Nos enamoramos en otoño
Estábamos hundidos profundamente en un sueño
Hablábamos sin parar
Era inevitable no amar
Pasamos San Valentín juntos
Y ahí se encendieron mis instintos
Solo mostrabas interés
Cuando no había ni una palabra en inglés
Me deja...
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En el firmamento, una estrella brilla, su luz es un lamento, su esencia destila. Traicionada por sueños que nunca llegaron, por promesas vacías que el viento se llevaron.
Una vez fue radiante, llena de esperanza, bailaba en la noche con audaz confianza. Pero el amor la hirió con su afilada espada, dejando cicatrices en su alma cansada.
Mira hacia abajo, donde todo comenzó, donde el eco de risas se tornó en adiós. Su corazón late en un compás sombrío, cada latido es un eco de lo que no ha sido.
Los susurros del viento le hablan de dolor, de traiciones ocultas y de un falso amor. Aun así, en su brillo hay una llama ardiente, una fuerza indomable que lucha valientemente.
La estrella traicionada no se dejará caer, aunque el cielo la abrace con su frío poder. Con cada caída, renace más fuerte, una historia de lucha que desafía la muerte.
Así sigue brillando en la vasta oscuridad, una estrella traicionada que busca libertad. Y aunque su luz a veces titile y se apague, en su esencia resuena un amor que no muere.
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