Eros | Railo

Needy

Rai's POV

Era de noche y Alondra y yo ya nos habíamos ido a dormir, o por lo que veía ella ya se había dormido. Yo aún no podía pues tenía un pequeño problema.

Estaba excitada a más no poder.

Sentía mi centro palpitando lo cual no me dejaba dormir. Me sentía necesitada, pero no podía hacer nada, no estaba en mi casa como para poder hacer eso.

Así que traté de ignorar la sensación en mi centro y dormir. Llevaba ya tiempo intentando dormir pero la sensación que sentía en mi entrepierna no me dejaba lograrlo. Era demasiada la necesidad de calmar ese cosquilleo, me removí en la cama tratando de no despertar a Alondra. Me puse de espaldas a ella, metí mi mano en mis bragas y empecé a jugar con mi clitoris mientras mi otra mano se dirigía a mis pechos jugando con ellos.

Empecé a soltar gemidos bajos conforme iba aumentando mi excitación. Tape mi boca con mi mano izquierda mientras mi otra mano bajaba hacia mi entrada. Estaba a punto de meter un dedo cuando sentí otra mano sostenerla, dejándola completamente inmóvil.

Alondra's POV

Sostuve la mano de Rai sin dejarla moverla. Me había despertado al escucharla gemir unas cuantas veces. No actúe en seguida porque estaba esperando el momento correcto y este era. La conocía tanto que sabía si la detenía ahora no aguantaría.

Saque su manos de sus bragas a la fuerza para que no pudiera crear algún tipo de fricción. — ¿tan desesperada y necesitada estás que no pudiste ni pararte y hacerlo en el baño?— dije en su oído. A lo cual ella solo suspiró y ser capaz de decir algo más debido a su frustración.

— Que te parece si te ayudo — dije al momento de voltearla haciéndola quedar boca abajo sobre la cama. Le quité sus bragas arrojándolas a un lado para tener mejor acceso a ella. La vi mover una de sus manos hacia su clitoris, pero no podía permitir eso, sostuve sus dos manos detrás de su espalda con una mía.

Me posicioné entre sus piernas teniendo una mejor vista de su rosado y húmedo coño. Con la mano que estaba desocupada empecé a jugar lentamente con su clitoris. Volteo la cabeza mirándome fijamente con sus ojos que me suplicaban silenciosamente que no jugara con ella.

Pero eso era lo que más me gustaba, me encantaba molestarla y jugar con ella. Por eso metí un dedo en su agujero necesitado pero sin moverlo, solo lo metí y saqué rápidamente sin permitirle mover sus caderas. Con mi dedo mojado por sus líquidos acaricie con mas presión y rapidez su clitoris. Haciéndola inhalar profundamente y lloriquear.

— Michelle...por favor no me tortures así ya méteme los por favor los necesito — lloriqueo con pequeñas lágrimas ya en sus ojos. Me encantaba verla así tan sensible a mi toque tan necesitada por mi por tenerme adentro.

Jugué un poco más con su clitoris, después bajé un poco más y jugué con sus labios resbaladizos mientras ella seguía gimoteando. Después de jugar con sus labios pasé a su agujero que podía ver que se contraía sobre nada deseando que algo lo llenara.

Pasé mis dedos por los bordes de su agujero apenas dejando entrar menos de la punta de mi dedo. Vi como sus caderas se echaron hacia atrás tratando de tomar más de mi. Me compadecí de ella y metí mi dedo por completo sin aviso alguno. — mmmhhmhh...que rico si — dijo mientras movía sus caderas hacia atrás haciendo que mi dedo entre y salga de ella.

Cada que mi dedo salía sus paredes lo apretaban como si no lo quisieran dejar ir. Fue cuando entre otro dedo y con la mano que antes sostenía las de Rai sujete su cadera para que no pudiera moverla. Detuve mis dedos — no...no por favor sigue...— jadeaba contra la almohada mientras intentaba obtener algún tipo de fricción.

Empecé a mover mis dedos lentamente acariciando las paredes de su húmedo coño, acaricie cierta parte que la hizo gemir agudamente y hundir ligeramente su rostro en la almohada. Podía ver como apretaba las sábanas fuertemente con sus manos.

Golpee más rápido ese punto que la hacía retorcerse, puse mis dedos en gancho para llegar mejor a su punto. Entre más tocaba y golpeaba esa parte podía ver a Rai mordiendo la almohada tratando de reprimir lo que sentía.

— Alo...Alondra!— escuchar mi nombre entre sus gemidos solo me hacía aumentar la velocidad. Quería seguir escuchando sus gemidos y sus suspiros, sabía que estaba cerca de acabar. Así que metí más adentro y rápido mis dedos.

Me acerqué a sus cuello, pasé su cabello a un lado y empecé a besar su cuello succionando y mordiendo desde su cuello a su mandíbula. — estás tan apretada y húmeda, te encanta tenerme dentro ¿verdad amor? — susurre en su oreja. Sabía que eso la hacía llegar más rápido, le encantaba que le hablaran mal.

— Me aprietas tanto como si no quisieras que los sacara jamás, pareces una puta mordiendo esa almohada — susurre mientras seguí metiendo y sacando mis dedos lo más rápido que podía.

— Vamos princesa córrete, córrete yo sé que lo necesitas, estás tan necesitada de una buena corrida que te masturbarte como puta a mi lado — continué susurrando a su oído mientras jugaba con una de sus nalgas abriéndola más a mi. Seguía mordiendo y chupando su cuello, metiendo y sacando tan rápido mis dedos solo para escucharla gemir mi nombre entre súplicas.

— Así...ya casi llego no pares Alo por favor, estoy tan cerca — su voz salía amortiguada por la almohada que estaba mordiendo.

Sus piernas empezaron a temblar y su cuerpo a contraerse debajo del mío en un fuerte orgasmo. La ayude a sobrellevar su orgasmo dando lentas y suaves embestidas a su coño ya rojo por el reciente orgasmo.

Podía ver la almohada llena de sus lágrimas y su rostro rojo por el llanto causado al sentir tanta estimulación. Aún seguía temblando h lloriqueando sobre la almohada cuando saqué mis dedos de su entrepierna. Chupándolos para saborear su delicioso sabor.

Ayudé a calmarla proporcionando suaves caricias en su espalda, piernas y cara hasta que escuché su respiración tener un ritmo lento, lo cual me hacía darme cuenta que se había dormido. Me recosté acomodándola para que quedara parcialmente sobre mi y continué acariciando su espalda hasta quedar dormida junto a ella.

Att. TiTi