~Capítulo 30~

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Durante los siguientes días. Michael comenzo a hacer una investigación un poco más profunda en la identidad de Ghost.

Sabía que todo esto le iba a costar al tratarse de un soldado como él, pero todos tienen un pasado y Michael haría lo posible para llegar a conocerlo.

Tuvo que buscar contactos en Londres para que ayudarán a encontrar algo más y para su suerte encontró un testigo.

Michael pensaba en una excusa para irse del país sin que su esposa sospechara de sus acciones ya que desde meses atrás Mariana dejó de lado la venganza o eso pensaba él.

Mariana estaba en la cama descansando un poco cuando Michael entró con un plato de sopa.

Dejó la comida en la mesa de noche para ver a su esposa y sonreírle.

"-¿Cómo te encuentras?"

"-Un poco mejor, el mareo ya se desvaneció."

"-Eso es bueno."

Él se sentó en la cama para tomarle la mano y acariciar su dorso con cariño ya que tenía que conversela de alguna manera y de manera discreta al darle caricias de este tipo.

"-Cariño, come porfavor."

"-Más tarde. Ahora no se me antoja."

"-Hazlo por ti y el bebé."

Mariana hizo un puchero y comenzó a probar la sopa al ser observada por su esposo.

"-Mariana, amor tengo que decirte algo."

"-¿Q-qué pasa?"

"-Mañana tengo que viajar a Londres por unos negocios y no se cuando volveré."

"-¡¿ME ABANDONAS?! ¡LO SABÍA! ¿ESTOY FEA, NO?"

Para Michael aquellas dudas le parecían absurdas y suspiro para quitarle la sopa y abrazarla. Talvez era por el embarazo o simplemente mostrando sus inseguridades en cualquier momento.

"-No estas fea, Mariana esto es importante ¿Sí? No pienses cosas que sólo te dañan a ti y a nuestro.... Hijo."

"-¿Seguro? ¿Michael?"

Esa misma pregunta lo tenía harto, pero como siempre daba la misma respuesta para satisfacerla.

"-Seguro, muy seguro."

Ella se aferrada aún más a él. Michael a veces se arrepentía por a ver aceptado casarse con ella aunque eso fue un beneficio a largo plazo.

"-¿Tanto te vas a tardar?"

"-Todavía no lo se, pero haré lo posible para volver pronto. Te lo prometo."

"-Esta bien Michael."

Mariana lo beso en los labios y su muestra de afecto fue correspondida a duras penas y rápidamente él se separo para darle un beso en la frente y empezar a empacar sus pertenencias.

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El viaje fue largo, pero valió la pena. Michael tenía todo planeado al tener información de esa persona en su poder y así manipularla a su antojo.

Era un lugar de mala fama; un burdel con olor a sexo y alcohol en todo su esplendor.

Michael entró siendo observado por trabajadoras y clientes al ser nuevo en el sitio.

Se acercó a la dueña del lugar para susurrarle algo dándole una bolsa con dinero y la señora asintió para dejarlo seguir.

Beyond The Horizon [Simon Riley]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora