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El nacimiento de dos niños.
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El mes restante pasó rápido, Wendy rompió fuente en la nueva casa que el doctor Carlisle compró por el miedo de que su esposa se contagiara por la gripe amarilla, y los miles de muertos que incrementaban ya no solo en el hospital, sino también en las calles, pues, caían de un momento a otro, muertos.
La pelinegra lloró cuando su esposo llegó, y la vió en el suelo, pues, la humana se encontraba trasladando unas fresas con chocolate de camino a la cama.
━━━━ Todo está bien, cariño.━━━━dijo el rubio al tomarla en peso con cuidado, pues, Wendy se quejaba por las contracciones, y también por las fresas con chocolate que terminaron en el suelo━━━━. No te preocupes por eso, ya se limpiará más tarde ━━━━trató de restarle importancia para así calmarla, y hacer que ella se sienta bien, aunque, resultaba difícil al estar ellos dos solos, y con un bebé que ya quería nacer.
━━━━ Me duele.
━━━━ Te preparé para el parto. ━━━━corrió hacia la habitación en dónde tenía todos los instrumentos.
━━━━ ¡Ay!
━━━━ El niño nacerá sano y a salvo━━━━le prometió cuando le habló para que abriera más las piernas, y pujara con fuerza━━━━. Vamos, nena. Tú puedes━━━━le dió ánimos.
Wendy echó su cabeza hacia atrás, y pujó hasta sentir con claridad como su cintura pélvica se comprimía por el tamaño del bebé, y las manos de su esposo que revisaban con urgencia.
━━━━ Ahhh, no puedo ━━━━lloró la mujer.
Carlisle gruñó.
━━━━ Claro que puedes. Ya falta poco.
Wendy negó con la cabeza. Ella jamás se imaginó que estaría en una situación como está, pues, de cierto modo no tenía conocimientos sólidos de como traer un niño. Sin embargo, su esposo estaba tomando toda la responsabilidad desde el momento que supo que su mujer estaba embarazada.
