Keigo Takami

330 18 0
                                    

Capitulo 6: ¿Te arrepientes?

Advertencias: Divorcio y leve
mención sobre el aborto.

Advertencias: Divorcio y leve mención sobre el aborto

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Narra _______:

—¿Keigo...? —fue lo único que pude pronunciar al ver aquella escena frente a mi.

—¡Ah, ______! ¿Qué haces aquí? Se supone que llegarías dentro de dos horas —fruncí el ceño ante sus palabras y al ver como se ponía unos shorts para levantarse de la cama y luego intentar acercarse a mi, me alejé unos cuantos pasos.

—M-me... dejaron salir antes —murmuré, centrando mi vista en la chica de cabellos blancos y pequeños mechones rojos que estaba intentando cubrir su cuerpo desnudo con las sábanas de la cama que tantas veces había compartido con Keigo.

—______ escucha, puedo explicarte... No es lo que estás pensando.

Sentí como mi corazón y mi respiración comenzaban a acelerarse, mi cuerpo había dejado de responderme y tampoco podía escuchar lo que Hawks me decía, solo podía ver a Fuyumi, con quien había compartido muchos momentos importantes.

Incluso, la había llegado a considerar una hermana mayor.

Pero ahora, ella estaba desnuda. En mi cama.

Era la señal de una infidelidad.

—¿Qué no es lo que estoy pensando? ¿Entonces que es, Takami?

—Es que... no sé como llegamos a esto, ¿vale? Me sentía solo, ______. Trabajas todos los días, regresas tarde a casa y ni siquiera tenemos tiempo para estar a solas. Supongo que necesitaba a alguien para... ya sabes.

Me giré y nuestras miradas se conectaron al instante. Sus ojos color miel que combinaban con mis ojos azules, no demostraban signos de arrepentimiento. Ni siquiera duda o tristeza, simplemente no demostraban nada.

—¿Cómo eres capaz de mirarme a los ojos luego de haber arruinado dos años de matrimonio? —mis ojos se humedecieron y sentí mi labio inferior temblar, pero no quería llorar. No frente a él. No después de todo esto.

 Se acercó a mi y con sus pulgares limpió las lágrimas que caían por mis mejillas, pero al sentir su piel cálida sobre mi, me estremecí y el sonido de una cachetada hizo presencia.

—Nunca debí haber aceptado casarme contigo —caminé hacia la puerta de la habitación y antes de irme, me giré para ver nuevamente a la Todoroki—. Púdrete, Fuyumi.

Boku No Hero | One shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora