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Narrador omnisciente:
El sol de la tarde proyectaba largas sombras sobre la extensa finca Todoroki, sus rayos se filtraban a través de los grandes ventanales de la sala donde Shoto Todoroki estaba sentado, perdido en sus pensamientos. Distraídamente trazó el contorno de un marco de fotografía frente a él. Dentro del marco había una foto de él y ______, ambos riendo incontrolablemente, tomada durante una de sus muchas aventuras. Sus ojos brillaron de alegría y Shoto no pudo evitar sonreír al recordar aquel momento.
La idea de la noche inminente hizo que su corazón se acelerara. Había decidido que esta sería la noche en que le pediría a ______ que se casara con él. A pesar de su comportamiento normalmente sereno, Shoto se encontró lleno de una excitación nerviosa que no había sentido desde su primera cita.
Se levantó y caminó hacia el gran ventanal, contemplando el jardín. Habían sido necesarias varias semanas de planificación meticulosa para preparar todo a la perfección. Había contado con la ayuda de sus hermanos, cada uno de los cuales contribuyó a la trascendental ocasión a su manera. Fuyumi había insistido en encargarse de las decoraciones, Natsuo lo había ayudado a elegir el anillo perfecto e incluso su padre, Endeavor, le había dado algunos consejos sorprendentemente sabios sobre el amor y el compromiso.
Shoto miró el reloj. Su novia llegaría pronto. Respiró hondo, tratando de calmar su acelerado corazón. Toda la planificación, la anticipación y los momentos de duda y seguridad habían conducido a esta noche. Sólo podía esperar que ella sintiera tanto por él como él por ella.
•••
Akari corrió por el camino que conducía a la finca Todoroki, con el corazón acelerado por la adrenalina. Shoto había estado actuando de manera extraña durante los últimos días: distraído, pero intensamente concentrado.
Ella había intentado preguntarle si algo lo molestaba, pero él simplemente sonrió y le aseguró que todo estaba bien. Esta noche, él la había invitado a una cena especial y ella no pudo evitar sentir que algo importante estaba en el horizonte.
Mientras se acercaba, las puertas se abrieron, revelando a Shoto de pie en la entrada, luciendo tan sereno como siempre. Pero ella notó cierta suavidad en sus ojos y una calidez que hizo que su corazón diera un vuelco.
—______ —la voz del heterocromático era igual de tranquilizadora que una suave brisa—. Estás preciosa
—Gracias, Shoto. Tu también estás muy guapo —ella sonrió, sintiendo un ardor en sus mejillas.
