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Kokonoi Hajime, aunque no lo dejara ver estaba bastante emocionado, el peliblanco estaba feliz por llegada del pequeño Hiro. Y También agradecía que su llegada fuera una buena distracción. En especial para cierta persona.

El ejecutivo administrativo de Bonten se encerró en su oficina en la mansión mientras hablaba por teléfono.

sí, él está bastante distraído por la llegada de Haru-chan así que no sospecha nada _ dijo.

...

La risa de Koko resonó en la oficina _ no se emocione todavía, podrás verlos en un par de semanas.

...

Si

...

Listo, adiós.

Sin que Koko se diera cuanta fue escuchado por su novio el cual estaba justo al otro lado de la puerta.

¿Con quién hablabas? _pregunto Seishu mientras entraba a la oficina.

El peliblanco frunció el ceño _ ¿me escuchaste? _interrogó, el rubio frunció el ceño y se cruzo de brazos, Koko suspiró _ hablaba con Ajiko-san, estamos planeando una pequeña fiesta para el cumpleaños de Takemichi, ella quiere estar presente con los niños y el abuelo Sano, dice que quiere pasar un cumpleaños ahora que no esta en coma, y el abuelo Sano igual despues de todo ahora también es su nieto.

¿Los chicos lo saben? _ preguntó el rubio con los ojos entrecerrados

no será una sorpresa, los traeré aquí en la mañana del cumpleaños de Takemichi _ dijo Koko, el rubio sonrió y caminó hasta donde su novio sentándose en sus piernas y besándolo en los labios.

Eres muy considerado _ dijo con una sonrisa _ te amo Kokonoi Hajime _ dijo dándole otro beso, el peliblanco se ruborizó y escondió su rostro en el cuello de su rubio evitando que este lo viera a la cara.

Yo también te amo_ dijo aun escondido entre el cuello de Seishu el cual rio.


La primera mitad de junio pasó en tranquilidad con algunas reuniones, Sanzu mantenía un poco su malgenio, ya que a pesar de estar completamente recuperado del parto, no se le estaba permitiendo los viajes y su trabajo estaba limitado a no más de seis horas por día, sin contar que no puede tomar trabajos nocturno, pero como dijo solo era un poco molesto; ya que el rubio estaba realmente feliz de pasar sus ratos con su pequeño rubio de ojos celestes. Y no era el único Muto y Takeomi eran un bamba de tiempo cuando pasaban mas de un par de días sin ver al pequeño bebé, Muto por obvias razones de querer aprovechar a su hijo, mientras que Takeomi, estaba viendo al pequeño rubio tan parecido a su hermano menor que estaba feliz, se había prometido cuidar al bebe como no lo había hecho con su hermano menor desde mas joven, de hecho los meses que había pasado al lado del rubio menor supliendo su necesidades en el embarazo le había hecho descubrir que le agradaba su compañía, y de lo mucho que le había faltado a su hermano, por lo cual se había vuelto bastante protector con él, sin importarle el hecho de que su hermano de casi veinte años era capas de torturar a una persona por semana de la peor forma sin dejarlo morir, o el hecho de que el chico podría acabar con buen número de personas con sus manos desnudas.


Eran las siete de la mañana del veinticinco de junio 2009, en la habitación principal de la gran mansión se encontraba cierto pelinegro se encontraba dormido profundamente, los enormes ventanales estaban cubiertos por las pesadas y oscuras cortinas azules que bloqueaban la luz, la enorme cama estaba solamente ocupada por el pelinegro, ya que su pareja había despertado sorprendentemente temprano ese día, más exactamente a las seis de la mañana.

AHORA Y SIEMPRE.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora