AHORA Y SIEMPRE.

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Los chicos habían decidido reunirse en el edificio de Bonten, el primer grupo en llegar fueron los que estuvieron dentro del edificio.

Las puertas del ascensor se abrieron para dar paso a al primer grupo en llegar.

Vaya, y yo que pensé que asaltar el ministerio de defensa iba a ser más interesante_ se quejaba South.

Todavía sigo pensando que hubiera sido mejor ir con los tiradores_ dijo Sanzu

Te apoyo_ dijo Shion.

Dejen de quejarse_ los regaño Draken

Cierto, si se portan bien y hablan con Yamagishi, tal vez el deje cazar con él a los oficiales que estuvieron en la reunión con Shino_ dijo Chifuyu, la palabra de Chifuyu parecieron animar al trio, porque se callaron.

Hablando de Yamagishi ¿Cuándo lo despertaran? _interrogó Shinichiro mirando al líder de Bonten.

Esperemos que todos estén y que lleguen los demás _ dijo Takemichi, los chicos estuvieron de acuerdo.

No habían pasado quince minutos cuando llegaron los tiradores, las puertas se abrieron para dejar ver a un grupo de jóvenes los cuales estaban riendo.

Oh, mira, al parecer la diversión no para para ellos_ dijo con sarcasmo Shion, llamando la atención de los recién llegados.

Hola _ saludo Makoto mientras entraba a la habitación y ponía su rifle en suelo apoyado en la pared.

Ni cinco minutos despues llegó el último Grupo, que constaba de Ryusei, Shu y Karina, Satou caminó hasta el sofá donde estaba Chifuyu en medio de Baji y Kazutora, y se puso detrás del rubio, mientras que Karina se dirigió hacia la cocina.

¿Alguien quiere té? _ interrogó la doctora _ traje pasteles de la cafetería en la que estábamos _ dijo haciendo que la mayoría la mirara impresionado.

Oye, ¿estabas trabajando o comiendo? _ interrogo Muto

Oye, no me culpes, los postres del lugar son deliciosos, si me iba a sentar ahí y verlos a ustedes hacer el trabajo por lo menos podía comer algo_ dijo la mujer _ también, sigue hablando, y no te daré del pastel de chocolate con fresas que traje_ como si fuera magia, Muto no volvió hablar, haciendo que la risa llenara el lugar. Sanzu miró a su pareja y sonrió, luego se levantó de la silla en la que estaba y siguió a la mujer hacia la cocina.

¿Qué tanto trajiste? _ interrogó el rubio platino revisando el paquete que la mujer había puesto en la isla de la cocina, la mujer lo miro con el ceño fruncido, en todos los meses que había estado con los chicos, no se había enterado de que el rubio fuera amante a los dulces, de hecho, no lo tenía como un amante a los dulces, teniendo en cuenta su adicción a las drogas, esto le es raro. La mujer no dijo nada en cambio quedo impresionada ante el brillo en los ojos del chico cuando sacó el único pastel de arándanos que había traído, luego lo vio buscar entre los gabinetes de la cocina, y luego sacó el pote de miel, y lo agregó al pastel.

Gracias_ dijo el rubio mientras salía de la cocina con el pastel en mano dejando a una rubia consternada.

Ese pastel era para Keizo _ susurró la mujer rubia, ella había traído especialmente un pastel de arándanos para Benkei, mientras que a Takeomi le trajo uno de café, ya que este no era muy amante a los dulces.

¿Oye, qué comes? _le preguntó Muto a su novio cuando se sentó a su lado, los chicos volvieron la mirada hacia la pareja.

Pastel _ dijo el rubio mientras se metía un pedazo a la boca.

¿No has estado comiendo demasiados dulce últimamente? _ interrogo Senju a su hermano, recibiendo una mirada venenosa de parte de su hermano.

Cállate _ dijo el rubio

Es cierto Sanzu _ dijo Emma _ solo esta mañana estabas comiendo un helado con crema de Chocolate, y azúcar _ dijo la chica haciendo que los demás frunzan el ceño y miren al rubio.

¿Qué eso que tiene el pastel? _ interrogó Muto al ver el espeso liquido encima del postre

Miel _ dijo el rubio ignorando a todos.

Sanzu ¿has estado tomando tus pastillas? _ interrogó Mikey, el rubio platino frunció el ceño

Para que mierda tomarlas, ya ni efecto hacen _ gruño el rubio, y siguió comiendo el paste, mientras se apegaba más a su novio, el cual frunció el ceño.

No paso mucho tiempo ante de que Karina saliera de la cocina con una bandeja de tazas de té.

¿Alguien podría ayudarme a traer las otras bandejas? _ interrogó la rubia, Mitsuya, junto Emma, Takeomi y Shinichiro se pusieron de pie y caminaron hasta la cocina. Sanzu le entregó lo que quedaba de pastel a Muto y se movió hacia la mesa donde Karina había puesto la bandeja de té, tomó un tasa y le agrego tres cucharadas tres cucharadas de azúcar, cuando estaba a punto de agregar la cuarta, la doctora le quitó la cuchara y luego el té.

Está comiendo demasiado dulce_ lo reprendió _y no solo es ahora_ el rubio rodo los ojos.

Metete en tus asuntos_ le dijo luego le quieto la tasa y caminó hasta su lugar al lado de su novio, el cual le entregó el pastel y este siguió comiendo.

Chifuyu miró a Sanzu con los ojos entrecerrados, el rubio se puso de pie y caminó hacia su habitación, un par de minutos después volvió con dos paquetes en manos y se los entregó al rubio, el cual lo miro con extrañeza.

¿Qué es esto? _ interrogó el rubio recibiendo los paquetes y destapándolos, dejando ver dos pruebas de embarazo.

Los chicos pudieron ver a Muto atragantarse con el paste de fresa y chocolate que Karina le había entregado.

Pero que mierda _ dijo el rubio platino y miró al más joven. _ ¿Qué carajo estas tratando de decirme?

No estoy tratando de decirte nada, pero si lo que ellos dices es verdad, deberíamos descartar opciones, y pues esta es la primera que se ma ocurrió _ dijo Chifuyu encogiéndose de hombros. La vista del resto de los ejecutivos estaba puesta en el rubio de cabellos largo, el cual frunció el ceño, miro su té y pastel, luego miro a su novio.

Reza para que esta mierda salga negativa_ dijo antes de pararse y salir de la sala de estar, dejando un silencio, pesado en la habitación.

La mirada de Takeomi se posó en Muto _ Harushiyo tiene razón; reza para que salga negativo o juro que te matare _ dijo el mayor, el ejecutivo de Touman no dijo nada, él estaba más concentrado en el camino que había tomado su novio.

Los siguientes cinco minutos fueron los más largos que Yasuhiro Muto ha vivido en toda su vida, y no solo los más largos también los más malditos agonizantes cinco minutos; el rubio podía sentir los ojos de cada uno de los ocupantes de la habitación puestos en él.