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¿Están seguros de esto? _ el representante mexicano habló a su compañeros burócratas que se encontraban en una gran habitación mientras veían a los soldados de elite de sus países que fueron escogidos para la emboscada que le harían a Touman y Bonten ese día, el castaño tenía sus dudas para hacer ese trabajo, no habían visto a la mujer desde que les dijo que hacer en la reunión.

No podemos echarnos para atrás, un pequeño ejercito de un poco mas de quinientos hombres para este trabajo, ya todo esta arreglado _ dijo el estadounidense, el mexicano frunció el ceño.

Esperón que estén preparados_ la voz de la mujer llamó la atención hacia ella, los gubernamentales fruncieron el ceño.

¿Dónde has estado? _ habló el ministro Japones, la mujer lo fulminó con la mirada

Eso es algo que no te importa _ dijo, mientras los chicos dormían puse un pequeño sello, será temporal, pero eso evitará que sus habilidades funcionen eso les da por lo menos un par de horas más.

¿Qué? ¿tan poco? _interrogo el japones

Podría hacerlo mejor, pero no quiero arriesgarme a entrar en un contacto directo con ellos_ dijo la mujer con el ceño fruncido, había planeado llevarse a los lideres y esconderlo en una de las cavernas en lo profundo del mar, con una daga y un sello para evitar que fueran rastreado por sus compañeros. Pero Uzanagi le prohibió acercarse a ellos, por lo cual ahora lo único que puede hacer era esto y esperar que de alguna manera uno de estos humanos cumpliera su plan. La mujer estaba ofendida, eso humanos se habían osado robar el poder de una deidad y además de irrespetarlos, utilizándolo a su antojo, eso debía ser castigado.

Aprovechen el tiempo y centren su captura en los lideres, necesito que los aísles y los mantengan dormidos, para ellos tengo algo especial, pueden hacer lo que quieran con los demás_ dijo la mujer y luego desapareció.


La mujer apareció en el templo Musashi, se mantendría alejada pero no lo suficiente.

Te dije que no te acercara a ellos_ dijo el peliverde enojado

No me acerque, estoy dejando que lo humanos trabajen con un poco de mi ayuda_ dijo la mujer _merecen ser castigados por sus pecados.

Uzanagi rodo los ojos, su hermana tendía a ser demasiado vengativa, Meral era su hermana menor, ella era bastante impulsiva y ella manejaba la realidad. Uzanagi había comentado lo que había pasado a sus hermanos en una conferencia, todos habían llegado al acuerdo de mantener al grupo vigilados, pero de mantenerse alejados de ellos, no querían que por alguna extraña razón ellos terminaran absorbiendo sus poderes, solo por intentar acercarse a ellos. A pesar de que Uzanagi había hecho un sello, este solo le permitía estar cerca de ellos, pero en caso de que decidiera usar su poder cerca de ellos este seria absorbido. Así que dijeron que los dejarían ser despues de todo esto fue culpa de ellos también, podría decir que es un castigo divino para ellos mismos, pero Meral no lo tomo bien.

Uzanagi estaba preocupado, su hermana no estaba haciendo las cosas mas fáciles, sus hermanos estaban enojado, es normal para una deidad hacer este tipo de juego con los humanos, literal toda deidad en la existencia lo hace; ellos mismo saben que vigilar algo tan repetitivo como la vida humana es aburrido de hecho muchos de ellos intervienen algunas veces, pero nunca había sucedido que un humano robara el poder de una deidad, de hecho también está preocupado por estos humanos estaban conectados con su anterior "juego" el cual ahora también era parte de ellos. Cuando el dios de la muerte sintió la alteración de una de las almas siendo quitada de él fue a verificar, se encontró con un Shinichiro Sano en una camilla recuperándose rápidamente, cuando intento tenerlo devuelta, lo único que logró fue nada mas que el chico de veintitrés años absorbiendo su poder.

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