Capitulo 1

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Mientras el sol comenzaba a ocultarse en el horizonte, el autobús se detuvo frente a la entrada de Gravity Falls. Dipper y Mabel, con una mezcla de nostalgia y emoción, bajaron y respiraron el aire fresco del bosque, impregnado con el familiar aroma a pinos que los recibió calurosamente.

—¡Mira, Dipper!—exclamó Mabel, señalando el letrero de bienvenida del pueblo.—¡Estamos de vuelta!

Dipper sonrió, ajustando su mochila. —Sí, Mabel. Estamos de vuelta.

El trayecto hasta la Casa del Misterio, la cabaña familiar, no había cambiado mucho. Los mismos árboles, las mismas casas pintorescas y, por supuesto, la misma estructura de madera que conocían tan bien. Sin embargo, la cabaña parecía más cuidada y vibrante que antes.

Al llegar a la puerta, ésta se abrió de golpe, revelando a Soos, ahora con una barba un poco más tupida y un aire de autoridad que nunca antes había tenido.

—¡Dipper! ¡Mabel! ¡Bienvenidos de nuevo!—dijo Soos con una enorme sonrisa, extendiendo los brazos para un abrazo grupal.

—¡Soos!—gritaron ambos al unísono, corriendo hacia él para un abrazo lleno de calidez.

—Wow, chicos, han crecido un montón—comentó Soos con una carcajada.—Déjenme llamar a alguien que ya conocen muy bien.

Desde el interior de la cabaña salió Melody, con una sonrisa cálida y un brillo en los ojos. Llevaba un delantal manchado de pintura y parecía muy a gusto.

—¡Melody!—gritaron Dipper y Mabel, corriendo hacia ella para unirse a un abrazo grupal.

—¡Hola, chicos! Es tan bueno verlos de nuevo—dijo Melody, devolviendo el abrazo con entusiasmo.—Soos y yo hemos estado esperando este día.

—¡No puedo creer cuánto ha cambiado todo!—dijo Mabel, mirando a su alrededor con asombro.—¡La Casa del Misterio se ve increíble!

—Gracias, Mabel—dijo Soos con orgullo.—Hemos trabajado duro para mejorarla. Pero sigamos, tenemos una habitación preparada para ustedes, chicos.

El interior de la cabaña había cambiado un poco, con nuevas decoraciones y más artículos de colección. Sin embargo, aún mantenía el aire de misterio y encanto que siempre había tenido.

—Ah, y por cierto—dijo Soos, deteniéndose en la escalera.—Stanford y Stanley llegarán mañana. Están muy emocionados de verlos.

Dipper y Mabel intercambiaron miradas de felicidad. Saber que los hermanos Pines llegarían pronto completaba la emoción del momento.

—¡No puedo esperar!—dijo Mabel, saltando de alegría.

—Va a ser un verano increíble—dijo Dipper, con una sonrisa que reflejaba su entusiasmo.

Después de acomodarse en su habitación y desempacar un poco, Dipper se sentó en la cama, revisando su agenda y pensando en lo que haría al día siguiente. Mabel, por otro lado, no podía quedarse quieta y ya estaba planeando su primera aventura de regreso en Gravity Falls.

—Dipper—dijo Mabel, dando vueltas emocionada por la habitación.—¿Sabes qué he estado extrañando durante los últimos cuatro años?

Dipper levantó la vista de su agenda y arqueó una ceja. —¿El olor a pinos? ¿Candy y Grenda? ¿Waddles?

—¡No! Bueno, sí, pero hay algo más. ¡Los panqueques de la Señorita Susan en la cafetería!—exclamó Mabel con un brillo en los ojos.—¡He estado soñando con esos panqueques por cuatro largos años!

Dipper suspiró. —Mabel, acabamos de llegar. ¿No podemos relajarnos un poco antes de salir corriendo a la cafetería?

Mabel puso una expresión de puchero, inflando las mejillas. —Vamos, Dipper. ¡Por favor! ¡Será divertido! Además, los panqueques de la Señora Susan son mágicos. Literalmente.

Un nuevo verano [Dipcifica]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora