Nos enamoramos en otoño
Estábamos hundidos profundamente en un sueño
Hablábamos sin parar
Era inevitable no amar
Pasamos San Valentín juntos
Y ahí se encendieron mis instintos
Solo mostrabas interés
Cuando no había ni una palabra en inglés
Me deja...
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En la calma de la noche, brilla una estrella, su luz es un espejo que el alma destella. Reflexionista del amor, observa y siente, cada latido en el aire, cada susurro latente.
Mira hacia abajo, a los corazones errantes, tejiendo historias con hilos vibrantes. Cada amor que florece, cada lágrima caída, es un rayo de luz que ilumina la vida.
En su brillo se esconden los sueños olvidados, las promesas susurradas y los abrazos callados. La estrella reflexiona sobre lo que ha vivido, los caminos recorridos y el amor compartido.
A veces se siente sola en su vastedad, pero en cada destello encuentra su verdad. Los ecos de risas y las sombras de adiós, la hacen más sabia, más fuerte en su voz.
Reflexiona sobre el tiempo que pasa veloz, sobre amores perdidos y el eco de un adiós. Pero también sobre encuentros que iluminan el ser, y las chispas de alegría que vuelven a nacer.
Así sigue brillando en la inmensidad, una estrella reflexionista en su soledad. Y aunque el camino sea incierto y profundo, su luz sigue guiando a los corazones del mundo.
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