UN AMOR QUE DUELE

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Los días han pasado y mi relación con Takeshi cada vez se fortalece más. Ya es menos celoso y posesivo conmigo, ya me deja salir de compras sin miedo a que escape.

He vuelto hablar con mi familia y les digo que estoy bien, que no se preocupen. No les he dicho aún sobre mi relación con Takeshi espero decirle cuando vengan, quiero decirles en persona.

Mamá ya ha notado que estoy enamorada de él pero no me ha dicho nada, estoy segura que espera a que se lo confirme. Espero no decepcionarla cuando se lo diga, yo se que ella sabrá entenderme, el que no creo que lo entienda es papá.

Estoy segura que cuando yo le diga se molestará, no le gustaráquecle duga que estoy enamorada de mi captor. Del hombre que me secuestró. Estoy segura que dirá que estoy loca, que como es posible que me haya enamorado de ese hombre y mas sabiendo que es un mafioso.

Takeshi no me habla mucho sobre sus negocios desde que nos hemos conocido y creo que es hora que deba saberlo.

<<Tengo curiosidad por conocer ese mundo>>

Voy a su despacho donde esta trabajando.

Toco la puerta.

—Adelante—dice.
—Hola mi amor—sonrío.
—Hola preciosa—sonríe.

Entro y camino hacia él, me siento en sus piernas.

—¿Que haces?—le pregunto curiosa.
—Arreglando unos negocios—me contesta.
—Amor, desde que nos conocimos no me has platicado sobre la mafia—lo miro.
—No quiero que te involucres amor—me contesta.
—Creo que al ser tu mujer ya estoy involucrada—lo miro.
—No, tú solo estás para mí, para amarme—me da un beso.
—Amor—lo miro—tengo miedo que te hagan algo, no quiero que vuelvas a ir al hospital.
—Tranquila que para eso tengo a mis hombres ellos me cuidan y cuidan a mi mujer.
—Jefe ya es hora—le dice uno de los hombres entrando.
—Ok—le contesta. El hombre sale—amor ahora vuelvo, tengo unos asuntos que arreglar.
—Ok amor ten cuidado—sonrío y le doy un beso.
—Si amor—sonríe.

Nos levantamos y él sale.

Yo suspiro.

Salgo del despacho de Takeshi. Lo veo irse con sus hombres.

<<¿Que es lo que escondes Takeshi>>

—Tranquila señora el señor estará bien—me dice una de las empleadas.
—Si—sonrío.

                                   ...

Aprovechando que Takeshi salió, yo también salgo a pasearme para distraerme.

Camino por un pequeño parque de la ciudad, me siento en una banca. Veo parejas paseando algunas con sus hijos.

Mis manos van a mi vientre y sonrío, me imaginó llevar en mi vientre un hijo mío y de Takeshi.

—Hola de nuevo—me dicen y volteo.
—Tetsuo—lo miro.
—¿Así que eres la mujer de Takeshi?, has domado al gran Dragón—me pregunta.
—Si, soy su mujer, ¿Que hace aquí?—lo miro intrigada.

<<No se Camila pero este hombre no me da buena espina>>

Estoy totalmente de acuerdo, tampoco me da buena espina.

—Creo que debes tener cuidado, ese hombre no es lo que crees, es cruel y despiadado, en cuanto te des la espalda te dará la puñalada, sé más inteligente que él—me dice.
—No lo entiendo—lo miro confundida.
—Pronto lo descubrirás por ti misma—sonríe—solo mantente alerta y por ningún motivo bajes la guardia.

Se va dejándome más confundida que nada.

<<¿Que es lo que me está queriendo decir?>>

Suspiro y trato de no hacer caso decido volver a casa antes de que Takeshi vuelva.

Llego a la casa y veo que Takehi ya llegó sus autos están afuera de la casa.

Entro.

—Señora, el señor quiere verla pero no esta nada contento—me dice asustada la chica.
—Iré a verlo—contesto.
—Téngalo cuidado.

Asiento y voy al despacho.

Toco la puerta.

—Adelante—contesta molesto Takeshi.

Entro y me mira. No esta nada bien, miro en sus ojos ira y odio.

—Amor, ¿Que pasa?—le pregunto lo más calmada.
—Te dije que no te quería cerca de ese hombre y no me obedeciste—me contesta furioso y me enseña el teléfono.

Ahí fotos mías y de Tetsuo platicando en el parque.

Yo estoy en shock.

<<¿Quién tomó esas fotos?>>

—Amor puedo explicarlo—lo miro.
—No hay nada que explicar Camila, te pedí una cosa y no lo hiciste, ¿Que te dijo?—me mira matandome con la mirada.
—Que...que tuviera cuidado contigo que no eras de fiar—le confieso.
—Maldito hijo de perra—maldice—quiere ponerte en mi contra.
—Pero yo te creo a ti amor—intento acercarme para abrazarlo pero se aleja.
—No puedo confiar en alguien que miente, porque esta no es la única vez que lo has visto, ese día en el centro comercial lo viste y no trates de negarlo.
—¿Quién te lo dijo?—pregunto sorprendida.
—Yo—dicen y volteo.

<<Tenía que ser esta hija de perra>>

—¿Que hace está mujer aquí?—pregunto seria.
—Abriéndole los ojos a Takeshi de la clase de mujer que eres—me contesta.
—¿Es enserio?—miro a Takeshi.

Él ni siquiera me voltea a ver.

—Perfecto, si le crees a esta zorra, no pienso hacerte cambiar, pero una cosa si te digo, cruzo esa puerta y no me vuelves a ver en tu vida, porque me voy a ir y para siempre—lo miro con lágrimas en los ojos.

No me responde.

Camino a la puerta y salgo.

Esta vez para siempre...

EN LAS GARRAS DE UN MAFIOSO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora