000. | 𝐅𝐑𝐄𝐄𝐃𝐎𝐌 - Minho

- 𝟏𝟗 | 𝐚𝐫𝐫𝐢𝐯𝐚𝐥

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CENIZAS CAIAN DEL CIELO, PARECÍA NIEVE. PERO LA VERDAD ERA QUE NO ERA NI INVIERNO. Mi madre me llevaba cogida en brazos mientras que Thomas iba a su lado cogido de la mano entre el tumulto de gente que gritaba y abucheaba a los hombres que custodiaban el lugar. Recibí codazos y empujones por ir los tres avanzando hasta el frente, donde se encontraba la puerta.

Era un pasillo de vayas que eran vigiladas por militares armados con metralletas y mascaras de gas, para no respirar las cenizas.

Una vez llegamos frente a la gente, me dejó en el suelo junto a Thomas, cogiéndonos de las manos.

- Recordar chicos, os quiero. – Nos dijo agachada enfrente nuestro. No lo entendía. – Os quiero Thomas y Alice.

Sentí un jalón hacía atrás para luego ser aupada por un militar y ver como otro cogía a mi hermano para alejarnos de la multitud, de nuestra progenitora. ¿Dónde nos llevaban?

- ¡Mama! – Gritábamos. - ¡Bájame! ¡Mama, no! ¡No nos dejes!

Nos metieron en un vagón de tren, donde vi a más niños y militares. ¿También le habrían separado de sus familias?

Me senté junto a Thomas, que lloraba al igual que yo. Asustados.

[...]

Después de un rato, cuando ya nos calmamos, estábamos sentados enfrente del vagón con los demás niños mirándonos entre todos desconcertados. Entre ellos había una pareja de mellizos rubios, y un niño asiático.

No sabíamos a donde nos llevaban. Iba cogida al brazo de Thomas para saber que al menos nos teníamos a nosotros.

- Alice, Thomas. – Era, ¿la doctora del video? ¿Pero qué...? – Toda ira bien.

Nos la quedamos mirando.

<Alice.>

¿Minho? Miré a todas partes. No estaba. ¿De donde venía la voz?

<Alice.>

Esta vez sonó más fuerte. Más cercana.

<¡Alice!>

Sobresaltada se levantó. Una mano la sujetó del hombro y se giró en su dirección.

- ¿Todo bien? Te veía exaltada. – Minho estaba a su lado como cuando se quedó dormida en su hombro. – Estamos a punto de llegar, despierta a Thomas.

Se giró hacia donde se encontraba Thomas tumbado, durmiendo. Estaba sudando y se le notaba agobiado.

- Thomas, hey. Despierta. – Le dijo mientras le daba pequeños toques en el brazo.