El Vampiro - C.R.O

Capítulo 40

Tomás nos guió hasta los sillones, y Mauro y Emilia se acomodaron, Mauro se sentó al lado de  Tomás y Emilia al lado mío.

Mauro y Tomás charlaban normalmente mientras que yo me dirigía hacia la cocina a buscar la torta de chocolate con dulce de leche que habíamos cocinado antes con Tomás, a lo que Emilia se ofreció a acompañarme.

Mientras cortaba las porciones y charlábamos, nos reíamos ya que podíamos escuchar desde ahí la conversación entre Tomás y Mauro, quienes hablaban de cosas de algunas anécdotas recientes, de su trabajo y otras cosas más.

Regresamos con la torta ya cortada en las manos y la dejé en la mesa, para volver a sentarnos.

Mauro: Uhhh seguro está riquísima, si tiene una re pinta . -Dijo Mauro ya preparándose para agarrar.-

Olivia: Espero que les guste, la hicimos hace un ratito. -Dije sonriendo y sentándome a al lado de Emi.-

Emilia: Mhh.. Está riquísima -Dijo mirándome  con sorpresa mientras probaba una porción.- Encima me encanta el chocolate con dulce de leche. -Agregó.-

Sonreí sintiéndome más a gusto. La conversación continuaba y los cuatro probamos un pedazo
de la torta. Emilia me miró después del primer bocado.

Mauro: El dulce de leche le da el toque perfecto. -Dijo mientras seguía comiendo.-

Olivia: Qué bueno que les haya gustado.. -Respondí aliviada.- Pensamos que quedaría mejor si le agregábamos dulce de leche para que no quede tan básica.

Tomás: Fue su idea. -Añadió Tomás, sonriendo.-

Mientras Tomás y Mauro seguían charlando, Emilia y yo empezamos a conocernos mejor. Descubrimos que compartíamos algunos intereses en común, como la música y la lectura.

Emilia: Y... Que tipo de libros te gusta leer? -Preguntó.-

Olivia: La verdad que no tengo problema en leer cualquier género. Pero los que más me gustan son los policiales o los de misterio. Y a vos?

Emilia: Posta???? A mi también. - Dijo con sorpresa y sonrió ampliamente, parecía realmente feliz de tener algo en común.-

Seguimos conversando sobre nuestras bandas y artistas favoritos, y cada vez me sentía más cómoda hablando con ella. A pesar de que esta era nuestra primera conversación a solas, la conexión fue instantánea. Emilia era agradable y tenía una energía cálida que hacía que fuera fácil hablar con ella.

Olivia: Y como se conocieron vos y Mauro? -Pregunté.-

Emilia me observó por un momento en silencio, como si estuviera decidiendo si debía confiar en mí. Hasta que finalmente se inclinó un poco más cerca y bajó la voz.

Emilia: Se que Mauro es un vampiro. -dijo, sus palabras apenas un susurro, pero cargadas de certeza.-

No esperaba que Emilia fuera tan directa. Me quedé en silencio, tratando de procesar lo que acababa de escuchar.

Olivia: Pero vos nos sos una vampira? -pregunté en voz baja.-

Emilia: No, yo no lo soy. -respondió suavemente.- Pero sé que él lo es... y también lo es Tomás.

Olivia: Y vos cómo te sentís acerca de eso? -pregunté midiendo mis palabras.-

Emilia me miró directamente a los ojos, con una mezcla de curiosidad y determinación.

Emilia: Al principio fue un poco... desconcertante. No fue fácil descubrir que alguien a quien conoces es... bueno, algo que creías que solo existía en los libros o en las películas. Pero después de un tiempo me di cuenta de que Mauro no era un como el de las vampiro de las historias de terror. Él nunca me hizo sentir miedo o inseguridad, sino que al contrario, siempre fue muy cuidadoso conmigo.

Asentí, sintiéndome más tranquila al ver la forma en que Emilia hablaba de Mauro. No había rastro de miedo en su voz, solo una genuina aceptación.

Olivia: Y no te asustó? -pregunté, intrigada.-

Emilia sonrió y respondió.

Emilia: Al principio sí. Pero después me di cuenta de que Mauro no es como los vampiros de las historias de terror. No es un monstruo. Si lo fuera creo que yo ya no estaría acá. -Dijo soltando una carcajada.- En cambio, siempre fue amable, cuidadoso... y, bueno, lo quiero mucho.

Asentí, tratando de ocultar mi sorpresa. Emilia era mucho más perceptiva de lo que había pensado.

Emilia: Y vos?? Cómo conociste al Tomi? -Preguntó con intriga.-

Olivia: No sé... Fue raro... Lo conocí un día yendo al almacén a comprar y él estaba fumando con un grupo de otros pibes. Después sentí como me desmayé y aparecí acá.... -Le confesé en voz baja.-

Emilia se quedó en silencio por un momento, procesando lo que acababa de decir. Sus ojos se abrieron un poco, como si comprendiera la magnitud de mi confesión. Después, inclinó la cabeza ligeramente hacia un lado, estudiándome con una mezcla de sorpresa y preocupación.

Emilia: O sea que te desmayaste y apareciste acá? -repitió lentamente, asegurándose de que había entendido bien.- Y no te acordas nada más de ese día?

Negué con la cabeza, sintiendo una ligera incomodidad al recordar lo confuso que había sido todo.

Olivia: No mucho... Solo flashes de situaciones. Me acuerdo de que había vuelto de la casa de una compañera de la facultad y fui a comprar algo para cenar, de haberlo visto fumar, y después haberme desmayado de la nada. Después de eso todo es borroso hasta que desperté en la cama de Tomás. Desde entonces, me ha cuidado... pero nunca me dijo realmente por qué estoy aquí.

Emilia me miró fijamente y se quedó en silencio por un momento, y luego, con una expresión de comprensión, continuó hablando.

Emilia: Entiendo. Es diferente entonces. Si Tomás te secuestró, eso cambia las cosas. Eso puede ser más complicado porque no se trata de una manipulación de recuerdos, sino de un acto de control.

Olivia: Lo que no entiendo es el por qué haría algo así? -pregunté, sintiéndome aún más confundida y asustada.- Qué podría haberlo llevado a hacer algo tan extremo?

Emilia pensó unos segundos antes de responder, su expresión mostrando una mezcla de preocupación y reflexión.

Emilia: Es difícil saberlo con certeza sin conocer todos los detalles... pero a veces los vampiros toman decisiones basadas en sus propias razones, que para nosotros pueden parecer incomprensibles.

Asentí sintiendo que Emilia tenía razón. Aunque estaba confusa, sabía que necesitaba enfrentar a Tomás para obtener las respuestas que buscaba.

Olivia: Gracias por escucharme y por darme tu perspectiva Emi.

Emilia: No es nada. Si necesitas más apoyo o simplemente quieres hablar, estoy acá para lo que necesites.

Ya habían pasado varias horas desde que Mauro y Emilia llegaron. Así que decidieron despedirse de nosotros para volver a su cara, y con Tomás nos levantamos para acompañarlos a la puerta.

Emilia y Mauro se despidieron con un último gesto simpático, y mientras se dirigían hacia la puerta, con Tomás los acompañamos hasta la salida.

Qué capítulo tan pija dios mío.