La luna brillaba en el cielo, iluminando el pequeño pueblo. Pero esa noche, no traía paz; traía un sentido de urgencia.Se que debo escapar, pero mi corazón latía con fuerza mientras miraba por la ventana de mi habitación, viendo las sombras de los árboles danzar en la brisa nocturna. Había pasado semanas sintiendo que algo estaba por suceder, que mi vida estaba a punto de cambiar para siempre, que algo me esperaba. Pero primero tenía que salir sin que nadie me viera.
Con cuidado, me levanté de la cama y me vestí con ropa oscura y tomé una mochila con lo esencial: ropa, algo de comida, el diario y el mapa, asegurándome de no hacer ruido. Luego, me deslicé hacia la puerta y la abrí lentamente, conteniendo el aliento. El pasillo estaba en silencio, y avancé.
A medida que me acercaba a la salida trasera de la casa, mi mente revivía los momentos en que había soñado con ir más allá del pueblo. El aire fresco de la noche me daba el valor. Al llegar a la puerta trasera, me detuve un momento para ver a mi madre dormida en su mecedora, con una bufanda en su regazo a medio tejer, algo en mi pecho dolió. "No puedo quedarme", pensé. Con un último vistazo hacia el hogar que dejaba atrás, abrí la puerta y salí.
Corrí, corrí y seguí corriendo.
Cada paso la acercaba más a la libertad y al destino desconocido que le esperaba. Las luces del pueblo parpadeaban como estrellas en la distancia. El sonido de las hojas crujientes bajo mis pies era como música en mis oídos mientras corría hacia lo desconocido.
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Diablo Número Seis
FantasyEn un mundo donde las sombras susurran secretos, el Diablo Número Seis no es solo un mito; es una advertencia. Ravenna siempre había sentido que pertenecía a las sombras, como si el mundo a su alrededor estuviera diseñado para ocultar su verdadero...