Inside Hell ; Tom Kaulitz

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Chapter eleven

"Amo más el camino antiguo, el camino simple del veneno, donde nosotros también somos fuertes como hombres"

Melody

Después de horas de misiones de rescate y millones de oraciones, aún no hemos encontrado ningún sobreviviente del vuelo 735. Nuestros corazones están con todas las familias afectadas por esta gran tragedia, que fue causada por una simple e impredecible falla del motor. La familia Kaulitz ha creado una organización benéfica en honor a las víctimas y ya ha donado quince millones de dólares en nombre de Melody y Tom quien, como todos sabemos, se casarán esta noche. Su boda ha sido la comidilla de la ciudad desde que les contamos la historia hace solo tres días. Al parecer, la pareja se veía en secreto desde hacía bastante tiempo. Los rumores sobre quiénes asistirán a esta boda van desde senadores estadounidenses hasta los primeros puestos de la lista A..."

—Señora, ¿quiere que lo recoja?— Preguntó Adriana mientras me arreglaba el cabello. Tomando un sorbo de mi vino, negué con la cabeza antes de mirarme en el espejo.

—Adriana, no quiero un recogido— Al diablo con la tradición, me gustaba llevar el pelo suelto.

—¿Está segura?— Evelyn sonrió amablemente mientras entraba a mi habitación.

Apretando un poco más la bata a mi alrededor, sonreí antes de levantarme. Adriana nos dejó rápidamente para ir a buscar el vestido que colgaba en lo más profundo y oscuro de mi armario.

—Lo prefiero suelto— dije cuando Evelyn se acercó a mí mirándome de arriba abajo y luego asintió. Alargándose, me quitó el pasador del pelo y dio un simple paso atrás.

—Bueno, debo decir que te ves aún más hermosa con el cabello planchado—

—Gracias Evelyn—

—Mel, por favor mírame— me pidió, y cuando lo hice, su palma chocó contra mi cara tan rápido que nunca lo vi venir.

Sorprendida, me toqué un lado de la mejilla, sin saber si estaba soñando o no.

—¡Qué carajo!—

Ella ni siquiera se inmutó. —Entonces, ¿supongo que esta es la verdadera Melody Giovanni, la chica que tuvo las agallas de entrar en mi casa, destruir mi Jackson Pollock y luego dispararle a mi puto marido?—

Ahora estaba empezando a enojarme. Me enderecé y la miré a los ojos. Ella recibió una bofetada y eso fue todo, la próxima vez que me levantara el brazo se lo iba a romper. Antes de que pudiera moverse, Adriana estaba detrás de ella con una pistola apuntando a su cráneo.

Sonreí, limpiándome el labio cortado gracias a su maldito anillo.—Evelyn, deberías saberlo mejor—

Evelyn me devolvió la mirada, ni siquiera un poco asustada. —Vengo a ustedes como una madre que llega a una hija. Si hubiera sido alguno de mis hijos quien le hubiera disparado a Jörg, los habría sacado de este mundo tan rápido que ni siquiera sabrían que fui yo. Puede que no sigas la misma línea que tú, ni deseo hacerlo, pero debes saber que cuando se trata de mi marido, no dudaré en matar a cualquiera. Cruzaste la línea—