SHOGANI ||SANZU HARUCHIYO||

19

Kazu Nakamura, 2006, 19 años. Aeropuerto de Londres Inglaterra.

Estamos en el aeropuerto con mi papá y hermano, nos hacen compañía mientras esperamos el avión.

—Tengan, por si les da hambre en el avión, para la escuela de Haruchiyo, para que salgan a divertirse, se compren ropa, para comida, para lo que quieran y para emergencias. — Menciona mi papá dándome varios sobres con dinero dentro, cada uno con nombres para lo que son. Haruchiyo se sorprende y solo que queda viendo los sobres en mi mano luego a mi papá y a mí, así repetitivamente.

—Papá, sabes que yo tengo mi dinero, ya te lo he dicho muchas veces.

—Y todas esas veces te he dicho que lo hago porque quiero, el dinero me sobra y a ti igual hija. Haruchiyo, si Kazu no te da de este dinero cuando se lo pidas, llámame y yo hago que te el doble, si?

—Si señor.

—Lo ves hija? Él no se queja.

No, no se queja porque tú lo concientes más que yo, yo le cuido el dinero y tú haces que tire el dinero.

—Papá, tiene 16 años, no necesita tanto dinero.

—Tu gastabas más de lo que te acabo de dar a los 11 años.

—Si, pero yo lo estoy educando, tú lo estás malcriando.

—No es verdad, este dinero se lo darás cuando él lo pida pero solo si se lo merece, si no lo hace no se des. Haz que lea un libro y dale mil, por cada libro que lea dale mil, buenas notas dale mil, es simple.

Ya que.

—Ya veré qué hago.

— Se solicita que los pasajeros del avión xxx del vuelo xxxxxx con destino a Tokio, Japón comiencen a ir a las entradas principales.— se escucha una bocina anunciando nuestro vuelo así que nos despedimos de mi padre y hermano para irnos.

Una vez en el avión, cada quien entretuvo como quería y después de 14 horas por fin llegamos. Cuando llegamos nos fuimos a la casa y llegamos a dormir.

A la mañana siguiente desperté a Haru para ir a la escuela, batallé un poco ya que estaba tan cansado que no quería ir, pero logré despertarlo cuando termine de prepararle el desayuno el llegó al comedor para sentarse, está tan cansado que parece que se quedará dormido, me gustaría dejarlo faltar pero no puedo. Cuando termina coloca sus trastes en la cocina y se va a su cuarto por la mochila, vuelve y se sienta en el escalón de la entrada para ponerse los zapatos.

—Ya me voy! Te veo al rato.

—¿No quieres que te lleve yo? Así podrías dormirte en el camino.

—No gracias, estoy bien, caminar ayudará a despertarme.

—De acuerdo. Suerte, que tengas un bonito día.

—Gracias, adiós.

Pobrecito mi niño.

Sanzu Haruchiyo, 2006, 16 años, Tokyo, Japón, Shibuya.

Conecto el cable de mis audífonos a mi celular y me coloco uno para estar al pendiente de lo que me rodea y escuchar música mientras voy caminando a la escuela y después tomar el tren a Tamagawa Academy IB Programmes, mi escuela y tal vez así poder despertar un poco más rápido.Todo iba perfecto, ya estaba en la entrada de mi escuela y escuché sus voces, sus molestas voces diciendo mi nombre, estúpidos Haitani.

—Oye Sanzu! ¿Qué haces aquí? No sabíamos que vienes a la escuela, ¿Verdad Rindou?—Dice Ran para finalizar con una risa.

—Es cierto, ni siquiera sabía que sabes leer Sanzu —Continua Rindou con más risas.