntándole si había llegado sano y salvo, y le dijo que iría a recogerlo después del concierto.

Huo Youqing respondió afirmativamente a todo, Y su actitud colaborativa hizo que Dai Yixin se riera.

Escuchando al otro lado del teléfono a alguien que estaba a veinte kilómetros de distancia coqueteándole, Huo Youqing se sintió algo enojado y no supo cómo manejarlo, casi como si estuviera rogando, dijo: "No digas más, esto está a punto de empezar".

Dai Yixin, entendiendo la indirecta, dejó de hablar, pero justo antes de colgar, quiso usar el apodo que usaba en la cama para llamar a Huo Youqing. Quien odiaba desde el fondo de su corazón los clichés de este hombre, siempre imitaba sin originalidad a los personajes masculinos de las historias románticas, usando términos como "bebé" o "cariño", pero no pudo evitar que sus orejas se pusieran rojas, así que simplemente colgó el teléfono.

Pensó que al terminar el concierto vería a Dai Yixin fuera del auditorio, pero, inesperadamente, no fue así. Huo Youqing esperó en el sofá del auditorio durante media hora. Llamó a Dai Yixin, pero nadie contestó, y poco a poco se fue enfadando.

Media hora fue suficiente para que la lluvia se intensificara. Como Dai Yixin iba a recogerlo, no había traído su auto. Así que pidió un taxi. El taxi llegó con retraso y su paraguas fue arrancado de sus manos a menos de un minuto de salir del auditorio.

El paraguas era de marca y ni siquiera se dobló al ser arrastrado por el viento.

Huo Youqing no tuvo tiempo de ver en qué dirección se lo llevó el viento, corrió bajo la lluvia hacia el auto. El conductor se quejó naturalmente, diciendo que Huo Youqing había ensuciado su auto. Huo Youqing solo pudo disculparse y pagar una tarifa extra para la limpieza del vehículo.

La lluvia golpeaba las ventanas y luego caía sobre el asfalto. Huo Youqing sacó un pañuelo para secarse la cara. Los edificios de concreto al lado de la carretera pasaban rápidamente ante sus ojos.

Después de secarse el agua como pudo, Huo Youqing intentó llamar nuevamente a Dai Yixin. Quería decirle que no necesitaba venir a recogerlo.

Pero el teléfono seguía sin ser contestado.

Decidió enviar un mensaje de texto, pero al redactarlo se dio cuenta de algo. Tenía el número del asistente de Dai Yixin guardado en su teléfono.

Llamó a ese número.

Tampoco contestaron.

Escuchando el tono de ocupado, Huo Youqing dejó caer el teléfono accidentalmente sobre su pierna. No tuvo tiempo para quedarse perplejo, sacó una tarjeta SIM de repuesto del bolsillo de su ropa, la cambió y marcó un número.