Capítulo 36

83 6 1
                                    

Después de varias horas charlando y riéndonos de pelotudeces con Mauro, él tuvo que irse a su casa porque ya era tarde.

Mauro: Bueno, ya me voy yendo porque ya es tarde y la Emi me está esperando. -Dijo levantándose del sillón.-

Con Tomás también nos levantamos para comparar a Mauro hasta la puerta. Bajamos las escaleras y antes de abrir la puerta Mauro dice:

Mauro: La pasé re bien chicos. Gracias por la buena onda y el buen servicio. -Dijo refiriéndose a la comida.- Y vos, -Dijo señalándome con su dedo índice a mí.- Me caíste súper piola. La próxima la traigo a la Emi así se conocen y charlan un rato.

Olivia: Dale. -Dije entre leves risas por la forma en como lo dijo. -

Después de eso Mauro nos saludó a Tomás y a mí y se fue hasta su auto. Mientras nosotros lo miramos hasta que subió a su auto y arrancó.

Nos quedamos un momento en la puerta, mirando cómo el auto de Mauro se perdía en la distancia y después cerramos la puerta.

Tomás: Y? Como te cayó Mauro? -Preguntó mirándome con una sonrisa y agarrándome de la cintura.-

Olivia: Re bien. Es re buena onda. -Le respondí.-

Tomás: Te dije que te iba a caer bien. Ojalá la próxima vez la traiga a Emilia, ella también te va a caer bien.

Olivia: Si ojalá, la quiero conocer.

Apenas se fue Mauro ambos fuimos a bañarnos, primero fui yo y después fue Tomás, y nos fuimos a la habitación ya que ninguno de los dos tenía hambre como para cenar.

Ya en la habitación, nos tiramos en la cama mientras charlábamos. Yo me encontraba sentada sobre las piernas de Tomás mientras que él me abrazaba.

Olivia: Tomi.

Tomás: Que pasó?

Olivia: Mauro me contó la verdad sobre los gritos que escuché... No hacía falta que hagas algo así por algo que fue mi culpa...

Tomás: No fue tu culpa. Fue la de Alejo. -Dijo serio.-

Olivia: Aprecio mucho el hecho de que te hayas preocupado así por mí..., pero no era necesario...

Tomás: Si era necesario. Alejo hizo algo que no tenía por qué hacer, y si hay algo me preocupa es verte bien, y si eso significaba tener que ponerle los límites a Alejo, lo iba a hacer sin pensarlo dos veces.

Olivia: Quiero agradecerte por lo que hiciste con Alejo... No hacía falta que te metieras, pero aprecio mucho no solo que me hayas defendido sino que también hayas llegado justo. No sé qué hubiese pasado si no llegabas... -Dije y abracé a Tomás.-

Tomás: No fue nada, lo que importa es que estás bien. -Dijo separándose del abrazo.-

Nos miramos a los ojos por unos segundos y sin decir más, Tomás se inclinó lentamente hacia mí. Me besó con ternura lo cual yo se lo correspondí, sintiendo el calor y la conexión entre los dos. El beso empezó siendo suave y lleno de cariño, pero después de un tiempo se fue intensificando más y más. Transformándose en un beso con más pasión.

El beso se volvió más profundo, y Tomás me abrazó con más firmeza por mis cadera, apretándolas, sintiendo el frío en sus manos. La conexión entre nosotros se hacía más fuerte con cada segundo, y el beso se llenó de esa pasión contenida.

Nos separamos un poco pero solo para mirarnos con una sonrisa antes de volver a unir nuestros labios en un beso que ahora, era más intenso y envolvente. Tomás, con una mirada llena de cariño y deseo, se inclinó hacia mi cuello y comenzó besarlo, dejando un rastro de besos suaves y cálidos. En ese momento sentí un escalofrío recorrer por mi cuerpo mientras que sus labios se movían lentamente sobre mi piel.

El Vampiro - C.R.ODonde viven las historias. Descúbrelo ahora