capitulo 2

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Las piernas me dolían, me palpitaba el talón de los pies. Sentía que no podía con mi existencia.

Llevaba más de una hora caminando para poder llegar al departamento de Mathew, el cual quedaba muy lejos de mi casa. Pero no importaba cuan lejos estuviese, yo solo necesitaba que alguien me escuchará y ese alguien era él.

Con Mathew llevaba dos años de relación, él sabía lo que yo era capaz de hacer cuando algo me molestaba. Conocía mi actitud a la perfección, aunque habían otras cosas que no sabía.

Por ejemplo:

Las peleas continúas con mi madre, las palabras ofensivas que solíamos decirnos cada vez que se generaba una discusión entre las dos.

Pero muy en el fondo él sabía que no tenía una buena relación con mi madre, y también sabía que cada vez que yo acudía a él en altas horas de la noche era porque algo grave había sucedido entre las dos.

Aunque ese día todo fue diferente, no hubo una discusión. Fue más bien un cruce de palabras por mi parte.

Me sentía mal por el simple hecho de que siempre que algo pasaba ella solía irse con Mara y me dejaba allí sola. Era costumbre de ella hacer eso y siempre que algo así pasaba yo me iba de casa y regresaba tarde o al siguiente día.

Y está vez no era la excepción.

Las calles estaban llenas de luces y las personas iban de un lado a otro, muchos contentos y otros no tanto.

Pero ver tantas personas Alegres me rompía, sentía como si me lanzarán una bomba y me quedara sin oxígeno por el impacto. Pero eso no me detenía, jamás lo haría porque yo sabía que eso no era una debilidad, era una fortaleza más.

Camine en silencio por las calles, sin prestarle mucha atención a las personas, tropecé con alguno y oí algunos insultos de su parte pero no me detendría a discutir con ellos porque no valía la pena.

El aire era frío y aun traía el uniforme porque ni siquiera me pude duchar o cambiarme la ropa.

Mi mente divagaba, me asfixiaba solo pensar en todo él tiempo que estaría sin ella.

En todo lo que podría pasar y…

Me detuve frente al edificio donde Mathew vivía, el guardia de seguridad estaba en la puerta y cuando me vio se acercó.

—Señorita Nora, que gusto tenerla por aquí —su voz era dulce, pero en ese momento parecía un poco ¿agitado? Era algo confuso— pensé que no vendría está noche.

—Yo también lo pensé Frank.

—Pase, seguro que el joven Mathew estará feliz de verla.

—¿Tú crees?.

—Por supuesto, todos están arriba disfrutando… espero que usted también pueda disfrutar esta noche.

Me acompaño hasta el ascensor, entre y una vez adentro me despedí haciendo un movimiento con la mano.

Sin embargo; no podía dejar de pensar en ese “ todos “. ¿Quiénes eran todos?.

El ascensor fue subiendo nivel por nivel hasta llegar al último que era el de Mathew, las puertas no se habían abierto cuando ya la música se había hecho presente. Podía oír murmullos y cuando las puertas finalmente se abrieron pude ver todo el panorama.

El lugar estaba completamente abarrotado de personas con bebidas en sus manos, todos yendo y viniendo, la música estaba muy alta. Las luces estaban apagadas y el lugar solo era iluminado por una enorme bola de colores que estaba en el centro del salón.

Encuéntrame en la galaxia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora