Capítulo 30

74 10 9
                                    

Al despertarme noté que Tomás no se encontraba a mi lado y al buscarlo con la mirada noté que tampoco estaba en la habitación, lo que me pareció raro porque siempre que me despertaba él se encontraba a mí lado aunque ya se estuviera despierto.

Pero de todas formas deje de lado eso y me fui al baño a hacer mis cosas y después me fui a cambiar para volver a la habitación un rato hasta que me agarre hambre y bajé a desayunar algo.

Me puse un short de jean con un cinto y una camisa suelta con escote, de color blanca con unos bolados delicados y que no se abrochaba con botones como una camisa normal, sino que con un hilo, era media con estilo de los 2000s y con eso me puse unos borcegos marrones oscuro.

Al terminar de cambiarme volví a la habitación a hacer nada por un rato hasta que me hambre y bajar a desayunar. Pero al poco tiempo, siento como se abre la puerta dejando ver a Tomás. Cuando finalmente entró a la habitación, lo miré con un poco curiosidad. Le pregunté dónde había estado y que si le había pasado algo con su trabajo o no sé, ya que cuando me desperté el ya no se estaba acá.

Tomás: Hola reina. -Dijo acercándose a mí para besarme.-

Olivia: Hola Tomi. -Dije devolviéndole el beso.-
Pasó algo que te fuiste tan temprano? -Pregunté preocupada.-

Tomás sonrió y acarició mi mejilla con ternura antes de responder.

Tomás: No te preocupes, Liv. Tuve que salir temprano para arreglar un par de cosas del trabajo. Hubo un pequeño problema y tuve que ir a resolverlo.

Olivia: Ahh, entiendo... Me alegra que no haya sido nada grave. Pero me asusté un poco cuando me desperté y no estabas.

Tomás: Perdón por preocuparte. Te prometo que la próxima vez te voy a avisar, o te voy a dejar una nota, o te despierto antes de irme.

Olivia: Está bien, no te preocupes. Queres bajar a desayunar conmigo? Yo todavía no desayuné nada.

Tomás asintió y me agarró de la mano para salir juntos hacia el comedor. Mientras caminábamos, me sentí aliviada de tenerlo de vuelta porque en el fondo estaba un poco preocupada por si le había pasado algo grave.

Estábamos desayunando en silencio hasta que  Tomás habló.

Tomás: Livie..

Olivia: Si? -Dije corriendo mi vista para mirarlo a la cara.-

Tomás: Como no pudimos terminar de solucionar el problema que tuvimos, dentro de un rato van a venir dos amigos a terminarlo acá en casa.

Olivia: Bueno, igual no hace falta que me avises es tu casa Tomi.

Tomás: Es que hay un problema... No quiero que salgas de la habitación hasta que ellos se vayan. No lo digo por Mauro sino por Alejo.

Olivia: Por? -Pregunté desentendida.-

Tomás: Es que los dos son vampiros al como yo, pero lo que pasa es que Alejo a diferencia de Mauro y yo no controla sus instintos cuando ve a un humano y además es muy impulsivo y no quiero correr ningún riesgo con que te intente hacer algo a vos. -Dijo en un tono preocupado.-

Yo procesé toda la información lentamente con una mezcla de sorpresa y preocupación, para después responderle. Aunque ya sabía sobre la naturaleza vampírica de Tomás, conocer que alguno sus amigos también lo eran, digo algunos porque Lucas no lo era, y especialmente las características impulsivas de ese tal Alejo, añadía una nueva capa de complejidad y un poco de miedo a la situación.

Olivia: Entiendo.... Gracias por explicármelo. Aprecio que me lo hayas dicho, y tranquilo que me voy a quedar en la habitación.

Tomás: Quiero que entiendas que no es que no quiero que los conozcas o no quiero que te vean, sino que no quiero ponerte en peligro y quiero  evitar a toda costa cualquier riesgo que se pueda. -Aclaró.-

Olivia: Sisi obvio que te entiendo y agradezco que te preocupes así por mi. -Le dije con una sonrisa.-

Tomás asintió, apreciando mi calma y  entendimiento. Después de un breve momento de silencio, decidió continuar la conversación en un tono más ligero para aliviar la tensión.

Tomás: De todas formas, cuando esto termine, me encantaría que conocieras a Mauro en circunstancias menos... "peligrosas".

Asentí riéndome un poco ya que lo último que dijo le causó un poco risa.

Tomás: Él es masomenos como Lucas, estoy seguro que él te va a caer bien, y vos también le vas a caer bien a él. - Dijo mirándome con una sonrisa.-

Después de esa charla seguimos hablando normal hasta que terminamos de comer y llevamos los platos a la cocina. Tomás me dijo que me vaya a la habitación ya que faltaba menos de 20 minutos para que Mauro y ese tal Alejo llegaran.

Tomás me acompañó hasta la habitación,
asegurándose de que estuviera cómoda para después bajar a esperar a sus amigos. Para sentirme más segura decidí, por las dudas, trabar la puerta con llave así nadie que intente pueda llegar abrirla; porque aunque yo confiaba en Tomás, no podía evitar sentir un ligero nerviosismo y miedo por el Alejo ese, dada la advertencia de Tomás me dio sobre su conducta.

Pasaron unos minutos antes de que escuchara unos suaves golpes en la puerta de la habitación. Lo que me sobresaltó ligeramente, pero después escuche la voz de Tomás y me levanté para abrir. Era Tomás, con una expresión tranquila pero un toque de preocupación en sus ojos.

Tomás: Hermosa, ya están acá tanto Mauro como Alejo. No salgas de acá porfa. Si?

Olivia: Si Tomi.

Tomás me dio una sonrisa relajada y me ofreció su mano, probablemente para que me sienta más tranquila, y después me dio un beso y se fue dejándome sola para cerrar la puerta y volver a trabarla con llave.

El Vampiro - C.R.ODonde viven las historias. Descúbrelo ahora