Un beso puede cambiar todo.

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—¡Mierda! Gato idiota, ¡pesas!—como pudo, lo arrastró hasta un mercado, y a duras penas, lo subió en un carrito de compras. Lo arrastró como pudo, mientras pensaba a donde mierda lo llevaba, porque no podía aparecerse en el hospital con un villano.

Betterfly aterrizó frente a ella —¿Qué pasó?—

—El hombre mono me atacó, y él me defendió, pero venía cansado por una misión del Supremo.—

(Betterfly) —¿Por qué no lo ayudaste? ¿Por qué lo andas arrastrando en un carro de compras por toda la ciudad? ¿Y por qué estás en tu forma civil? —

—Robe el grimorio, y mi Miraculous decidió reconocerme como heroína en el peor momento....—

(Betterfly) —¡Eso es genial! Quiere decir que ya no te lastimara más.—

—¡Claro! Excepto por la parte en la que mi kwami tiene un sello en la boca que me impide alimentarla, por lo cual, el sistema de protección de la magia a los portadores jóvenes no me deja transformarme. ¡No tengo poderes! —

(Betterfly) —Oh, cierto, el sello en la boca de sus kwamis... ¿cómo los ayudo? —

—Lleva a este pesado saco de pulgas hasta mi habitación. Sabes dónde vivo, ¿no? Me estuviste espiando. —

(Betterfly) —Tuve mis razones, jovencita. —

—Lo que la mariposa diga... ¿me vas a ayudar o no? —

(Betterfly) —Vamos.—

Betterfly cargó a Claw Noir y lo dejó en el balcón de Marinette, para luego, traerla a ella. Entre ambos héroes, lograron entrar a Claw Noir, hasta dejarlo acostado en la cama de Marinette.

La chica corrió a cerrar su puerta con seguro, pero recordó que ese día no abriría la panadería, y que sus padres estaban viajando a otra ciudad, para renovar las cantidades de las órdenes de suplementos que necesitaban para la panadería.

—Puedo hacerme cargo desde aquí— dijo la chica, con la respiración agitada de hacer fuerza —Gracias, mariposa.—

(Betterfly)—De nada, Ladybug. Debes pensar en un nombre de súper héroe, ahora que tu propia magia te reconoce como tal.—

—Primero, debo ser capaz de usar dicha magia, pero antes que nada, debo atender las heridas de mi saco de pulgas, así que, adiós.—

Betterfly se rió, y se marchó de aquella habitación dejando a los adolescentes solos.

Marinette se acercó suavemente a su compañero, y con un paño húmedo, limpió las manchas de sangre, y las heridas. Puso crema antibiótica, y banditas en cada raspón, y atendió la herida de su abdomen.

—Vas a estar bien, bola de pelos—comentó la chica, más calmada —Te salvas que estuve en el taller de paramédicos antes de dejar la escuela— sonrió al final, y besó su mejilla.

Claw Noir abre los ojos —Princesa...— se reincorpora algo rápido —¿Dónde estoy? —

—Calma, estás en mi habitación—le dijo, mirándolo como estúpida —No sabía cómo te iba a traer aquí, pero por suerte apareció la mariposa, y me ayudó... ya me encargue de tus heridas. Las desinfecté, te puse crema antibiótica y analgésica, y te puse vendas y blanditas—

Claw Noir se toca las heridas —Ay, espera ¿tu Marinette saliste herida? ¿Estás bien?—

—Fue solo un ataque de pánico... y me lastimó un poco las muñecas, pero estoy bien. Para mí, fue más susto que otra cosa. —

(Claw Noir) —Princesa no lo minimices es un pánico.—

—Fue peor cuando te vi en el suelo sin poderte mover— se humedecen sus ojos al recordarlo, y se enrojecen sus mejillas al recordar la forma en la que lo besó —Lo importante es que los dos estamos bien... y puedes quedarte todo el día, mis padres no regresarán hasta la tarde, y la panadería no abre hoy... aunque si quieres, puedo traerte Souques—

Before you I wasn't meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora