Jodeme

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Era un viernes y había llegado temprano a la choza para poder descansar pues había estado en directo más del tiempo acostumbrado jugando TLOU con mis lesbianas favoritas.

Llegando a la choza todo estaba muy limpio y Alondra no estaba en el escritorio en el que se la pasa normalmente cuando no estamos en directo organizando las ideas para traerle al chat un buen contenido, no le di mucha importancia pues supuse que se estaba cambiando para el movie night de hoy.

Iba directo a su habitación para dejar mi maleta pues iba a estar quedándome unos días como acostumbraba a hacer todas las semanas, cuando siento una presencia y unos pasos que conocía a la perfección y que añoraba todo el tiempo que no estaba con ella.

Al voltear Alondra están de frente a mí mirándome sería de las pocas veces en las que me podía dar cuenta que algo no estaba bien. — ahora que hice mamabicha — dije para intentar que se riera y aligerar un poco la situación.

Pero ella seguía mirándome a los ojos completamente seria, no pude evitar mirarla y apreciarla me encantaba cuando se ponía así se veía tan caliente y me excitaba debía admitirlo, más aparte lo que hoy llevaba puesto...iba completamente de negro y su típica gorra hacia atrás negra de igual forma.

— Dime que fue exactamente lo que pasó ayer en tu stream — no podía entender a lo que se refería, me quedé mirándola un momento hasta que a mi mente llegó un momento del stream de ayer, donde una del chat se me insinuó como era de costumbre y yo le seguí el juego fue cuando me di cuenta.

Alondra estaba totalmente celosa.

Antes de poder responderle ya me tenía pegada a la pared agarrada por el cuello y su pierna entre mis muslos la situación me estaba excitando más rápido de lo normal.

— Espero que todo lo que dijiste e hiciste fuera totalmente en broma, acuérdate de quién carajo eres Rainelis — susurraba en mi oído y presionaba más su rodilla a mi entrepierna, solo faltaba un pequeño movimiento de cadera para rozar mi clítoris con su muslo.

Lo iba a hacer pues ese día llevaba una falda muy corta, lo cual lo hacía mucho más fácil. Pero Alondra conociéndome me agarró con su mano izquierda por la cadera evitando cualquier movimiento de mi parte y ella hacia más presión pero no era suficiente, necesitaba que se moviera.

Estaba tan excitada que sentía que si no hacía algo me iba a morir. No me di cuenta que no le respondí hasta que dijo — respóndeme Rai lo dijiste enserio o no — era obvio que nada de eso fué en serio pero quería hacerla enojar aún más y que me follara tan duro como llevaba deseando hace mucho tiempo.

— ¿Y que si lo dije en serio te molesta? — dije con una sonrisa retándola. Alondra no era de sentir celos pero cuando lo hacía era la imagen más excitante que cualquiera pudiera ver. — así que así quieres jugar, bien, te follare tan duro que estarás rogándome para que pare —.

Dios en que me metí.

De repente siento sus labios encima de los míos no era un beso normal como nos los hemos dado antes, este era rápido y brusco no había una pizca de ternura. Su lengua y la mía luchando en una batalla por quién sería la dominante lo cual era muy obvio, yo apenas podía seguirle el beso a Alondra.

Aún besándonos Alondra me llevó al sofá quedando yo encima de ella, me iba a moler en su regazo cuando siento sus manos sosteniéndome de la cintura.

— No te puedes mover o acabaré con todo esto y te quedarás con las ganas, se cuánto llevas deseando esto. No creas que no me he dado cuenta amor — la cabrona me conocía de pies a cabeza que hasta podía saber lo que he estado queriendo por tanto tiempo sin siquiera yo decir nada.

Eros | Railo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora