La vida de Chuuya es complicada siendo un gato callejero. Un día se encuentra con un cambio, la conexión entre un gato y su dueño no es tan mala, los humanos no son tan horribles como siempre pensó. Con el tiempo su desconfianza se va perdiendo grac...
"Oh, bello que no vienes, Te fuiste un día miércoles, Los días resultaron grises. Que locura ese martes, Cuando corriste tantas veces. Solo puedo darme cuenta que tal vez, No me gusta el pasar de los meses."
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¿Se ve lindo ser un gato?
A diferencia de la especie humana que ven su reflejo en un objeto extraño, dicen cosas de sí mismos cómo horrores creados por un Dios, mientras que los gatos simplemente vemos nuestro reflejo en los charcos de agua pertenecientes de invierno y otoño, esperando ver una buena expresión o las condiciones malas que no teníamos anteriormente, debido a los problemas que pasamos al deambular. El pelaje brillante, húmedo o hasta arruinado por mugre, que terrible que se vea de esa manera, lo detesto. Los demás quieren ser peinados por sus respectivos dueños, yo solo soy un gato callejero que no sabe qué significa eso. Nadie me dará la respuesta, de eso estoy seguro, aunque digan que soy "pequeño" para saberlo.
Caminar por los muros cubiertos de plantas que cuelgan hasta tocar el suelo, apegados a tales ladrillos, paseo con pasos silenciosos sin que nadie me note. Los perros suelen dormir a éstas horas de la siesta, los conozco demasiado bien. De hecho, la vida aquí es tan conocida por alguien como yo.
Mí cola se mueve de un lado para otro con diversión, el silencio reina por ahora y eso me fascina, no espero generar problemas con la especie humana, no quisiese llegar a tener que pasar por jaulas y un encierro de tiempo indefinido una vez más, es lo más horrible que puede pasar un animal. Los humanos suelen llegar a ser cariñosos, como agresivos también y pueden dar miedo algunas veces, el deseo de querer odiarlos por ese tipo de cosas es habitual. Que pesadilla más común.
Se ven bien los árboles, cuidados excelentemente gracias a los rayos del sol y las lluvias de los otros días, las ramas se extienden lo más que pueden hasta tocar el muro ajeno y que las hojas caígan alli, debe ser una molestia para el vecino de esta persona que es dueño del árbol. A veces, veo como los humanos suelen cortar cada planta dejándola sin vida, a esto me refiero con que quedan calvas y sin hojas, simplemente son ramas secas. Que horrible se ven sus casas de esa manera, hacen la apariencia de un hogar tenebroso.
El vecindario es tranquilo en su mayoría, hay niños que ya están dentro de sus casas como también hay otros que pasean con sus madres, justamente desde mí punto de vista se ve un niñato tomado de la mano con su progenitora, van caminando por la vereda. La mujer tiene su cara plantada en el aparato eléctrico de sus manos, mientras que el menor se encuentra mirando todo a su alrededor y con una pelota en sus brazos, es roja, me gusta. Espero que no logre verme...
—¡Mira mamá, es un gato naranja!
Oh, mierda. Apenas escuché al mocoso hablar, empecé a correr y saltar hacia un árbol cercano, esperando porque no me viese y quiera agarrarme para saber qué cosas hacerme. Esos niños son terribles tocando mí pelaje delicado, no por nada es uno "exótico" como suelen decirle, un color naranja que con rayas claras en tono rubio llama la atención de muchos, en su totalidad.
