El apartamento de Jimin seguía igual que como lo recordaba. Claro, solo habían pasado un par de días desde la última vez que estuve aquí, pero la sensación de familiaridad me envolvía al recorrer con la vista su gigante y lujoso espacio. Cada rincón parecía estar diseñado para impresionar, y no podía evitar sentir un leve atisbo de envidia.
Vaya, si que tenía dinero el maldito.
Los grandes ventanales ofrecían una hermosa vista de la ciudad de Busan en la noche, y desde aquí podía distinguir el enorme edificio de Urban Park Construction, imponente y moderno, que se alzaba en el horizonte. La luz de la luna se filtraba a través del cristal, iluminando el apartamento con un brillo cálido que hacía que todo se viera aún más atractivo.
Woa, es realmente increíble.
Las paredes estaban adornadas con pinturas abstractas que parecían contar historias propias, cada una más intrigante que la anterior. En la sala, un enorme televisor dominaba la pared, un aparato que seguramente no encontraría espacio en mi pequeña cueva, a.k.a mi apartamento. Jimin, con una actitud relajada, se quitó la chaqueta, supuse que para estar más cómodo, y me indicó que lo siguiera.
Entramos entonces a una oficina que, aunque un poco más pequeña que la de la empresa, tenía un aire de sofisticación impresionante. Me quedé parada en la entrada, admirando la absurda cantidad de dinero que él había acumulado. Era como si cada objeto en la habitación estuviera cuidadosamente elegido para reflejar su éxito y estilo personal.
—Puedes sentarte, Hani. No parece ser la vergüenza tu principal cualidad —dijo él con un tono burlón y fruncí el ceño ante su comentario.
—Diría que es mi mejor cualidad, señor Jimin —respondí, sentándome en una silla frente al escritorio. La imagen de las numerosas mujeres que probablemente habían estado aquí antes que yo cruzó por mi mente. Sacudí la cabeza, tratando de alejar esos pensamientos inapropiados. Jimin pareció notar mi movimiento y una chispa de curiosidad brilló en sus ojos.
—¿En serio? Pues conmigo no tienes vergüenza entonces —habló mirándome fijamente mientras se acomodaba en su silla justo frente a mí.
—Usted es alguien que me saca de quicio —me sinceré sin rodeos, y él levantó las cejas en sorpresa. Una sonrisa traviesa apareció en sus labios.
—Así que te saco de quicio. Eres impredecible, señorita Lee —dijo, poniendo uno de sus dedos en su barbilla como si estuviera meditando sobre mis palabras.
—Y usted es muy exigente —escupí sin pensarlo dos veces, casi golpeándome mentalmente por recordarme que él era mi jefe en esta ciudad.
—Puedes considerarte con suerte de ser alguien importante para el proyecto; de lo contrario, ya te hubiera despedido, Hani —su voz era intensa y resonante, provocando un escalofrío que recorrió mi espalda. Aclaré mi garganta, intentando recuperar la compostura.
—¿Podemos empezar a trabajar? —pregunté con una mezcla de impaciencia y determinación. La tensión en el aire era palpable, y sabía que era mejor centrarnos en lo profesional.
Él asintió lentamente, su expresión cambiando a una más seria y concentrada.
—Bien —respondió, y así comenzó nuestra sesión de trabajo en aquel lujoso apartamento que parecía tan lejano a mi realidad cotidiana.
Las horas pasaron y con ellas la frustración en mi cuerpo. Algo estaba mal conmigo últimamente. Me cansaba demasiado rápido. Decidí culpar por mi malestar al hermoso ser que leía sin descanso algo en su computadora.
Lo observé por unos instantes.
—Deje de mirar y trabaje más, Lee —su voz me hizo dar un saltito.
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Busan In Love {Jimin - BTS} || #EBOxA24
Fanfic𝐁𝐈𝐋[] Cuando a Lee Ha Ni la trasladan de Seúl a Busan, Corea del Sur, su vida cambia totalmente. Park Ji Min llegará para su suerte o desgracia. Ambos son el complemento del otro, pero a la vez el universo parece inconforme con su historia. ⚠Auto...