Before you I wasn't me

Estoy en peligro...

Capitulo 51: Estoy en peligro...

Marinette mira a su alrededor y sus sentidos se activaron a mil por hora. La hicieron saltar hacia atrás, acorralándose a sí misma contra la cabecera de la cama, y entonces sintió como el dolor en su hombro se intensificaba.

Si de por sí le asustaba despertarse en un lugar extraño que no conocía, más la asustó que lo primero que vio fue a sus padres, y a una doctora desconocida, a la cual identificó por su vestimenta.

A Marinette le dolía mucho el hombro, y se lo sujetó fuerte, mientras respiraba profundo como podía, tratando de canalizar el dolor.

La chica trataba de mantener la expresión de su rostro neutral, pero no pudo evitar que su dolor físico se reflejara en su cara.

(Doctora) —Despertó señores despertó.

(Sabine) —Hija ¿Estás bien?

(Tom) —Mi niña ¿Estás bien?

Marinette respiro agitada y los miraba con pánico —Por favor déjeme salir, me quiero ir— su voz temblaba.

(Doctora) —No se alarmen, es normal que reaccione así.

(Sabine) —Hija, somos nosotros no te haremos daño.

—No mientan, me han hecho daño toda mi maldita vida, esperan que crean que de repente se volvieron buenos, y que de repente nació de no sé dónde el amor ¿Qué nunca me tuvieron?— Respira profundo —y si así fuera, es demasiado tarde ¡cómo los odio con todo lo que soy!

(Tom) —Pero pequeña siempre te amamos siempre lo hicimos, jamás te haríamos daño— la acaricia una mejilla.

Marinette rápidamente se paro de la cama, pero el dolor en su hombro la hizo caer sentada de nuevo —no me... no me toques.

Tom la deja de tocar —lo siento cielo pero te extrañaba demasiado.

(Sabine) —No puedo creer que estés acá— llora.

—¿Me extrañan? ¿Después de que me abandonaron?

(Doctora) —No tiene sentido que sigan hablando sin decirle la verdad, ella le esta hablando a dos personas diferentes, no a ustedes.

—¿Perdona? Les hablo a ellos. Me voy de aquí, ¿Dónde esta la salida?— intenta pararse pero el dolor en el hombro no la deja.

(Tom) —¿Qué? Pero nosotros siempre fuimos tus papás y te amamos.

(Sabine) —Es cierto te amamos.

—¡Mentira!— se le salen lágrimas —Me estuvieron haciendo la vida miserable hasta los 15 que me escapé con mi novio, él si me ama.

(Tom) —¿Tu novio? ¿Eso era ese chico?— sonríe y ve a su esposa.

(Sabine) —Queremos conocerlo.

—¿Qué? ¡No! A demás no se hagan los que no lo conocen; lo humillaron la última vez que lo vieron, ¡dejen de fingir!

(Doctora) —Hay que decirle.

(Sabine) —Nono, ella No está lista-

(Tom) —Marinette.

—¿Lista para qué? No hay nada que me haga quererlos de nuevo, esa niña idiota que creía que un día la iban a amar ya no existe.

(Doctora) —¿Qué es lo último que recuerdas?

—Estábamos con el Supremo y aparecieron este par de bestias.

(Tom) —Hay que hacerlo.

(Sabine) —No, no está lista para esto.

(Tom) —Ella necesita saber.