lo que nos dijimos -3

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Durante una semana entera los dos estuvieron evitando cruzar su camino con el otro, ninguno sabía que estaba pasando por la mente del otro y tampoco les interesaba saber.

Pero era sabido que eso no podía durar para siempre, tendrían que volver a reunirse para seguir con esa maldita/bendita poción.

Harry la verdad esperaba que las cosas no se salieran de control, ese día no sabía cómo fue que todo terminó así, simplemente todo paso tan rápido, y había tanto... Placer, que ponerse a analizar las cosas fue difícil.

No sabía si se arrepiente o si no se arrepiente de nada, simplemente sabe que ahora mirarlo a la cara será más difícil.

Irónico tomando en cuenta que ya ha visto más que su hermoso rostro.

– ¡¡hey Harry!!

La voz de Ron lo saco de sus pensamientos, lo volteo a ver y vio que el otro tenía el seño fruncido.

– ¿Que?– pregunto tontamente haciendo que le otro solo se cruzará de brazos.

– Te estoy llamando hace rato y no contestas.– respondió rodando los ojos para luego sentarse en el sillón.

La verdad Harry no sabía cuánto tiempo llevaba encerrado en su propia mente, lo hace sentir un poco culpable el haber ignorado a su amigo, así sea de forma inconsciente.

–Lo siento.

– si si, ¿está todo bien con Malfoy?– le pregunto de forma repentina.

Harry se puso tenso, no era posible que Ron lo supiera ¿verdad?, no, no es posible.

– Mmm bien, normal, ¿porque preguntas?

Ron me miró directo a los ojos, no creo que este leyendo mi mente, no me gusta mucho su silencio.

– ¿Te enteraste Harry?– el pelirrojo se enderezó en el sillón acercándose para así poder hablar con más secretismo.

Su aura de misterio ya me estaba poniendo nervioso, ¿alguien se habrá enterado y el chisme ya lo sabían todos? ¿El mismo Draco lo habrá esparcido? No, esa se descarta enseguida.

–Mmm ¿De qué?– casi sentía como mi garganta se apretaba y como a las palabras se les dificultaba salir de ella.

Mi corazón estaba a mil, la insertidumbre me estaba matando, casi sentía que me faltaba el aire y que en cualquier momento me desmayaría.

– Alguien escucho a dos chicos, al parecer teniendo sexo en una de las aulas del quinto piso.

En cuanto esas palabras salieron de su boca sentí que me ponía pálido del susto, las manos me quisieron empezar a temblar pero las junte de forma entrelazada para que no se notará.

–¿Enserio? Wow es... Sorprendente. ¿Y como lo supieron?– Tenía que saber quién era, para impedir que siguiera esparciendo el rumor, la gente no podia enterarse de lo que habían hecho, no eso jamás.

– ¿Que importa como se supo? Lo que importa es que esos dos chicos son gays.– Sus palabras me incomodaron un poco no sabría decir la razón.

Gracias por señalar lo obvio Ron, rode en mi mente los ojos.

– Si, ¿y?

Mi pregunta parece haberlo tomado por sorpresa o simplemente esperaba que yo entendiera algo que el si estaba haciendo.

– Pues que hogwarts será muy complicado ahora, solo eso.

Antes de que pudiera hablar de eso Hermione llegó y se sentó con nosotros.

– Necesito tu ayuda Harry. – dijo mientras se inclinaba más cerca de nosotros, para que nadie al alcance del oido pudiera oír.

Su tono era un poco serio y eso me preocupo, ojalá y no estuviera pasando ada grave, está semana estaba siendo muy pesada y eso que aún no acababa.

– ¿Que sucede?

Le pregunté un poco temeroso, no quería que fuera nada grave, ya teníamos mucho con la loca de rosa este año.

– No puedo decírtelo aquí, tendrá que ser en un lugar donde nadie pueda escucharnos. – me dijo en susurros mientras miraba a todos lados.

Ron levanto la mirada intrigado por su comportamiento, y la verdad es que yo también estaba igual de intrigado.

– okey.

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El silencio era ensordecedor, ahora era más difícil el poder respirar, la tensión se sentía en el aire y lo peor es que ninguno estaba dispuesto a arreglar eso.

De reojo pude notar su espalda, su cabello corto era traspasado por algunos rayos de sol, haciendo que pareciera blanco, no podía ver su rostro pero sabía que debe de tener esa cara, la que siempre hace cuando esta concentrado, muerde su labio inferior y frunce un poco el ceño.

La verdad quería hablar, pero ¿que podía decir? ¿Lo siento por haberte dado la mejor follada de tu vida? Claro que no podía decir eso, a menos que quisiera un avada en toda la cara, y entonces el trabajo que nunca logro hacer Voldemort, un adolescente lo habrá hecho.

Al parecer estaba dibujando, otra vez, unas semanas antes de que sucediera este... Suceso, guarde todos los dibujos que se le quedaban en la mesa, a veces era yo haciendo tonterías, otras era el hechizandome con su varita, y otras el que más me gustaba, era uno donde el mini Draco está dibujando y el mini Harry está recostado en la mesa mirando. Ese fue el último dibujo que logro obtener, no sabía que pasaba con ellos pero siempre los guardaba.... Los sentía suyos.

– Una foto dura menos.

Brinqué del susto, su voz me saco de mis pensamientos obsoletos.

– Aaa... Yo.

Estúpido, así sonaba.

– Habla ya Potter, se que te estás muriendo porque salga de tu garganta. – volteo en su asiento y su mirada plata choco con la mía, el aire escapó de mis pulmones y mi mente dejo de funcionar.

Definitivamente esto es muy raro, talvez si me hechizo de verdad.

– yo... Lo siento. – lo mire a los ojos y luego baje la mirada, su expresión en blanco no hacia mas que ponerme ansioso.

– ¿Porque? ¿Por cogerme en el escritorio? – Lo dijo como si nada, Pero mis mejillas enseguida enrojecieron solo con el mero recuerdo.

– hee si, bueno no, quiero decir que lo siento si pues te obligue a hacer eso.

El solo me miró en silencio y se levantó de su asiento, se acercó y me miró directo a los ojos.

Sus labios rojos estaban un poco entre abiertos, sus mejillas estaban sonrojadas debido al frío de noviembre, sus ojos, oh sus ojos se veían como dos estrellas, parecían brillar por voluntad propia.

– Si eso hubiera sido así, ni si quiera hubieras llegado a sacarlo de tus pantalones. – Esa nueva revelación no hizo mas que prenderme, estaba ahí, diciendo en pocas palabras que estuvo dispuesto a ser mío, y que no le molestó.

Cuando se iba a dar la vuelta para volver a su asiento lo hice girar tomando su brazo, lo acerque con fuerza hacia mi pecho.

Nuestras respiraciones estaban mezcladas entre si, su pecho rozaba el mío, sus ojos y los mios estaban perdidos en el otro. Levanté mi mano hacia su mejilla y mirando sus ojos, me acerque hasta el punto de que nuestras frentes estaban juntas.

– Lo haré.

El me miró a los ojos y asintió lentamente, solté un suspiro tembloroso y....

Lo bese.

UPS! ... no debí decir eso (harco)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora