Pasaron años desde esos escenarios de niñez, ambos chicos fueron creciendo. Lorenzo un chico amable, fuerte y un caballero siempre con las damas y los demás pero a la vez misterioso. Matteo un chico tranquilo, responsable y fuerte por entrenar seguido con su amigo. Ahora los dos eran unos adolescentes, tenían 17 años, casi por cumplir la mayoría de edad y ser considerados adultos. Un día el príncipe estaba paseando solo por el pueblo y en eso que vió como un hombre seguía a una chica.
- ¡Ey! Déjala ahora - rápidamente vió como el hombre agarraba a la chica y con fuerza le dió a ese tipo un gran golpe que lo dejó en el suelo - Eh dicho. . . Que la dejarás.
- ¡¿Pero qué diablos?! - no pudo evitar decir aquel hombre para después el peliblanco dar una orden a unos guardias del palacio que se llevarán a ese tipo.
- ¡Gracias! - agradeció la chica al ser salvada por alguien como el príncipe.
Lorenzo simplemente vió como los guardias del palacio se llevaban a ese hombre y luego su mirada se dirigía a la chica, agarrando su mano para luego darle un ligero beso por educación.
- No hay de que, señorita. Mi labor como príncipe es que todos en el reino estén asalvo y cómodos - respondió el ojiazul para después darse la vuelta y seguir su camino.
El peliblanco regresó al palacio, se dirigió a su habitación pero en el camino se encontró con Matteo en el jardín. Él príncipe veía a su amigo algo pensativo así que se sentó a su lado para hacerle compañía.
- ¿Qué haces aquí? Todavía no es el atardecer, ¿así qué estás pensando en algo? - curioso estaba por saber lo que pensaba su amigo en ese momento.
- Está noche hay un baile aquí en el reino, están preparando todo en la sala de baile. La reina Rosella me invitó, claramente eso es bueno pero no tengo que ponerme - nervioso y algo preocupado, se podía notar eso en su rostro.
- ¿Y te preocupas por eso? Puedes agarrar cualquier traje mío y ya está, eso lo sabes bien - habló Lorenzo tranquilizando a un Matteo muy nervioso - Pero, dime. ¿De qué trata el baile? ¿Por qué mi mamá decidió hacerlo?
- ¿Estuviste fue del palacio toda la mañana? Ya mandaron todas las invitaciones y estaban hablando de esto todos - respondió el ojiverde al escuchar las preguntas de su amigo.
- Eso no es una respuesta a mis preguntas. Y si, estuve toda la mañana paseando por el pueblo.
- Al parecer se te olvidó que día es hoy, amigo - habló Matteo en ese momento mirando fijamente a su amigo - El baile es para celebrar tu cumpleaños número diecisiete.
- ¡¿Diecisiete?! Lo había olvidado por completo. Tantas cosas en la cabeza como para acordarme de mi propio cumpleaños.
- Me pregunto que tantas cosas estarás pensando.
- Conociendo a mi mamá seguramente será a las 8 pm. ¿Qué hora es? - preguntó el príncipe esperando una respuesta.
- Ahora que lo preguntas pues no he visto la hora. . . - miró la hora en un reloj cercano - Son las 3 pm, todavía hay tiempo.
- Que bueno, no quería cambiarme de atuendo ahorita. . . - habló el ojiazul y sonreía un poco a través de la máscara que tenía puesta.
En ese momento un mayordomo se acercó a los dos chicos, ahí en ese momento se dirigió al príncipe para darle un aviso.
- Joven príncipe, la reina Rosella solicita su presencia en el gran salón. Quiere hablar de algo con usted - habló el mayordomo para después ver al príncipe llevarse de su lugar y dirigirse a dónde estaba su madre.
Lorenzo fue a la sala principal dónde se encontraba su madre planeando y organizando todo para el baile. Él en ese momento abrió la puerta para entrar y luego caminó hacia su madre.
- Me mandaste a llamar, madre? - preguntó el peliblanco observando a su madre.
