dirty talk [Poohpavel]

CAPITULO 4

Pooh pasó en su auto a buscarlo, lo besó como bienvenida y disfrutó del viaje hasta el restaurante. El chico no notó ningún cambio en su novio, sólo que estaba resultando bastante pegado a él, digamos que un poco más de lo normal.

A pesar de preguntar porqué la repentina cita, pavel logró distraerlo de ello, sacando otro tema de conversación. Para su suerte, Pooh se distrae rápidamente de todo.

Tenía su noche planeada: una cena tranquila, luego ir por bebidas y provocarlo con algún baile hasta llegar a su habitación de hotel donde finalmente obtendría lo que quería. Pavel creía muy firmemente que esta vez se cumpliría.

Lo que no planeó fue a ese estúpido mesero. Al llegar, sonrió de más, cuando los guió
a la mesa logró notar su roce con el brazo
de pooh, también a sus ojos lujuriosos mirando lo bien que vestía su novio. Pavel  estaba que sacaba humo por las orejas, y el
idiota de Pooh no entendía porqué.

—¿Quieres otra mesa? —le preguntó tomando su mano con calma.

—No, estoy bien aquí.

—¿Seguro? No me molestaría ir a otro lado.

—Pooh, estoy bien.

El menor no preguntó más. Se centró en
el menú del lugar y a penas sí lo miraba, Pavel se quería golpear con fuerza. Nada estaba resultando.

—Necesito ir un momento a el baño — murmuró el azabache mas bajo. Pero entonces se golpea accidentalmente con
el mismo mesero que traía sus bebidas, haciendo que las copas se vaciaran sobre el pobre chico—. ¡Lo siento mucho!

El mesero estaba sorprendido, pero dejaba que pooh intentaste limpiar el desastre con algunas servilletas de papel. Se notaba su satisfacción, al menos para pavel

—Lo estoy empeorando, lo siento, lo siento. — seguía pooh

Pavel se levanta finalmente, apartando a pooh del chico.

—Pagaré el desastre y nos iremos, no se preocupe —dijo con total seriedad—. Una disculpa por el inconveniente.

—Oh, está bien. No se preocupen que esto pasa muy seguido. Sólo debo ir a cambiarme.

—Déjeme ayudar con la limpieza — pooh enrojeció al ver el rostro de ambos—. Quiero decir, el suelo, sí, está mojado. Iré por una escoba o lo que sea. —se alejó rápidamente antes de que pudieran decir algo.

—Tu hermano es lindo. —comentó el mesero, sus cejas levantadas.

Pavel quería golpearlo.

—Sí, él es lindo —asintió sonriendo. Luego Pooh vino con una chica que parecía ser la encargada de la limpieza, ella se puso a trabajar en seguida—. Amor, vámonos. — manos en su cintura y dejó un beso en los labios contrarios. Por supuesto no debía de ver al estúpido mesero para saber que estaba sorprendido.

Y así, pavel terminó por dejar que pooh pagara el desastre porque decía que fue su culpa. Definitivamente su noche estaba empeorando.