1st

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Era el primer día de septiembre y Verónica no tenía muchas horas que había abordado el Expreso de Hogwarts.

muchas cosas pasaban por su mente desde el momento en que abordó el tren, sentía que su vida se habia arruinado, estaba sola en un tren que la llevaría a otra ciudad totalmente diferente con gente desconocida para pasar ahí un año de su vida.

Se sentía decepciónada y sola, así que la gran parte del camino se permitió llorar mientras recordaba lo difícil que fue ese primer mes viviendo solo con su padre en la antigua mansión de sus abuelos en Londres.

Extrañaba su hogar, sus amigas y toda su vida en Rusia. Durmstrang había sido como una casa para ella durante estos años, le dolía dejar todo eso por culpa de su padre.

Él le había dicho a Verónica que solo irían durante el periodo vacacional a Londres para hacer unos negocios con amigos que estudiaron con él en Hogwarts, pero jamás se imagino que ella estaría apunto de pasar un año encerrada en ese viejo castillo en medio de la nada del que su padre tanto hablaba.

Pero todo cambio al entrar al gran comedor del castillo, ella no esperaba encontrarse miles de velas destellando en el cielo nocturno dentro del lugar.
Al entrar sintió una calidez que no había sentido nunca, quizá por el hechizo en el techo que hizo que sus ojos brillen más que las velas flotantes o quizá por los cientos de jóvenes que reían y se veían tan felices de estar con sus compañeros de nuevo.

Rápidamente todo pensamiento de tristeza la abandono e incluso se sintió un poco emocionada de estar ahí. Una profesora de túnica verde hizo que se siente en un banquillo frente a todos y le colocó un viejo y remendado sombrero sobre su negra cabellera.

Minutos después se encontraba sentada en la mesa de Slytherin estrechando la mano de algunos de sus nuevos compañeros. Entusiasmada presenció la selección de los chicos de primer año y comprendió que el sombrero decidía a que casa mandar a cada chico o chica.

Rápido identificó varias cosas que son diferentes en Durmstrang, ahí todo solía ser muy serio y frío. Sobretodo frío. Verónica se sintió melancólica al no llevar su vestido de cuero color rojo vino junto a una capa sobre sus hombros para protegerla de las bajas temperaturas de Rusia.
Eso hizo que su apetito se esfumara y deje su cena a la mitad.

Durante el discurso del director para despedir a todos del banquete ella observó a todos los profesores que estaban en la mesa larga frente a ella.
No le gustaba la idea de tener que lidiar con profesores muy estrictos y sabía que a ese tipo de profesores no les gusta lidiar con ella.
Su mirada se detuvo particularmente en unos ojos negros que pertenecían al hombre sentado junto al director, que ya estaba mirándola a ella.
Aquel profesor no emitió gesto alguno cuando Verónica le sonrió amablemente, así que ella, indignada, rompió el contacto visual y no volvió a mirar en esa dirección.

Después de muchos aplausos, su grupo se dirigió a la sala común en la que estaría su nuevo dormitorio durante todo el curso. Al entrar en su habitación solo se recostó en la cama y con mucho en que pensar prefirió quedarse dormida.

Without you - Severus Snape. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora