Viernes por la mañana.
Casa Becky Armstrong Sarocha.
— ¡Mamáaaaaaaaa!
Freen estaba preparando un perfecto desayuno familiar justo cuando escuchó el grito exageradamente aterrador por parte de sus cinco hijas. Desde que Rebecca había empezado a utilizar el baño más seguido para sus reacciones naturales, todas las mañanas en casa eran iguales; o al menos lo eran las mañanas que eran escolares. La empresaria miró a una ya sentada en su pequeña silla a Freya y suspiró justo cuando fuertes golpes de pies se sentía venir desde la escalera.
—No crezcas nunca, cariño —la empresaria besó la pequeña cabeza de su hija menor al mismo tiempo que Mon aparecía con Lin agarrada de una de sus manos.
—No puedo hacerle las trenzas a Lin si no puedo entrar al baño a usar el espejo y si no tengo acceso a ningún cepillo o coleta, o algo —se quejó la mayor de sus hijas. Lin acompañaba el relato de su hermana con pucheros en su boca—. Ni siquiera puedo arreglarme yo misma —suspiró la joven—. Sabes que le tengo paciencia, pero hay veces que me dan ganas de matarla...
Freen admiró el control y la paciencia que Mon había adquirido aún en sus peores años de adolescencia—. Cariño...
— ¡Mamáaaaaa! —Fon, que sin lugar a dudas se había ganado hace rato el trono a la heredera suprema del carácter Sarocha, fue la tercera en irrumpir en el lugar.
Sam seguía a Chungha de cerca igual de ofuscada, pero más tranquila. Freen tuvo que aguantar la risa ante el desaliño que portaban todas sus hijas. Era una evidencia ante la clara falta de baños en la casa. La empresaria iba a tener que hablar con su esposa acerca de un futuro cambio de casas.
—Esto así no se puede —recriminó la niña de doce años, volviendo a llamar la atención de su madre—. Me pediste paciencia...
— ¡Nos pediste paciencia! —Kath se sumaba y sumaba su molestia a la mañana.
Fon miró a su hermana y asintió—. Eso. Nos pediste paciencia, pero esto ya es demasiado, así no se puede. Es la número no sé cuánta vez que tenemos que hacer cola en el baño —protestó la melliza, recibiendo el apoyo de su hermana.
—Niñas... —Freen entendía a la perfección a sus hijas.
—No, mamá —esta vez fue Kath la que tomó la palabra—. No nos pidas más paciencia ni mucho menos tranquilidad —a la empresaria le impresionó el nivel de enfado de Kath, si Fon era la archienemiga declarada de Rebecca, Kath era todo lo contrario—. Hoy puse el despertador una hora antes para tratar, ¿sabes? Una hora antes para tratar de llegar al baño antes, pero... pero... —la jovencita cerraba los ojos, tratando de calmarse—. PERO REBECCA YA ESTABA AHÍ —no fue útil la técnica de yoga que su abuela Leah le había enseñado—. No es justo —terminó cruzándose de brazos, enfadada.
—Además, hace unos ruidos bien raros —Lin era demasiado pequeña para entender.
Mon miró a su madre con súplica. Algo había que hacer.
—De acuerdo —Freen aceptó—. Pueden usar el baño de mi habitación mientras yo— ¿qué? —sus hijas se habían mirado entre sí.
—Mami Bec está ocupando el otro —la personalidad de Sam era totalmente distinta a la de su melliza, pero aun así no le impidió hablar aunque su cara se sonrojó de inmediato. Freen acarició a su pequeña para animarla al mismo tiempo que giraba los ojos, pensando en su chica.
—Hace muuucho tiempo que mami Bec no sale del baño —aportó un dato importante Mon, mirando fijamente a su madre—. Me pregunto quién será la culpable de eso —la enterada joven miró a su madre con gracia.
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𝐍𝐎 𝐒𝐎𝐘 𝐏𝐀𝐑𝐀 𝐓𝐈 || 𝐅𝐑𝐄𝐄𝐍𝐁𝐄𝐂𝐊𝐘 (𝐆!𝐏)
RomanceFreen, una máster en negocios, está acostumbrada a tener todo y a todos bajo su control junto a su socia y mejor amiga: View. Con un chasquido de dedos, Freen consigue todo lo que quiere. Sin embargo, su vida comenzará a cambiar cuando tenga que com...