Capítulo 9

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Al despertarme veo que Tomás ya se había ido. Pero ví que había ropa sobre uno de los sillones de al lado la ventana. Supongo que la dejó él o le dijo Julia que lo haga.

Así que la agarré y me cambié. Era una camisa blanca con boleados y un jean un poco suelto, la verdad que era todo bastante lindo.

Cuando termine de cambiarme escucho como alguien abre la puerta y al darme vuelta veo que era Tomás.

Tomás: Buen día.

Olivia: Hola.

Tomás: Cómo dormiste?

Olivia: Sisi. Gracias por la ropa, está re linda.

Tomás: Ah si eso, de nada. Me alegro que te haya gustado.

Tomás: Además..., te queda hermoso. - Dijo mirándome de reojo con una sonrisa.-

Olivia: Gracias? - Dije desentendida.-

Tomás acababa de decir que me quedaba bien?? Su comentario sinceramente me agarró muy por sorpresa. Una de las personas más odiosas que conocí me dijo eso. La verdad que no me lo esperaba.

Tomás: Bueno, me voy yendo porque tengo cosas que hacer después vuelvo. Te pido que no hagas quilombo otra vez como hiciste ayer porque si lo haces toda la buena onda con la que estoy tratando ahora se va a ir a la mierda. Se entendió?

Olivia: Si...

Tomás: Ese si no me pareció muy convincente... -Dijo poniéndose serio.-

Olivia: Si entendí.

Tomás: Bueno me voy. Ah, y baja y anda para el comedor que Julia preparo algo para que comas.

Olivia: Gracias pero no. Estoy bien, no tengo hambre.

Tomás: Pero no comes desde ayer a la mañana. Tenes que comer sino no voy a poder morderte. Además es malo que no comas.

Olivia: Bueno está bien, ahora bajo.

Tomás: Bueno. Ahora si, nos vemos.

Cuando Tomás se fue, baje y fui a donde Tomás me dijo y ahí en la mesa estaba la comida. Era una fuente de pasta que se veía bastante rico.

Cuando me senté, tomé un buen vaso con agua y empecé a comer. Al ratito aparece Julia.

Julia: Hola Olivia. - Dijo de forma simpática la señora.-

Olivia: Holaa, muchas gracias por la comida está muy rico.

Julia: Me alegro mucho señorita.

Olivia: Podes decirme Livie, no hace falta que me hables formal. -Dije riéndome de forma incómoda.-

La verdad que no me gusta que se dirijan a mí con tanta formalidad.

Julia: Esta bien. Pasa que el señor Campos me lo ordenó porque quiere que la llame así.

Olivia: Ohh, no importa mientras él no lo sepa no pasa nada. Podes llamarme como él dijo cuando esté entre nosotras pero si el no está podes decirme Livie o como quieras por mi no hay problema.

Después de eso nos quedamos charlando un rato y me contó que Tomás había tenido una infancia bastante dura su madre murió por una enfermedad y su padre en cambio, a los pocos años de la muerte se madre, lo encontraron muerto a unos kilómetros de esta misma casa y que al no tener hermanos u otros familiares cercanos que lo cuiden ella al ser su niñera desde que él era bebé, se encargó de él hasta que cumplió los 18 años.

Después de que me haya contado eso sentí un sentimiento de lástima hacia él pero no la suficiente para que mi bronca y rechazo hacia él por secuestrarme se vaya.

Cuando terminar de comer ayude a Julia a llevar los platos a la cocina. Al principio ella negó mi ayuda pero al insistirle de que no había problema terminó aceptando.

Ya en la cocina también le había contado que Tomás no solo había sufrido de la muerte de sus padres cuando era niño sino que además también había sufrido mucho bullying de parte de sus compañeros en la primaria y eso hizo que sea así de frío y cerrado con las personas.

Después de eso volví a la habitación de Tomás a esperarlo como él me había dicho. Sinceramente después d eso que Julia me contó no tenía muchas ganas de llevarle la contraria así que me quedé sentada en la cama pensando para procesar todo. La verdad que él realmente había tenido una infancia dura. Pero repito, eso no justifica haber secuestrado a una persona.

El Vampiro - C.R.ODonde viven las historias. Descúbrelo ahora