Capítulo 17

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Tomás: No llores más... Tranquila... -Dijo acariciando despacio mi pelo y dejando pequeños besos en el.

Respiré hondo, mientras mis lágrimas seguían saliendo, sintiendo cómo sus caricias y su presencia me calmaba de a poco. Estaba acostumbrada a enfrentar mis problemas sola, ya que había crecido en un ambiente "tóxico" por así decirlo, donde no podía confiar prácticamente en nadie porque peligraba que lo anden contando por ahí como un "chisme" o por el hecho de que se burlen de mí. Eso me había generado una desconfianza muy grande para abrirme a otros o expresarme. Además, no me gustaba tener que depender emocionalmente de alguien y, al mismo tiempo, me daba mucha vergüenza y no sabía cómo abrirme a los demás para expresar lo que sentía realmente.

Pero ahora con Tomás a mi lado, sentí que podía dejar de resistirme y permitirme ser vulnerable una vez y expresarme cómo realmente me sentía.

Tomás: Livie... Perdoname.... -Dijo casi en un susurro y en un tono triste.-

Me llamó la atención que sea la primera vez que decía mi nombre y además en diminutivo.

Tomás: Es que... No sé sabía que t-... -No lo deje terminar.-

Olivia: N-no te hagas problema Tomi.... No te preocupes, está bien.... -Dije con la voz quebrada por el llanto.-

Tomás: No. No está bien. Lo único que tenía que hacer era cuidarte de que no te pasara nada y estés bien y lo hice por demás mal... Solamente quería que te tomes en serio lo que yo te decía pero no quería que me tuvieras miedo....

Sus palabras resonaron en mi cabeza, rompiendo las barreras que había construido a lo largo de los años. Lo volví abrazar, sintiendo cómo una parte interna de mí empezaba a sentirse mejor. Por primera vez en mucho tiempo, no sentí miedo ni vergüenza de hablar algo así con alguien.

Olivia: No... Yo también tendría que pedirte perdón.. Vos me decías que no haga algo y yo desafiaba tus palabras y lo hacía...

Cuando termine de decir eso Tomás me abrazó más fuerte, y en ese abrazo supe que no era un ser tan desagradable como aparentaba todo el tiempo, sino que al igual que a mí le costaba expresarse bien con los demás. A lo mejor, en el fondo, no éramos tan distintos...

Después de un rato largo de estar abrazados en silencio, Tomás se separó un poco para mirarme a los ojos. Sus manos, que antes me acariciaban el pelo, ahora sostenían mi rostro con una suavidad que me estremecía.

Tomás: Prometeme que la próxima vez que sientas curiosidad, quieras saber o hacer algo, me lo vas a decir primero, si? No quiero que nos lastimemos más por malentendidos.

Sin pensarlo dos veces asentí con la cabeza pero me incomodaba un poco el hecho de mantener contacto visual con él. Tenía unos ojos que cuando los mirabas parecían un vacío oscuro pero eran lindos(?).

Olivia: Te lo prometo... Desde ahora en adelante, voy a ser sincera con vos... -Dije regalándole una leve sonrisa.-

Tomás por primera vez sonrió y me dio un beso en la frente.

Tomás: Además, me dijiste Tomi? -Dijo mirándome con una cara de duda que causaba gracia.-

Olivia: Ehhh.. Si?? No te gusta? Si te molesta no te lo digo más... -Dije nerviosa.-

Tomás: No no, al contrario. Quiero que desde ahora me digas así. -Dijo en un tono divertido presionando despacio mi nariz con su dedo índice.-

Me reí bajo por cómo acababa de decirlo, no parecía el Tomás que conocía.

Tomás: Ahora basta de llorar y vení. -Dijo secándome las lágrimas que quedaban en mi cara.-

Tomás me ayudó a acomodarme en la cama y se recostó a mi lado, abrazándome y con una de sus manos tomaba mi mano con delicadeza.

Sentí su calidez y su protección, y eso me hizo relajarme poco a poco. Cerré los ojos, dejándome llevar por la sensación de seguridad que su abrazo me daba. Tomás, o Tomi, como me había permitido llamarlo, parecía haber cambiado en ese instante. Su dureza habitual se había desvanecido, dejando ver a una persona realmente dulce y simpática que también necesitaba ser comprendida al igual que yo.

Tomás: Livie... quiero que sepas que no tenes que enfrentar todo sola o sufrir en silencio.... No quiero que sientas que tienes que esconderte de mí.... Si necesitas ayuda o hablar algo quiero que sepas que podes confiar en mí.... -Dijo despacio y en un tono dulce.-

Olivia: Gracias Tomi... - Le respondí en el mismo tono que el, sintiendo una mezcla de alivio y gratitud. Sentí sus brazos abrazándome con más fuerza, y en ese momento supe que no todas las personas eran iguales, y que no tenía que aguantarme todo sola, ya que no estaba sola, podía empezar confiar en él.

El silencio que siguió, pero fue cómodo, lleno de una paz que no había experimentado en mucho tiempo. Nunca pensé que podía tener algo en común con Tomás o que me podía hacer sentir que tal vez, solo tal vez, podía empezar a confiar de nuevo.

Me acomode mejor en su pecho, más cerca de él, permitiéndome finalmente soltar el último rastro de tensión que me quedaba en mi cuerpo. Por primera vez en mucho tiempo, me sentí segura, querida y protegida, y era un sentimiento que nadie había logrado hasta ahora.

Tomás: Descansa, que hoy fue un día bastante pesado y no quiero que mañana estés cansada. -Dijo besando mi cara.-

Asentí, sintiendo su mano acariciar suavemente la mía. Cerré los ojos y dejé que el sueño me atrapara.

Y mientras la noche avanzaba, Tomás nunca soltó mi mano, como si quisiera demostrarme de que estaría ahí, siempre y iba a dejarme sola.

la noche, me desperté una vez y sentí el brazo de Tomás todavía alrededor mío, su respiración era calmada. Me acomodé de nuevo en su pecho, sintiendo su calor y su seguridad. Me di cuenta de que había encontrado algo más que protección en él había encontrado una conexión, una conexión especial que me encantaba.

Así que decidí cerrar los ojos para seguir durmiendo abrazada a él.

El Vampiro - C.R.ODonde viven las historias. Descúbrelo ahora