- Ay, si, hijo. Estoy algo ocupada organizando algunas cosas pero, tengo un tiempo para decirte unas cosas. - respondió Rosella mirando a su hijo y luego de eso su mirada se tornó algo seria - ¿Sigues con esa máscara? ¿No te la puedes quitar hoy? Hay un evento importante.
El ojiazul simplemente se le quedó mirando a su madre de una manera también seria - No, no puedo, madre. No importa si es un evento importante. Hago todo lo que tú me pidas pero menos quitarme la máscara - respondió Lorenzo seriamente.
- ¿Pero por qué no, hijo? Quítate la. . . La gente hace chismes o rumores de que escondes algo bajo la máscara - exclamó Rosella preocupada.
- ¿Entonces estás diciendo que te preocupas por lo que los demás piensan? ¿Es eso? Mejor no me digas nada, no me voy a quitar la máscara - respondió el príncipe dándole la contraria a la reina pero él en ese momento también sentía que tenía la máscara puesta por otra razón.
Lorenzo ahora con diecisiete años pensó durante todos esos años cuál era la verdadera razón por la que seguía con la máscara. Él pensando al final pudo llegar a la conclusión de que no solo era para mantenerse misterioso en el reino, sino más importante porque era la máscara que la princesa Isabella le había dado cuando eran pequeños, capaz si sentía algo de aprecio o quien sabe. . . Quizás otra cosa pero si sabía que la seguía teniendo puesta por ella y él al pensar en ella sonrió un poco debajo de esa máscara.
- No se que voy a hacer contigo, hijo - dijo la reina mientras que ya no sabía que hacer para intentar convencer a su hijo que se quitará la máscara.
- Mejor me voy, mamá. . . - dijo el peliblanco para después darle una última mirada a su madre y darse la vuelta para salir del gran salón.
Las horas pasaron y junto a eso pronto era la hora del baile. Ambos chicos estaban en la habitación viendo que ropa elegir, o bueno. . . Matteo viendo que prenda vestir, ya que Lorenzo ya estaba casi listo, solo esperando a su amigo.
- ¿Ya te apuras? No puedo creer que te estes demorando por un simple traje - habló el ojiazul al ver a su amigo dudar un poco de la ropa.
- Ah, si. Perdón, es que estoy algo nervioso - respondió Matteo algo nervioso pero al final eligió algo adecuado y se cambió rápido.
Lorenzo al mirarlo se quedó algo sorprendido al verlo pero luego le dió una sonrisa - Vaya. . . Ahora sí que te ves bien.
- ¿Qué? ¿Estás diciendo que antes no me veía bien? - preguntó Matteo sorprendido por la respuesta de su amigo.
- No, claro que no. ¡No quise decir eso!
- Bueno, bueno. Lo que sea. Ahora debemos irnos al baile - dijo el pelinegro con una sonrisa y en eso se acordó de algo - Cierto, casi me olvido mi máscara. Escuché que la reina iba a hacer un baile con máscaras.
- ¿Y por qué? - preguntó el príncipe.
- Como no pudo convencerte de que te quitarás la máscara pues hizo un baile de máscaras. Todos llevarán puesta una.
- ¿Así? Pues entonces yo ya me adelanté hace 8 años - bromeó en ese momento riéndose un poco y viendo a su amigo reír también - Bueno, hay que apurarnos. A las chicas no les gustan cuando las hacen esperar.
- ¿Espera qué? No creo que. . .
- Mejor vayamos ya.
- Está bien. . .
Ambos salieron de la habitación ya listos para dirigirse al gran salón donde justamente antes era el salón de bailes importantes. Ahí Lorenzo y Matteo vieron a los invitados llegar, uno tras uno. Pronto todo el salón estaba lleno de personas importantes y también de gente común, aún así no era un problema para nadie. El príncipe Lorenzo era conocido también a veces por su buena memoria, así que iba viendo y reconociendo a cada persona y así recordando quienes eran, hasta que vió al rey Louis y a su hija la princesa Isabella con máscaras dirigiéndose hacia ellos y su madre.
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Una Rosa Delicata Tra Le Spine
Random"Dicen que cada rosa tiene sus espinas. Bueno. . . Muéstrame las tuyas y verás unas manos dispuestas a sangrar"