Lorenzo y Matteo veía al rey Louis y la princesa acercarse a ellos, el peliblanco al verla en especial a Isabella pudo recordar todavía ese momento cuando eran niños y sobre todo que seguía utilizando la máscara que ella le dió. Matteo se pudo dar cuenta que su amigo estaba algo nervioso y además porque hace tiempo que no los había visto. La princesa Rossi al verlos no los recordaba muy bien, en especial al príncipe pero aún así los saludó adecuadamente.
«Está claro que no se acuerda de mí» dijo para si mismo en sus pensamientos mientras que le daba un beso en la mano a Rossi como un saludo - Es bueno verla aquí, señorita Rossi. . . - habló Lorenzo mirándola con algo de seriedad.
- Si, también bueno verlos a los dos - dijo Rosella saludándolos con una sonrisa.
- Si, muy bueno volvernos a encontrar, Rosella - respondió el rey Louis saludando a los tres con una sonrisa.
En ese momento todo iba bien hasta que Lorenzo y Matteo vieron como las demás personas seguían viniendo y los saludaron a cada uno. Una hora después el príncipe se encontraba ahora en la terraza, estaba solo y viendo la luz de la Luna esa noche, pronto alguien llegó y el peliblanco se sorprendió al escuchar su voz.
- ¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar en tu fiesta? - preguntó Rossi acercándose a él lentamente.
- ¿Me creerías si te dijera que no quiero estar ahí? - preguntó ahora el ojiazul como respuesta mientras que daba una leve sonrisa por lo que dijo pero aún así se quedó en dónde estaba viendo como ella se acercaba.
- Aunque no lo creas. . . Diría que si.
- ¿En serio? - respondió con algo de sarcasmo pero aún así siguió mirándola algo sorprendido por su respuesta - Bueno, no me esperaba esa respuesta y también que tampoco esperaba que estuvieras aquí.
- Se supone que debes estar en el gran salón, de todos modos eres el cumpleañero, debes ser el centro de atención - habló Rossi desviando la mirada por unos leves momentos, como si estuviera algo preocupada o con tristeza.
Lorenzo se dió cuenta de la mirada de la princesa, así que soltó un suspiro leve para después la comisura de sus labios se levantaron un poco.
- La verdad, princesa, es que no me interesa ser el centro de atención. Odio que me miren todo el tiempo y. . . - En ese momento se movió un poco más cerca a aquella doncella para acomodarle un mechón de su cabello castaño - Le prometo que todo el tiempo que esté en mi reino. . . - se acerca a su oído - la voy a proteger. . .
Rossi se sorprendió al sentir al príncipe cerca y como acomodó su cabello, él podría ver como los ojos color miel de la princesa expresaban sorpresa y solo se alejó un poco.
- Lo siento. . . No quise incomodarte. . . - habló desviando un poco la mirada sin decir nada más.
Ella si se dió cuenta de como él desvió su mirada, aún debajo de la máscara que llevaba y eso le dió más curiosidad. . .
- Por cierto. . . Por qué llevas esa máscara? Tenía entendido que solo el cumpleañero no debía llevar máscara. . . - habló algo curiosa.
- Eh? Pues. . . Simplemente también quise tener una máscara. Aparte que no me gusta que me miren.
- Oh. . . Claro, entiendo. - respondió con un tono tranquilo y una leve sonrisa al escucharlo hablar, talvez le era relajante platicar con Lorenzo.
En ese momento Matteo llega algo agitado por correr y buscar a el príncipe por casi todo el castillo, y al parecer parecía como si algo no iba bien.
- Lorenzo! Debes apurarte! El baile está apunto de comenzar y tu madre me mandó a buscarte. - habló Matteo con la respiración algo agitada por correr y buscarlo por todo el castillo.
- Vaya, creo que me olvidé del baile por completo - se llevó una mano a la cabeza al recordar eso y rápidamente vió a la princesa - debemos regresar al gran salón, princesa.
- Ah! Y también me mandaron a buscar a la princesa Rossi, su padre la está buscando.
- Mm? A mí? Bueno, iré rápidamente con él.
Los tres se dirigieron rápidamente al gran salón donde ahí todos estaban comenzando a reunirse ya que en ese momento el príncipe debía elegir a alguien con quién bailar, aunque él todavía no sabía con quién bailar hasta que su mirada se dirigía hacia Rossi y Matteo, su amigo. Lorenzo comenzaba a dudar con quién bailar aunque sería lago gracioso que eligiera a su amigo, de todas maneras siempre hacían cualquier locura que se les ocurra.
- Se supone que debes elegir a alguien ya. . . - dijo la reina Rosella intentando ocultar tu enojo por la leve ausencia de su hijo, así que lo empujó un poco para animarlo a elegir a alguien.
Todos se quedaron sorprendidos al ver cómo el príncipe Lorenzo se acercaba a Matteo y a la princesa Rossi, pero se sorprendieron más cuando vieron al joven príncipe extenderle la mano a su mejor amigo.
- No te rías, Isabella, no te rías - pensó para si misma evitando reír en el momento que vió a Lorenzo intentar bailar con su amigo.
- Ayúdame. . . No sé cómo invitarla a bailar - susurró en el oído de su amigo con nervios.
- Chistoso, no esperaba esto pero con gusto te ayudo - dicho y hecho empezó a ayudarlo dejándolo cerca de ella con unos pasos y cuando todo estaba listo le soltó de la mano.
El ojiazul se acercaba lentamente a la pelicastaña y le extendía la mano, mirándola con un leve sonrojo de nervios en sus mejillas debajo de la máscara. Ella le dió su mano, entonces lentamente empezaron a bailar dejando a todos sorprendidos por el lindo baile que hacían y por supuesto parecían una linda pareja.
- No esperaba que me sacarás a bailar está noche. . . - dijo con tranquilidad mirándolo fijamente.
- Es que no tenía a nadie más con quién bailar aparte de Matteo. Sé que es algo raro pero, la única que me importa en toda este salón eres tú - dijo en leves susurros sin que nadie le escuchará - Ya te lo dije, mientras estés en mi reino, te voy a proteger.
En el transcurso del tiempo, al paso que bailaban, se podía notar la diferencia de altura entre los dos. Lorenzo medía 1.80 cm, era más alto que ella ya que Isabella media 1.65 cm para la edad de 13 años, ya casi 14. Al final del baile, todo terminó bien, hasta los invitados se fueron felices de la fiesta y lo mejor es que el rey Louis y la princesa Rossi se iban a quedar esa noche.
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Una Rosa Delicata Tra Le Spine
Random"Dicen que cada rosa tiene sus espinas. Bueno. . . Muéstrame las tuyas y verás unas manos dispuestas a sangrar"
