Nos enamoramos en otoño
Estábamos hundidos profundamente en un sueño
Hablábamos sin parar
Era inevitable no amar
Pasamos San Valentín juntos
Y ahí se encendieron mis instintos
Solo mostrabas interés
Cuando no había ni una palabra en inglés
Me deja...
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En el horizonte, una estrella se apaga, su luz, antes fuerte, ahora se desgarra. Rendida ante sombras que la han abrazado, sus sueños flotan en un cielo cansado.
Una vez brilló con todo su esplendor, iluminando noches con destellos de amor. Pero el peso del mundo, con su carga pesada, ha robado su brillo, la ha dejado callada.
Mira hacia el abismo donde todo comenzó, donde el eco de risas se tornó en adiós. El viento susurra historias de antaño, de esperanzas marchitas y de un futuro extraño.
La luna la mira con tristeza en su cara, sabe que en su pecho hay una llama que para. Pero la estrella rendida ya no puede luchar, su luz titilante comienza a naufragar.
Sin embargo, en su esencia hay un brillo sutil, una chispa latente que aún es febril. Aunque esté cansada y quiera descansar, en su corazón guarda el deseo de amar.
Así sigue flotando en la vasta oscuridad, una estrella rendida que busca claridad. Y aunque su luz se apague en la inmensidad, su historia perdura como un canto a la verdad.
Cancion:
El niño de mama tiene que ir a dormir Pues cansaditos está el de tanto vivir Sus fuerzas se agotaron llegando su fin El mundo se ha encargado de hacerlo sufrir
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